Opinión

La mentira

María Dabán
Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

Los ciudadanos estamos últimamente más acostumbrados que nunca a que nos mientan. Entiéndame, no voy a ser ingenua, los políticos siempre nos han mentido en mayor o menor medida, pero no tanto, ni durante tanto tiempo seguido (no habrá amnistía, Puigdemont será puesto a disposición de la Justicia, no habrá excarcelaciones de etarras…) La rueda de prensa de Pilar Alegría en la reunión posterior al Consejo de Ministros de este martes fue incluso más allá, porque una cosa es la manipulación, y otra hacer el ridículo más absoluto, y así lo reflejaron prácticamente todos los medios. Alegría se pasó de la raya al tratar como imbéciles a los periodistas y al responder con un relato totalmente tergiversado a las dos noticias de la semana: la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de permitir que el juez Peinado siga con sus pesquisas sobre Begoña Gómez y la aprobación de una reforma legislativa que permitirá la excarcelación anticipada de cuarenta y cuatro etarras. La ministra pensó que todo valía y dio por buenos los versos de Ramón de Campoampor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende del color con que se mira”. Pero no, aquí no había colores que comparar: los hechos eran unos, y la realidad, otra.

Los hechos eran que el juez Peinado seguirá investigando a Begoña Gómez por supuesta apropiación indebida del software de la Universidad Complutense de Madrid y por sus contratos con el empresario Barrabés, empresario que, según apunta la Audiencia, vio cómo aumentaban sus contratos públicos al mismo tiempo que subvencionaba los negocios de la mujer del presidente. Todo lo contrario a la valoración que hizo la ministra de ese auto que, a su juicio, demostraba que Peinado estaba realizando una investigación prospectiva y que la causa estaba próxima a su archivo. Hay una máxima en el mal periodismo que dice “que la realidad no te estropee un buen titular”. Y Alegría la siguió al cien por cien porque, ¿cómo iba a cambiar su relato una ministra que hace una semana había acusado al juez Peinado de “pedalear en la nada”?

No contento con ello, la ministra siguió mintiendo en la misma rueda de prensa y aseguró que la reciente reforma que permitirá que los etarras puedan conmutar en España las penas que ya cumplieron en Francia fue la misma que hizo Rajoy, y fue avalada por el Consejo de Estado. Si tan convencido está el Gobierno de la bondad y la justicia de esta norma, ¿por qué no decir entonces la verdad de frente? Parafraseando al propio Pedro Sánchez en uno de sus debates contra Feijóo en el Senado, cabría preguntarse, además, ¿esto es “insolvencia o mala fe”?

El psicoterapeuta Alfred Adler decía que la mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa. Y el Gobierno quizá no tema seguir pactando con Bildu para continuar garantizándose sus seis votos durante el resto de la legislatura, pero sí teme lo que pueda pasar con Begoña Gómez, porque su futuro procesal sí que podría suponer un abrupto final a la presidencia de Pedro Sánchez.

TAGS DE ESTA NOTICIA