Opinión

La ‘Maganomics’ del vendaval Trump

Trump
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No creo, sinceramente, que Donald Trump necesitase un baño de liderazgo, pero el disparo que atravesó su pabellón auditivo en Butler le ha confirmado como el héroe de los republicanos más cafeteros, los all-right y los libertarios animados por el tea-party. La Convención Nacional Republicana, celebrada en el Fisery Forum de Milwaukee, en Wisconsin, encumbró a Donald Trump y a su oreja vendada como el nuevo Superman de la derecha ultraconservadora. Nadie se atreve a toserle.

La política, y las elecciones, dan muchas vueltas. Pero, a día de hoy, las encuestas y las impresiones auguran que Trump cuenta con la mayoría de las papeletas para ser elegido a sus 78 años por los norteamericanos como el 47º presidente de los Estados Unidos.

Ya sabemos que su política, teñida por el populismo del Make America Great Again (MAGA), es simple y dura. Polarización, aislacionismo, proteccionismo, reducción del tamaño del Gobierno, bajada de impuestos, mano dura con la inmigración, abandono de compromisos internacionales, aranceles para los productos extranjeros, religiosidad extrema de cintura para arriba, ley y orden, escepticismo con el cambio climático. Una política que se enfrenta de plano a la encarnada por la Unión Europea.

Estados Unidos es la mayor economía del mundo, a pesar de su enorme deuda pública, sus desigualdades sociales y la obsolescencia de sus infraestructuras. En el último ejercicio ha presentado buenos niveles de empleo y, pese a una alta inflación, el consumo interno se ha recuperado favorablemente. En los últimos años, el déficit público está oscilando entre un 6 y un 8%, con una deuda monumental que supera ampliamente el 120% del PIB. La tasa de desempleo se sitúa en un 3,6%, la renta per cápita en 80.000 dólares, el PIB alcanza los 28.800 billones de dólares, una inflación inferior al 3% y una tasa de pobreza del 11%, por una desigualdad paradójica para una economía tan rica.

Es un país altamente industrializado, con la aplicación de las tecnologías más innovadoras y elevada productividad. La agricultura, la maquinaria, la química, el petróleo, el automóvil, las nuevas tecnologías y las finanzas son sus sectores clave. La industria aporta el 18 por ciento del PIB y emplea al 19% de la mano de obra. Por su parte, los servicios contribuyen con un 78% al PIB y emplean al 80 por ciento de la población activa.

¿Qué política económica prepara Trump para el gigante americano? Ya está bautizada como Maganomics, un conjunto de medidas consecuentes con su idea de America first, de que sus aliados se han aprovechado de la generosidad americana y de que buena parte de sus males anidan fuera de sus fronteras. Desde hace meses un grupo vinculado con la Heritage Foundation ha apadrinado el denominado “2025 Presidential Transition Project”, conocido en su versión simplificada como “Proyecto 2025”. Consiste en sucesión de propuestas alineadas con el pensamiento conservador y derechista para reformular el gobierno federal, todas ellas inspiradas en los valores cristianos y nacionalistas. La Heritage Foundation es un think tank de enorme influencia en la política americana desde los tiempos del presidente Reagan. Paul Dans es la persona que ha liderado el programa. Formó parte de la Administración Trump y se formó académicamente en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en la Universidad de Virginia. “Proyecto 2025” propone una serie de reformas económicas caracterizadas por su radicalidad.

En su discurso ante la Convención Republicana, Trump no dejo lugar a dudas: “hace tiempo que otros países se aprovechan de nosotros, siendo a menudo considerados nuestros aliados. Nosotros perdemos empleos e ingresos, ellos lo ganan todo y acaban con nuestras empresas”.

Revisando documentos y declaraciones, algunas de las claves de la Maganomics se pueden concretar en:

  • Desinterés por el comercio mundial y la globalización. Arancel generalizado del 10% para las importaciones y un gravamen de hasta el 60% para los productos chinos. Esto se complementa con un endurecimiento para la inmigración. Implica una política proteccionista hacia los bienes y servicios americanos.
  • Rebajas fiscales. En fiscalidad, se opone a la progresividad y abandera reemplazar los impuestos sobre la renta en favor de impuestos al consumo y a la venta. Propone una tributación plana con dos cortes del 15% y del 30% en función de los ingresos individuales, situando el límite en los 170.000 dólares de ingreso y eliminando buena parte de las actuales deducciones. Esto perjudicará claramente a los hogares de rentas medias y bajas. Asimismo, propone una rebaja del 21 al 18% en los impuestos de sociedades.
  • Desregulación. Intento por desmontar los paquetes de medidas contra la contaminación y las emisiones, eliminación de las ayudas a la producción de vehículos eléctricos y favorecer la producción de combustibles fósiles. Cabe la posibilidad de que apriete las tuercas a algunas tecnológicas a las que considera que mantienen posiciones liberales y demócratas.
  • Depreciación del dólar. Pretende impulsar las exportaciones americanas con el objetivo de favorecer una reindustrialización del país. Abaratar los tipos de interés

La Maganomics trae altas dosis de populismo conservador y proteccionista, con sus fuertes contradicciones y entierra el sueño republicano de un conservadurismo compasivo que abanderó el libre mercado en los ya lejanos tiempos de Reagan y los Bush, padre e hijo.

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