Opinión

La Liga de uno

Clásico femenino
Actualizado: h
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Esta semana se ha producido un acontecimiento histórico en el deporte estadounidense. La final del baloncesto universitario femenino, la NCAA, que disputaron Iowa y South Carolina ha pulverizado los registros de audiencia televisiva, convirtiéndose en el partido de baloncesto (masculino y femenino) más visto desde 2019. 18, 7 millones de espectadores siguieron la final, con un pico de 24 millones repartido entre las dos cadenas que retransmitieron el evento, ESPN y ABC.

El hito no solo se produjo en la final. También las semifinales registraron más audiencia que las mismísimas finales de la NBA. ¿Qué ingredientes tenía la final universitaria femenina de baloncesto para lograr reunir a tal número de espectadores?

Además de que el baloncesto es el segundo deporte con más seguimiento en USA, tras el fútbol americano, y compartiendo protagonismo con el béisbol, esta final enfrentaba al equipo invicto en la competición, South Carolina, que ganó la final por 87-75, frente a la jugadora más mediática del baloncesto americano, que este año estará en el draft de la WNBA, la joven de 22 años Caitlin Clark, estrella de la Universidad de Iowa.

Observar el fenómeno de audiencia desde la perspectiva española, es frustrante, desolador. Si hacemos el ejercicio de comparar, el deporte femenino más seguido en España es el fútbol, y desde luego, las audiencias están aún a años luz de las del fútbol masculino, aunque el Mundial que la selección femenina consiguió el pasado 20 de agosto consiguió alcanzar más de 5 millones y medio de audiencia con una cuota de pantalla del 65, 7%.

Precisamente tras esa final, con todos los ingredientes que tuvo y las consecuencias que el “beso” del hoy investigado ex presidente Luis Rubiales acarrearon, se esperaba que ese título, tan sufrido como merecido, fuese un punto de inflexión para el fútbol femenino español. Y lo ha sido, en cuanto a la selección. No solo eso, sino que después ese equipo ha ganado la Nations League. Y ha conseguido algo aún mucho más difícil, que las heridas sufridas durante todo el proceso quedasen restañadas y el grupo se hiciera aún más fuerte, con todo lo que se quedó por el camino.

Pero es evidente que esos éxitos de la selección no han tenido efecto arrastre en la liga femenina española, donde juegan la casi totalidad de jugadoras que integran la mejor selección del mundo de fútbol femenino. Y eso por un lado indica que se está perdiendo una gran oportunidad , y por otro que no se están haciendo las cosas bien.¿Cómo se explica?

Ha trascendido una reunión reciente de las capitanas del F C Barcelona con la presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez, en la que las jugadoras habrían manifestado su malestar por la falta de competitividad de la Liga F.Este fin de semana se está disputando la jornada 23 de una competición en la que el Barça arrasa, como viene ocurriendo cada año. Solo ha cedido 2 puntos en 23 jornadas ( goleó este sábado al Villarreal 5-1) , saca 15 puntos al Real Madrid, que es segundo y juega hoy domingo su partido, y le ha ganado en sus dos enfrentamientos directos con un global de 8-0. Si el Real Madrid está lejos de competirle el título, el tercero, Levante, que es uno de los clubes que más tiempo lleva trabajando bien la cantera y el primer equipo femenino, está a 24 puntos del FC Barcelona antes de jugar hoy el derbi valenciano.

En Can Barça la apuesta firme por el femenino ha traído dos Champions, cuatro  ligas consecutivas, que serán cinco en breve, tres Balones de Oro con Alexia y Aitana y algo aún más importante en tiempos de grave crisis económica, ser la única sección autosuficiente del club. Ni siquiera con esta tracción tan potente por parte del Barça, ni la de tener a las campeonas del mundo en nuestra liga, se ha conseguido un patrocinador que respalde fuertemente y ponga su nombre a la liga, aunque recientemente una cervecera y una empresa de agua mineral hayan entrado como patrocinadores.

Miremos a los países europeos. Inglaterra con Manchester City y Chelsea a 3 puntos mantiene cierta emoción en un campeonato, ojo, de 12 equipos. Como en Alemania. En Italia son 10 equipos en la Serie A y la Roma lidera con 5 puntos por encima de la Juventus. La apuesta española de una liga de 16 equipos debilita la competición. Se permite jugar en césped artificial y el nivel del arbitraje es deficiente. Las huelgas que han retrasado recientemente el inicio de la competición no dan la mejor imagen. Y el producto se vende poco y mal.

Sería una verdadera lástima que, teniendo a las mejores, no se aproveche para impulsar, de verdad, una competición atractiva y poderosa. Cuestión no solo de recursos sino de interés e imaginación.

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