La reciente puesta en libertad del llamado Rey de OnlyFans” tras admitir públicamente que tuvo menores trabajando para él y que, en la práctica, actúa como proxeneta al cobrar comisiones por sus videos sexuales, es difícil de entender. Este caso, que fue expuesto durante una entrevista en La Sexta, plantea preguntas inquietantes sobre la eficacia del sistema judicial y la regulación de las plataformas digitales.
En la entrevista emitida, el “Rey de OnlyFans” no solo admitió estar involucrado en actividades que presuntamente constituirían explotación sexual de menores, sino que también lo hizo con una actitud que denota una impunidad inaceptable. Y sus declaraciones destapan una realidad muy preocupante: menores de edad están siendo expuestas en plataformas como OnlyFans -con su consentimiento o sin él siguen siendo menores- y de esta exposición se benefician económicamente las plataformas y los individuos que orbitan a su alrededor. Es obvio que las leyes que deberían proteger a nuestras hijas están fallando.
Antes de ser detenido, Sergio confesó que manejaba las cuentas de 25 chicas a las que obligaba a publicar “contenidos explícitos, incluidas masturbaciones”. Como intermediario, aunque algunos podrían calificarlo de proxeneta, admitió que se quedaba con entre el 30% y el 50% de las ganancias generadas por esas chicas, a quienes prefería “que fueran menores de edad”. Además, presumió de que su negocio era muy rentable, llegando a generar hasta 400.000 euros mensuales.
Esto ha puesto a la vista de todos un tema que es sotto voce entre los pedagogos, psicólogos, profesores y otras profesiones que trabajan con jóvenes y menores de edad. La plataforma que permite la creación de contenido sexual como Onlyfans no estaría frenando la participación de menores, aunque la empresa sostiene que tiene políticas estrictas para evitarlo. Si las tiene o no, cuál es el mecanismo a través del cual lo procura, si existe y si es suficiente, si es su voluntad frenarlo o una simple ilusión, se nos va a escapar. Nos ceñimos a los hechos. Y los hechos son que habría menores de 18 años colgando contenido sexual explícito sin que la plataforma frenase esta práctica.
La debilidad de unas declaraciones en televisión, que siempre pueden ser negadas ante un juez y no están respaldadas con pruebas fehacientes, no habrían sido suficientes para mantener en prisión a este individuo. De hecho, el “Rey de Onlyfans” no entró en la cárcel por la entrevista pornográfica que concedió, sino por presuntamente coaccionar a dos menores para que publicaran videos sexuales en una red social. Acusado de trata de personas, corrupción de menores y delitos fiscales, el Juzgado de Arganda del Rey ordenó su prisión sin fianza en marzo, tras descubrirse que comerciaba con contenido sexual de dos chicas de 17 años. El caso salió a la luz cuando la directora del IES Las Lagunas de Rivas Vaciamadrid informó que una alumna estaba vendiendo videos pornográficos, lo que llevó a descubrir a otra menor involucrada, supuestamente también captada por Sergio.
Solo por este caso, OnlyFans debería rendir cuentas ante la justicia, y no únicamente el ególatra sin escrúpulos que cuenta sus prácticas de presunto proxenetismo en televisión. Porque la responsabilidad de las plataformas digitales no se limita a la creación de políticas; también incluye la vigilancia activa para asegurar que estas se cumplan. La explotación de menores en internet es de los problemas más graves que podemos tener como sociedad.
Algunas de estas menores que se someten a explotación sexual sin ni siquiera identifican sus videos como prostitución, ni como proxeneta al que les cobra una cuota como intermediario o como supuesto coach. Muchas de ellas viven en una situación de vulnerabilidad y el dinero las atrae poderosamente. Pero aunque este no fuera el perfil, es obvio que ninguna menor de 18 años goza de la madurez intelectual como para tomar una decisión tan implicante como la de exponerse sexualmente a cambio de dinero.
Este caso demanda una respuesta inmediata por parte de las autoridades, que debería estar preparando acciones contundentes contra este tipo de plataformas.