Opinión

La igualdad, la gran hipocresía de este Gobierno

Manifestación feminista - Sociedad
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Después de 5 años de Pedro Sánchez en la Moncloa, si de algo ha presumido durante todo su mandato ha sido de ser el Gobierno “más feminista” de la historia. Cabe preguntarse en que se ha traducido este eslogan y cuáles son los logros conseguidos en materia de igualdad real de oportunidades para las mujeres y mejora de sus derechos.

Desgraciadamente la realidad es bien distinta y la deriva en materia de igualdad del Gobierno de España es más que preocupante y lejos de aportarnos nuevos éxitos en la lucha contra las desigualdades, asistimos a retrocesos inimaginables.

Sin duda, la historia más negra de España siempre será su Ley orgánica de garantía integral de libertad sexual, la Ley del Solo Sí es Sí, de consecuencias negativas irreparables. Una chapuza legislativa que ha supuesto el mayor retroceso de la democracia en la protección y seguridad de las víctimas de agresiones sexuales. Una nefasta ley por la que nadie ha asumido aún responsabilidad alguna, que ha beneficiado a más de 1.200 agresores sexuales, violadores y pederastas, con rebajas en sus condenas y más de un centenar han salido de las cárceles.

Las leyes promovidas por este gobierno en materia de igualdad son el máximo exponente de su radicalidad y su política de enfrentamiento y confrontación, incluso dividiendo a las asociaciones feministas, como La ley “Trans” tramitada sin diálogo, sin consenso y sin medir de nuevo sus nefastas consecuencias. Esta ley no solo invisibiliza a las mujeres, además tiene terribles consecuencias irreparables para niños y adolescentes, como han advertido profesionales, expertos y familias.

España, desde que tenemos el Gobierno “más feminista”, pierde 22 puestos en el ranking de igualdad según el último informe de Mujeres, Paz y Seguridad realizado por la Universidad de Georgetown, uno de los estudios más prestigiosos en analizar el estado de las sociedades con mayor bienestar entre las mujeres.

Y es que la realidad que viven las mujeres dista mucho del eslogan del que presume este Gobierno. En ellas sigue recayendo en mayor medida los cuidados y las tareas del hogar frente a los hombres, con las dificultades que ello conlleva para conciliar. Lideramos el desempleo femenino de Europa, los sindicatos han advertido este año que crece la brecha salarial, por primera vez desde el año 2017, también crece la brecha de género y crece la brecha de pensiones.

En cuanto a la peor de las discriminaciones, la violencia de género es muy preocupante su repunte y lo más alarmante, es el aumento de casos de violencia vicaria, siete menores en lo que va de año, todos menores de 10 años, la expresión más cruel de la Violencia de Género.

La ministra de Igualdad justifica las alarmantes cifras culpando a todos, sin ninguna autocrítica y lo que es aún más grave, sin tomar ninguna medida desde que llego al Ministerio, mientras los juzgados de violencia de género están desbordados y faltan medios y efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Urge evaluar y revisar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, la mejor herramienta con la que cuenta el gobierno, impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy, fruto del acuerdo y del consenso de las fuerzas políticas, pero que en estos años ni han sabido ni han querido cumplir por la falta de compromiso de Irene Montero. Es el Gobierno, y en primera persona el presidente Sánchez, los únicos responsables de esta terrible situación por dejar en manos de Podemos el Ministerio de Igualdad.

Y la última gota que colma el vaso es la tramitación de la Ley de Paridad, que busca mejorar la participación de las mujeres en los órganos de decisión, donde en vez de buscar el consenso y el acuerdo con el resto de fuerzas políticas, que es lo que debería guiar las políticas de igualdad, dejando a un lado la radicalidad y las ideologías, el PSOE y Sumar cuelan una enmienda para eliminar la capacidad de veto del Senado al techo de gasto, una maniobra torticera en fraude de ley, que busca cambios legales ajenos a la norma y lo más grave que nada tiene que ver con la mejora de la representatividad de las mujeres.

Sin ninguna duda, la igualdad es la gran hipocresía de este gobierno.