Opinión

La identidad del PNV y el PP que no sabe lo que critica

Aberri Eguna
Actualizado: h
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Agonizó agosto con el cielo de Castilla expectorando tormentas eléctricas, con una flota de pateras colapsando Canarias, con el hijo de un conocido actor siendo condenado a cadena perpetua por descuartizar a un médico en Tailandia y con el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, acusando al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y al portavoz de la formación jeltzale en la Cámara Baja, Aitor Esteban, de alquilarle el partido al PSOE y, así, “borrar totalmente su identidad”.

Las declaraciones del diputado por La Coruña del pasado jueves no pueden ser más torpes e imprudentes. Como ha escrito Iván Redondo, que de estrategia política sabe un rato, “el PNV es el patrón oro”: “Fueron fundamentales en la moción de censura del 2018, a pesar de que un pelín antes le aprobaran el presupuesto al samurái que meditaba en Sanxenxo, Mariano Rajoy. Y lo han vuelto a ser en la configuración de la mayoría periférica y transversal que rige el Congreso, así como en la ley de Amnistía”. Mal hacen los genoveses enfrentándose al único partido serio –¿quién se fía de Junts?– con el que, mientras escribo, podrían iniciar un posible flirteo –de relación no me atrevo a hablar–: a su izquierda, ninguna formación política quiere pactar con ellos ni por un cristo; a su derecha, les consideran miembros de un entramado globalista que pretende dominar el mundo, o algo por el estilo. Y van en serio: recordemos que Vox se dio el piro en julio de los ejecutivos autonómicos que conformaban con los populares cuando estos aceptaron el reparto de inmigrantes ilegales menores en las regiones donde ambos gobernaban.

Desde hace décadas, el PNV es un partido nacionalista, democrático, conservador, prudente y, sobre todo, astuto y rentable como ninguno. Nadie barre tanto y tan bien para su tierra y para quienes la habitan: si yo fuera vasco, ya saben.

Vuelvo a las declaraciones de Tellado: “Es el resultado de lo que lleva haciendo la dirección del PNV con Ortuzar y Esteban: alquilarle el PNV al PSOE y borrar totalmente su identidad como partido”. Debiera saber el portavoz del Grupo Popular que, en realidad, está censurando un acierto histórico mayúsculo de los jeltzales, quienes, con inteligencia y habilidad, han conseguido que el españolito medio se haya olvidado –o que desconozca por completo– que su fundador, Sabino Arana, prefería los bailes vizcaínos presididos “por las autoridades eclesiásticas y civiles” y rechazaba así las danzas españolas: “Si no os causa náuseas el asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos, queda acreditada la robustez de vuestro estómago”.

A juzgar por sus palabras, Tellado ignora que, en la identidad más arcana del PNV, se halla la alergia racista de Arana a los trabajadores que, boqueando el XIX, llegaron en masa a la industrializada Vizcaya, a los maketos de Maquetania, miembros inmundos de un pueblo inferior destinado a desaparecer de la faz de la tierra. El historiador Armando Besga Marroquín, autor de El pensamiento de Sabino Arana a través de sus textos (Betagarri Liburuak, 2023), lo describe como “machista, misántropo, fundamentalista, liberticida, totalitario, antisemita y clasista”. Con el paso del tiempo, el PNV ha borrado todos estos adjetivos –cuando menos, de cara a la galería– de su identidad. Y bien que ha hecho, aunque a Tellado… en fin, no sé.

Del árbol y de las nueces del páter Arzalluz hablamos, si eso, en otra ocasión.

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