Opinión

¿Ibiza prohibirá algún día los móviles en sus pistas de baile?

Phil González
Actualizado: h
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¿Qué es lo que nos lleva a querer grabarlo todo?, ¿ir documentando un momento inolvidable?, ¿una necesidad imparable de enseñar nuestra vida emocionante?, ¿un instinto vital de ser recordado permanentemente?

Lo cierto es que llevamos años sin conformamos con el tener guardado, en la retina o los tímpanos, un instante.

Llevo una década pensando que uno de los grandes negocios será el privar al personal y durante unos días, de sus teléfonos. Hoteles sin conexión y con un cajetín para guardar los móviles en recepción. Restaurantes libres de humos, pero también sin tono, ni vibración. Pronto pagaremos un “extra” para que alguien nos quite esos aparatos de la vista.

El movimiento iniciado en pequeños establecimientos es poco a poco respaldado por escuelas y universidades, lugares de encuentros y por supuesto, centro de retiros espirituales. Lo más curioso es ver ahora cómo se van prohibiendo los móviles en míticas pistas de bailes.

David Guetta ya lo dijo hace tiempo

Al margen de su polémica ausencia en la inauguración de los Juegos Olímpicos, el artista francés David Guetta lleva siendo unos de los mejores DJ desde hace años. Es también uno de los músicos galos más premiados. En Ibiza, como la inmensa mayoría de los que pinchan música, es donde dio sus primeros pasos.

Guetta publicaba hace bien poco en sus redes, su hastío por ver su público olvidarse de su música y no disfrutar ya plenamente de sus conciertos. En cada capital, le pasa igual, miles de aparatos encendidos, alzados en manos, creando una pantalla entre el artista y sus aficionados.

Solomun, DJ alemán y productor de grandes éxitos, es otra de las referencias mundiales que se mete habitualmente con su audiencia. Con gestos y muecas, les anima a dejar sus teléfonos en el bolsillo y disfrutar más de sus temas.

Es preocupante, incluso para cualquier “pinchadiscos” aficionado como yo, ya no tener a gente que te venga a pedir canciones, sino que se dediquen únicamente a compartir el instante en redes.

Una discoteca de Ibiza prohíbe los móviles

Hï Ibiza, una de las discotecas de referencia en la isla, es una de las primeras en llevarse el gato al agua. Empezará a prohibir el telefonito mientras bailas algún éxito.

No sabemos aún cómo se llevará a cabo, pero la nueva política entrará en vigor cada sábado, y será durante la actuación de Damian Lazarus, uno de sus DJ residentes y británico.

¿Será una cuestión de tempo o de tiempo? Pero pinta a que este reglamento se pueda convertir en un movimiento. Los fieles a la música electrónica conforman una comunidad respetuosa con sus referencias, como solían respetarse antiguamente los cineastas antes de las dichosas palomitas. Es hora de que la música y sus acordes vuelvan a ser protagonistas.

Coldplay también pide al público dejar sus teléfonos

La idea no es algo novedoso y cada vez más artistas sienten cierta frustración por no sentir la correcta vibración, ni poder entrar en conexión. En varios conciertos, Chris Martin, alma mater de Coldplay, interrumpió su actuación y pidió a la masa, disfrutar del momento y de su canción.

Otros grandes nombres de la industria, tales como Becky G, Avril Lavigne, Florence o Sebastián Yatra, hacen habitualmente lo mismo para darle al concierto, su toque de karma.

La dicotomía promocional y red social

El móvil es omnipresente. Hemos normalizado nuestra adicción al aparato y en todas las situaciones, sea en el funeral de un jefe de Estado o en reuniones. Aceptamos todos nuestros propios vicios de hiperconectados, con un famoso dicho. “Mal de muchos, consuelo de tontos”.

Los negocios son también conscientes de que la imagen es fundamental en la comunicación promocional. La “costosísima” Sphere de Las Vegas se ha dado a conocer mundialmente, y en tan solo unos días, a través de TikTok y de Instagram, basando su marketing en su increíble impacto visual.

Un día íbamos con el cantante David Otero, conduciendo por el Pirineo. El artista compartió conmigo la dicotomía que todo esto de las redes para los artistas representa. Supone mucho desgaste y les llega, en algún momento, una cierta fatiga. Compartimos nuestra opinión y llegamos a una sencilla conclusión. Borrarse de las redes sociales o dificultar sus publicaciones, es para un artista, ir en contra de sus propios intereses.

Todos los que dependemos de Internet para promocionar nuestra imagen o trabajo, sabemos que el poner trabas a compartir esas experiencias en eventos o conciertos, es contraproducente. Aunque nos gustaría a todos, entrar en comunión con nuestro público y que sea todo más humano y emocionante.

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