Un año más llega el Día de Todos los Santos, un año más llega Halloween. No hace tanto tiempo, treinta, cuarenta años, el uno de noviembre era el día en que las familias en nuestra cultura acudían a los cementerios a honrar a sus fallecidos llevando flores a las tumbas. Hoy en día, muchas personas siguen acudiendo a los cementerios y los buñuelos y los huesos de santo se compran de manera masiva, pero para muchas personas la fiesta del día uno de noviembre no es la importante. Si hace años el treinta y uno de octubre era la noche de Difuntos y además la noche de Don Juan Tenorio, ahora es la noche de Halloween. La fiesta es Halloween.
Recuerdo de niña acompañar a mi abuela al cementerio. Creo que a todas las personas de mi generación y, por supuesto, de generaciones anteriores, les han llevado sus padres y abuelos a los cementerios muchos días uno de noviembre. Hoy en día, sin embargo, son los niños los que piden a sus padres disfraces para celebrar Halloween e, incluso, ir por las casas pidiendo golosinas. Como en tantas otras cosas, lo que ha venido de fuera ha desplazado a lo que teníamos. Y como tantas otras tradiciones, que ya lo son en nuestro país, Halloween llegó de Estados Unidos para quedarse, sobre todo, a través del cine y las series de televisión.
Las raíces de Halloween se remontan a una festividad celta que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno. Esta festividad, denominada Samhain, se celebraba entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre y se creía que esa noche, el velo entre el mundo de los vivos y los muertos era más delgado y permitía a los espíritus de los fallecidos regresar a la tierra. Con la expansión del cristianismo, esta festividad se mezcló con otras, como la Víspera de Todos los Santos (All Hallows’ Eve), y esto dio lugar al nombre Halloween.
Halloween fue creciendo y haciéndose cada vez más popular en Estados Unidos en el siglo XIX a través de los inmigrantes irlandeses que celebraban este tipo de tradiciones. A comienzos del siglo XX los niños comenzaron a ir por las casas con el famoso “truco o trato”, y el primer desfile de Halloween se realizó en 1921 en Minessota. A mediados de siglo, Halloween ya se había convertido en una fiesta muy popular para las familias estadounidenses. Actualmente, el desfile de Halloween de Nueva York congrega a decenas de miles de personas y perros disfrazados. Sí, también los perros celebran Halloween.
Películas como ‘Pesadilla antes de Navidad’ con su célebre canción “Esto es Halloween, esto es Halloween” han calado hasta el punto de que el disfraz de Jack Skellington, el protagonista de la película de animación de Tim Burton, y su maquillaje sea uno de los más demandados para esta fecha. Al final todo va de divertirse. Y la diversión lleva al negocio. La noche de Halloween la gente sale a celebrar. Y de Los Santos nos quedamos con los dulces: cada año se venden más buñuelos y huesos de santos que el año anterior. Solo en Madrid se prevé que se consumirán más de 450.000 kilos de buñuelos, huesos de santo y otros dulces. Lo que llega, nos gusta y nos hace felices, se queda, nos lo quedamos. Y tampoco dejamos que se vaya lo que nos hacía felices anteriormente.
Si bien Halloween se ha convertido en la festividad principal en esta fecha, no me olvido de la celebración mexicana del Día de Muertos, mi favorita, con sus catrinas y sus altares donde los muertos pueden regresar y pasar la noche con sus familiares que siguen en este mundo. Y es que las catrinas y los altares mexicanos también se han hecho un hueco en nuestra cultura, aunque no sea tan grande como el que ha logrado Halloween. Y también los restaurantes mexicanos tienen su noche especial.
Ignoro si mañana irás al cementerio. Quizá no es lo tuyo y tienes preparado un disfraz de Halloween para esta noche. Aunque también hoy es la noche del Tenorio y puede que tengas entrada para ir al teatro a ver como a Don Juan le salva el amor de Doña Inés. Puede que tengas reserva para tu mexicano favorito o te espera una bandeja de buñuelos en casa que tomarás con amigos y un gin-tonic.
Sea lo que sea, disfruta.
Teniendo en cuenta todo lo que sucede en nuestro mundo real, a nuestro alrededor, a cada momento, a veces creo que el mejor plan es irse a vivir con Los Monsters o La familia Adams, ir al encuentro del Dr. Frank-N-Furter en ‘The Rocky Horror Picture Show’ o convertirse en un dibujo animado y viajar a Ciudad Halloween en ‘Pesadilla antes de Navidad’.
Hoy es Halloween, esto es Halloween.