Beatriz Corredor rima –asonante– con desaparición, con Mazón y con el protagonista de “Space Oddity”, el primer éxito de David Bowie, el mayor Tom. Ground Control to Beatriz Corredor, cantaría el genio inglés, sobre la presidenta de Red Eléctrica/Redeia, aka “operador privado”, según el presidente del Gobierno. El tiempo pasa, el recuerdo del gran apagón se aleja lento, pero decidido, de una sociedad hastiada, saturada de escándalos, y ella sigue sin aparecer, sin comparecer, envuelta en aquel aforismo certero de Cela, tan de Sánchez, de que quien resiste, gana. Mientras escribo, su última señal de vida virtual es un retuit del líder del Ejecutivo. Aparece en la foto con cara de pocos amigos. Lógico, a ver.
Un vídeo de Beatriz Corredor, missing, se busca, rula por las redes contagioso como el hongo de The Last of Us –sólo le supera el de Javier Ruiz–. En él, vemos a la presidenta de Red Eléctrica, en una entrevista concedida a Susanna Griso en noviembre de 2021, negar un gran apagón en España: “Tenemos un sistema eléctrico, yo diría que el mejor del mundo, y no es falso patriotismo. Es de los más seguros, evolucionados y de los que tiene unos componentes más avanzados”. La realidad trituró, de un modo implacable, sus declaraciones este lunes, a las 12:33. El blackout –también, por cierto, una estupenda canción de Bowie– se prolongó durante horas. En el municipio manchego de Alcázar de San Juan, la luz llegó en torno a a las 6:30 de este martes.
Andandará, que diría el paisano Mota, Beatriz Corredor. Madrileña, del 68, como el Mayo de París, licenciada en Derecho por la Autónoma, registradora de la propiedad –oposición dura–, como Rajoy, durante un cuarto de siglo. Se afilió al PSOE en 2003, comenzó su carrera política en San Blas-Canillejas, ascendió en el ecosistema municipal y, en 2008, Zapatero la nombró ministra de Vivienda. También fue secretaria de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas en el Ministerio de Fomento, y presidenta de la Fundación Pablo Iglesias, y de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), y consejera de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid, etcétera. Su amiga Teresa Ribera, enfrentada con Jordi Sevilla, apostó por ella para presidir Red Eléctrica de España, cargo que ocupa desde febrero de 2020. Se levanta 546.000 pavetes al año: 530.000 de sueldo fijo; 16.000, en dietas.
Sánchez, maestro en huir hacia adelante, carga contra la nuclear, señala a los operadores privados, asegura que exigirá “todas las responsabilidades”, y rechaza pronunciar el nombre de Corredor en vano. El líder del Ejecutivo omite que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) posee el 20% de las acciones de Redeia, la empresa que, a su vez, tiene el 100% de las de Red Eléctrica Española, y que el nombramiento o la decapitación de su presidente se decide en el Palacio de la Moncloa. Mientras, la hembra alfa de la empresa, sin formación ni experiencia previa en el sector eléctrico, aguarda silente, paciente, astuta. Hasta el momento, ha delegado toda explicación en el director de Servicios para la Operación de Red Eléctrica, Eduardo Prieto. Estoy convencido de que no tardará en romper su silencio concediendo una entrevista a un medio amigo –apuesto por uno que empieza por Cadena S…, a ver si lo adivinan–. Check ignition and may God’s love be with you…