Opinión

Europa ante el abismo

Extrema derecha
Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

El reciente avance de las fuerzas euroescépticas en las elecciones europeas del 9 de junio me suscita preocupaciones en varios frentes, desde la cohesión de la Unión Europea hasta la implementación de políticas globales par mitigar el cambio climático, abordar la inmigración, el marco presupuestario o futuras pandemias. Lo peor es que el fenómeno del avance de la ultra derecha euroescéptica se pudiera convertir en una nociva influencia en las fuerzas políticas predominantes, que pudieran poner en riesgo los avances logrados en áreas fundamentales para el bienestar global.

Uno de los mayores peligros del fortalecimiento del euroescepticismo es su impacto negativo en las políticas ambientales. Muchos partidos euroescépticos han dejado clara su postura negacionista frente al cambio climático, lo que ya ha empezado a socavar los esfuerzos de la UE para reducir las emisiones de carbono y promover una transición hacia energías renovables. El ambicioso Acuerdo de París está en peligro.

Marine Le Pen, lideresa del Frente Nacional (ahora rebautizado como Agrupación Nacional), aunque ha suavizado su retórica en los últimos años, ha afirmado en el pasado que las políticas climáticas impuestas por la UE eran “inútiles” y perjudiciales para la economía francesa. El partido Alternativa para Alemania (AfD), que se ha erigido como segunda fuerza alemana el 9J, describió el cambio climático como “histéricamente exagerado”, cuestionando abiertamente su base científica. El líder del Partido por la Libertad (PVV) en los Países Bajos, Geert Wilders, asegura que las políticas climáticas son “hipócritas” y que el cambio climático es una “religión” más que una ciencia.

En los meses de precampaña electoral, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante las protestas del campo en diferentes países miembros, flexibilizó su postura en torno a las políticas medioambientales de la Unión Europea activando la retirada, entre otros, del proyecto de ley sobre el uso sostenible de pesticidas, que formaba parte del ambicioso Pacto Verde Europeo, y tenía como objetivo reducir en un 50% el uso de pesticidas para 2030 y prohibir su uso en áreas sensibles.

La comunidad científica salió al encuentro de esta decisión recordando que el uso excesivo de pesticidas está vinculado a problemas graves de salud pública y medioambiental, como el aumento de tasas de cáncer, enfermedades neurológicas como el Parkinson y la degradación ambiental, incluida la disminución de insectos polinizadores esenciales para la agricultura. Pero no ha servido para nada.

El ascenso del euroescepticismo también amenaza la cohesión política y económica de la UE y esto podría llevar a un debilitamiento del mercado único y a una reducción en la capacidad de la UE para actuar como un bloque en la escena internacional o ante crisis globales.

¿Cómo habríamos abordado la crisis sanitaria de la COVID-19 sin una UE cohesionada? La Comisión Europea fue la responsable de negociar y adquirir vacunas en nombre de los Estados miembros, asegurando un acceso equitativo a través de acuerdos anticipados de compra con varios fabricantes, sin olvidar que lanzó un paquete de recuperación de 750.000 millones de euros, ni más ni menos, para apoyar la recuperación económica y social de los países miembros, que han estado sosteniendo la economía española en los últimos años. Los famosos fondos Next Generation. Un Parlamento Europeo fragmentado y dominado por voces disidentes podría paralizar la capacidad de la UE, poniendo en riesgo la salud y la seguridad de sus ciudadanos, y la economía de sus estados miembros.

La clave es entender por qué ciudadanos que podrían ver sus vidas profundamente afectadas por una UE debilitada confían su voto a las fuerzas euroescépticas que pueden dañarles. Desafortunadamente, creo que los datos, a pesar de ser necesarios, no son suficientes. El relato de supremacismo nacionalista de las fuerzas de la ultra derecha es poderoso y quizás no encuentre rival en el terreno de los hechos, sino de la comunicación. Europa ha de ser capaz de expresar una idea de supranación que trasnmita fuerza y seguridad como lo hacen los partidos euroescépticos. Los hechos demuestran que en la unión está la fuerza. Alguien debería ser capaz de creerlo de verdad y transmitir esa sencilla idea.

TAGS DE ESTA NOTICIA