Durante los últimos años, el fútbol femenino en nuestro país está experimentando un crecimiento exponencial en todos los niveles. La exitosa etapa que estamos viviendo está marcando un antes y un después en nuestra historia más reciente, situando al fútbol femenino español en la cúspide. La consecución del Mundial de Australia y Nueva Zelanda en 2023 es sin duda el punto más álgido del fútbol femenino español, un logro histórico que inspiró a miles de niñas y visibilizó el talento que atesoramos. Gracias a ello, ahora somos ejemplo y referentes para muchos otros países en los que el fútbol femenino está emergiendo con fuerza.
Antes de alzar la Copa del Mundo en el Accor Stadium de Sydney, han ido sucediéndose una serie de hitos que merecen destacarse ya que han sido los precursores del momento dulce que atravesamos en la actualidad. A nivel de clubes, el FC Barcelona está siendo uno de los pilares fundamentales, con una sección femenina que lleva años consolidándose como referente y dominando el panorama europeo con la conquista de tres Champions League en los últimos cuatro años. Por otro lado, el nacimiento del proyecto del Real Madrid Femenino en 2020 y la inversión que está realizando para reclutar en sus filas a algunas de las mejores jugadoras, ha permitido vivir la rivalidad del Clásico también en el fútbol femenino.
Esta circunstancia sumada a la creación y profesionalización de la nueva Liga F durante las últimas temporadas, está contribuyendo a proporcionar y asegurar las mejores condiciones para las jugadoras. Sin duda alguna, además de fomentar la competitividad de la competición va a elevar el nivel y la profesionalización del fútbol femenino en España al siguiente nivel. A nivel individual, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, leyendas vivientes del fútbol femenino español tras la conquista de cuatro Balones de Oro, son ya ídolas para muchas niñas que las ven como ejemplo, demostrando que el fútbol femenino español está al más alto nivel, permitiendo a nuevas generaciones a soñar en grande.
Los hitos recientes no terminan ahí y es que los logros individuales y colectivos de nuestro fútbol están contribuyendo a atraer a una creciente base de aficionados en todo el mundo. Las retransmisiones de la Champions League femenina han permitido que estos partidos lleguen a millones de espectadores, consolidando récords históricos. Las cifras de asistencia a los estadios son buena muestra del crecimiento exponencial: en la temporada 2021/2022, el Camp Nou albergó 91.553 espectadores en el enfrentamiento de Cuartos de Final de Champions League entre FC Barcelona y Real Madrid, superado semanas después por los 91.648 asistentes al partido de Semifinales frente al Wolfsburgo. Previamente, el Cívitas Metropolitano fue testigo del récord anterior, con 60.739 aficionados en un Atlético de Madrid-FC Barcelona de 2019. Estas cifras subrayan el impacto del fútbol femenino en España, tanto en los estadios como en las audiencias televisivas.
El desarrollo de este fenómeno se ha visto acompañado por una mayor presencia mediática. Los medios deportivos tradicionales han empezado a dedicarle más espacios al fútbol femenino, mientras que los medios digitales y publishers especializados han potenciado su visibilidad entre públicos más jóvenes y diversos. Este cambio ha favorecido la aparición de las ya mencionadas estrellas como Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, iconos dentro y fuera del campo. Ambas futbolistas, galardonadas con múltiples premios internacionales, son protagonistas de documentales y campañas mediáticas globales, sirviendo de inspiración para las nuevas generaciones de niñas que sueñan con seguir sus pasos.
Otro factor clave en este crecimiento ha sido la comunidad digital que rodea al fútbol femenino. Las redes sociales han jugado un papel fundamental en crear una base de aficionados comprometidos, destacando por su tono inclusivo y saludable. Este ecosistema ha permitido la aparición de comunidades digitales enfocadas en el fútbol femenino como la nuestra, donde más allá de celebrar los logros deportivos, también se valora el impacto positivo de las futbolistas como modelos a seguir en la sociedad y fortalece la conexión entre las jugadoras y sus seguidores.
El fútbol femenino en España está viviendo su primera era dorada, marcada por su profesionalización y creciente impacto social. Con figuras españolas ya reconocidas como referentes mundiales y la Eurocopa que se disputará en Suiza el próximo mes de julio, existe una gran oportunidad para seguir impulsando el crecimiento de este deporte y que España se acabe de consolidar como una de las mayores potencias en el panorama internacional del fútbol femenino.