La clave es Europa pero a estas alturas del partido no todo el mundo lo tiene claro aquí en España. La culpa es de nuestra clase política que lejos de contarnos lo que Europa puede condicionar nuestras vidas dedican sus actos de campaña a derrocar al adversario con temas domésticos que solo crean más polarización y demasiado ruido. No digo yo que la imputación de la mujer del Presidente del Gobierno Begoña Gómez no sea un asunto importante. Lo es y mucho a la espera de ver el recorrido judicial que tiene la imputación y su declaración el próximo viernes 5 de julio. También es clave la vía que abrió el líder del Partido Popular Alberto Nuñez Feijoo de presentar una moción de censura con Junts, aunque luego la matizó, descartando esta vía que solo sale con los de Carles Puigdemont y Vox. Pero son asuntos nacionales a veces con poca vida y que evidentemente no nos aclaran lo que se pueda decidir el próximo domingo en Bruselas.
Las cosas realmente importantes se deciden en Europa y después se debaten y aprueban en el Consejo de Ministros. Es en el Parlamento Europeo donde se elaboran muchas de las leyes que rigen en todos los países de Europa y desde donde muchas veces se controlan todas las legislaciones nacionales. Por eso, aunque pueda parecer que las elecciones europeas nos quedan lejanas, la verdad es que nos afectan y mucho. Ahora que estamos hablando tanto de la Ley de Amnistía aprobada hace una semana en el Congreso de los Diputados va a ser la legislación europea la que determine finalmente si encaja o no en el derecho europeo. Un asunto tan delicado y del que depende en buena parte la estabilidad de esta legislatura se va a resolver allí.
Europa también decide el modelo que tiene que seguir nuestra agricultura y ganadería, el recorte o no de los servicios públicos, blindar la subida de los precios por medio de la excepción ibérica como se ha hecho en la crisis de Ucrania, las vacunas y el suministro de mascarillas como paso durante el Covid o que política migratoria debemos adoptar con los migrantes en relación con el resto de países europeos. Este domingo aunque nadie nos lo haya contado se decide el futuro de nuestras pensiones, nuestro modelo de mercado laboral y por supuesto el reparto de los fondos europeos ¿les suena verdad?. Pero nosotros a tres días de las elecciones seguimos enfrascados en comisiones de investigación, paseíllos judiciales, pactos políticos en Catalunya y amenazas de los independentistas.
Este domingo también está en juego cuanto queremos implicarnos en la guerra de Gaza, cuanto más vamos a hacer por seguir defendiendo el estado palestino o hasta cuando podemos seguir realmente enviando armas a Ucrania. Esto si que son problemas gordos que tiene la Unión Europea y que a mi al menos como ciudadana europea me gusta debatir y también opinar. Toca mojarnos principalmente porque están muriendo demasiadas personas, decenas de miles de niños todos los días. Y además porque aunque no se pueda comparar las cifras insoportables de muertos de ambos conflictos con el dinero también afecta directamente a nuestros bolsillos a través de impuestos y aumento de los precios de la gasolina y de los productos básicos.
Este año se espera una mayor participación que en años anteriores pero las encuestas detectan que los españoles no terminamos de implicarnos tanto en estos comicios tanto como en los nacionales. Y claro el electorado nunca se va a movilizar si desconoce las razones por las que debería salir de su casa para introducir la papeleta en las urnas. Asi que señores y señoras aunque ellos no hayan hecho su labor hagan un hueco en sus agendas de domingo e impliquense en las decisiones que van a pilotar nuestras vidas en los próximos cinco años.