El viejo debate vuelve a la palestra. ¿Deben mezclarse deporte y política? El llamamiento de Kylian Mbappé a votar contra los extremos entendiéndose en el contexto francés como votar contra la ultraderecha en las próximas elecciones legislativas, ha vuelto a poner encima de la mesa la pregunta de si los deportistas deben opinar o no de política. Mbappé no ha sido el primero ni tampoco el único pero es una polémica que a los periodistas nos apasiona y que la ciudadanía “compra” porque en este país y en general en toda Europa todo lo vinculado con el mundo del fútbol arrastra pasiones.
Lo de Mbappé ha sido una reacción en cadena en el mundo del fútbol. Los medios de comunicación, aprovechando la Eurocopa, hemos preguntado a otros futbolistas y los que no son franceses se han salido por la tangente defendiendo que no se debe mezclar fútbol con política. Es el caso del portero de la selección española, Unai Simón, que ha sido categórico en este sentido y se ha negado a hablar del asunto. “Tenemos muchas veces la tendencia a opinar demasiado de ciertos temas cuando no se si deberíamos opinar o hacer esas cosas porque yo aquí soy jugador, me dedico al fútbol y soy profesional del balón. Lo único que debería hablar en estos momentos es de temas deportivos y los temas políticos dejarlos a otras personas o entidades”, ha afirmado Unai Simón.
A mi me parece muy bien que Unai Simón no se pronuncie si no quiere. No hay ninguna obligación de pronunciarse sobre temas políticos en una rueda de prensa pero creo que a veces somos un poco cínicos con el tema de los futbolistas. Cuando se mojan porque se mojan y cuando no se pronuncian porque esquivan el bulto. “¿Cual es el problema? ¿Por qué cuando lo hace un artista o un actor nos parece lo más normal del mundo y cuando lo hace un futbolista algunos piensan que no tiene ni idea?”.
En España no es muy habitual que los jugadores se impliquen en causas políticas, de género o de raza. Ha prevalecido la idea de que no hay que mezclar el deporte con otras causas y quien lo ha hecho al final ha sido diana de críticas feroces. ¿Se acuerdan de lo que pasó con Gerard Piqué que por aquel entonces era jugador del Barcelona y apoyó públicamente la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya? ¿Y de Pep Guardiola cuando mostró su total desacuerdo con las penas que el Tribunal Supremo impuso a los procesados en Cataluña? . Guardiola que en aquel entonces era el entrenador del Manchester City fue duramente criticado cuando calificó la sentencia como “un ataque directo a los derechos humanos” en un vídeo emitido a través de la plataforma Tsunami Democratic.
Igual por esta razón en España se pueden contar con los dedos de la mano los jugadores que aprovechan su posición para expresar su opinión política. Borja Iglesias o Héctor Bellerín, dos jugadores del Betis, fueron casi los únicos jugadores masculinos que se solidarizaron con Jennifer Hermoso cuando se produjo el beso no consentido de Luis Rubiales a la jugadora de la selección española.
Creo que queda clara mi opinión pero por si acaso confieso que estoy muy a favor de estos pronunciamientos de deportistas. Sus palabras tienen mucho valor porque llegan a los jóvenes y a muchos ciudadanos que viven completamente al margen de la política y solo les moviliza el fútbol. Mbappé se moja, si y además queda claro que está mas cerca de Macron que de Le Pen, pero esto no es criticable. Intenta preocuparse por el futuro de los jóvenes y ante el fenómeno internacional de la ultraderecha el opina y avisa. A mi me resulta reconfortante que alguien con dinero y famoso en todo el mundo se preocupe por lo que cree que es malo por su país. Así que bravo Kylian. Te seguimos escuchando.