Miren vive en el País Vasco y lleva más de 100 días esperando una prótesis de rodilla. Aguanta con sobredosis de ibuprofeno y con su marido Manolo que le hace todos los recados porque actividades rutinarias como ir a la compra supone un mundo de dolor para ella. Rosa vive en Madrid y lleva esperando 75 días para que le coloquen una prótesis de cadera. Afortunadamente tiene dos hijas que le ayudan en sus tareas domésticas. Paco vive en Andalucía y lleva 80 días esperando a que le operen también de una prótesis de cadera. Pepa vive en Sevilla y lleva 5 meses esperando para operarse de cataratas. Es además paciente oncológica y el tratamiento que tiene que seguir contra el cáncer le agrava más sus problemas de vista. Para conseguir una primera cita con un especialista de digestivo en la comunidad andaluza hay que estar aproximadamente 70 días en una lista de espera. En Madrid para ser atendido por un endocrino 67 días. Y en el País Vasco para que te revise el cirujano cardiovascular 90 días incluso después de que te hayan operado de un trombo en la pierna.
La situación se replica en toda España, en todas las comunidades autónomas. Ya no se salva ni el País Vasco que siempre ha estado a la cabeza en cuanto a servicios médicos. Cada vez hay más pacientes esperando para entrar en quirófano y cada vez el tiempo de espera para recibir un primer diagnóstico es mayor. Cada estadística es peor que la anterior. Las últimas cifras del Ministerio de Sanidad que son de junio de este año muestran que los pacientes en lista de espera quirúrgica han aumentado en el último año en un 3,4%( 848.340 pacientes en junio de 2024 contra los 819.964 en junio 2023). Un 20,4% de estos pacientes espera más de 6 meses. Los datos de Sanidad corroboran que el tiempo medio de espera quirúrgica es de 121 días, mientras que en junio del 2023 eran 112. En algunas Comunidades Autónomas la lista de espera llega hasta los 169 días. En el caso de las consultas con especialistas, las esperas son de 94 días a nivel nacional mientras que el año pasado eran de 87 días. En algunas regiones los días de demora superan los 135 días.
En Italia se acaba de aprobar una ley para reducir las listas de espera en la sanidad. Se va a crear una plataforma nacional para controlar el cumplimiento de los plazos y evitar el retraso de las citas. Las autoridades sanitarias de cada región van a seguir supervisando el sistema pero el Ministerio de Sanidad podría intervenir para cumplir con la ley. Es evidente que aplicar esto en España supone meternos en “camisa de once varas” porque la Sanidad al igual que la Educación tiene las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas pero la sanidad pública lleva mucho tiempo en crisis y hay que intentar socorrerla. ¿No merece el calificativo de emergencia? ¿ o es que ya no se puede ofrecer a los ciudadanos lo que religiosamente pagan con sus impuestos? Todas las formaciones políticas deberían de prestar más atención a las encuestas de la calle y los datos que arroja una de las más sonora no dejan de ser llamativos. Según una encuesta realizada por el diario El Español el 32% de los ciudadanos preferiría pagar menos impuestos principalmente porque consideran que los servicios públicos como la sanidad y la educación han empeorado. Están hartos de pagar más impuestos y ver que las prestaciones que ofrece el Estado son peores.
La mala salud de la sanidad es un problema de todos y el Estado de alguna forma tiene que reaccionar. Llevamos mucho tiempo jugando con la vida de las personas y poniendo vidas en peligro. Los datos demuestran que se juega con nuestra salud, con nuestro dinero, con nuestra pasividad y con la necesidad. El sistema de salud pública que había en España era un referente y ya no lo somos porque se ha dejado de invertir en esto aspecto. Estoy convencida de que si la mitad del dinero que pagamos en impuestos fuese a sanidad otro gallo cantaría. ¿Hay algo más importante que nuestra salud?
Estos datos demuestran de nuevo la necesidad de hacer reformas que doten de sostenibilidad al sistema sanitario y garanticen su accesibilidad, eficiencia y equidad.