Opinión

¿Cómo tienes que vivir? Como tú quieras

Manifestación vivienda - Sociedad
Actualizado: h
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La vivienda ha sido siempre el sueño de los jóvenes y la hucha de las familias. Hasta hace unos años esto seguía siendo así, pero ahora ya no lo es y cabe preguntarse por qué.

La respuesta es porque se están desarrollando políticas equivocadas. Tan equivocadas que el mercado de la vivienda está roto. No hay casas para alquilar, los precios no dejan de subir y la confianza de los ciudadanos se desmorona.

Los españoles han situado la vivienda este mes de octubre como el tercer problema en su orden de preocupaciones, cuando en junio de 2018 era su decimosexta inquietud. Y no les falta razón.

El gobierno ha dado todos los pasos en la dirección equivocada hasta estrangular el mercado de la vivienda. Ha intervenido el alquiler, ha controlado los precios y ha dado más derechos a los ocupas que a los propietarios. Siendo estas decisiones nefastas, permítanme los lectores que les comparta que no es lo peor.

Es más grave aún que hayan enfrentado a propietarios e inquilinos, que busquen dividir a la sociedad siempre, obviando que la inmensa mayoría de propietarios en España son pequeños ahorradores, que con el esfuerzo de toda una vida han comprado una casa para ponerla en alquiler y tener así un complemento a su pensión.

Y si tengo que señalar cuál es el mayor disparate del gobierno es haberles dicho a los jóvenes que no tienen por qué aspirar a ser propietarios. Las personas de mi generación tuvimos claro que comprar una casa era posible, que era y es nuestra hucha y nos da tranquilidad para el futuro. A los jóvenes de ahora, les dicen que no, que no se esfuercen porque la vivienda es inaccesible y está en manos de especuladores y personas desalmadas, cuando es el gobierno quien, con sus políticas, la ha convertido en inaccesible.

Detrás de lo que hace el gobierno y buena parte de sus socios parlamentarios hay una profunda batalla ideológica: la de la propiedad privada. Demonizarla nos acerca al totalitarismo.

La izquierda hoy en España está compitiendo en radicalidad y cada idea que lanzan es un golpe más en el ya roto mercado de la vivienda. La demagogia y el populismo no resuelven ni uno solo de los problemas, sino que los agravan.

Estamos ante una cuestión de Estado que requiere un cambio de rumbo y medidas excepcionales si de verdad queremos dar respuestas a lo que los ciudadanos nos demandan.

Nosotros, desde el partido Popular, queremos decir a los jóvenes que sí pueden a aspirar a comprar una casa, que sí es posible no pagar precios prohibitivos por el alquiler.

Queremos acompañar a los jóvenes. Para ello son necesarias políticas reformistas que den seguridad jurídica, aumenten el número de viviendas disponibles, reduzcan los plazos de tramitación administrativa y den tranquilidad a las familias. Este es nuestro empeño.

No prometeremos cosas inalcanzables, sino creíbles. No diremos a los jóvenes cómo tienen que vivir, sino que les daremos oportunidades para que elijan cómo quieren vivir. Restauraremos la confianza hoy perdida de los ciudadanos.