Comienza el 2025 de Mr. Cincodíasdereflexión. Empieza el año Franco para el hombre que quiere fomentar la paz y la reconciliación echando mano de la discordia y el frentismo. En este concierto inaugural de año nuevo le ha pedido a la orquesta que aporree con fuerza el tambor y los platillos. Nada de violines y pianos. La confusión para él es armonía. Lo mejor del ruido es que no requiere afinación. Pum. Pum. Pum. Dictador. Pum. Pum. Pum. Pseudomedios. Pum. Pum. Pum. Fachosfera. Pum. Pum. Pum. Bulos. Pum. Pum. Pum. Fachas con toga. Pum. Pum. Pum. Ayuso. Pum. Pum. Pum. Trump. Pum. Pum. Pum. Musk. Pum. Pum. Pum. Broncano.
Quiere rescatar fantasmas del pasado, adornar y maquillar espantajos, apuñalar momias. Quiere pintar y presentar futuros apocalípticos y dejarnos claro que él es la orilla donde romperán todos los tsunamis. Lo que no quiere ni en broma es el presente, esa etapa aburrida en la que la realidad no se puede ajustar a nuestro antojo por el amnésico paso del tiempo ni tampoco permite fabular y conjeturar, montar castillos de humo, ante los interrogantes de lo que llegará. El presente es lo que pasa, lo que está sucediendo, y aquí, en el ahora, sabe que está sepultado entre escándalos, inestabilidad y horrendas previsiones. Entre corrupción, pasteleos y chantajes con socios. Como siempre, su única carta, la representación de sus esperanzas, es la nulidad de la oposición. Y, ojo, no es poca cosa. Ahí sigue el PP obsesionado con cargar a cuestas el peso de la losa del incapaz Mazón. Ahí sigue Vox haciendo el cafre, embistiendo al paño rojo de la polarización. Ese clavo ardiendo ya le sirvió para no naufragar. Para salvar unos muebles que luego ha tenido que ir subastando a cambio de pequeñas bombonas de oxígeno.
Las claves electorales
Decía el miércoles Tania Sánchez en Al Rojo Vivo que ella no le encuentra el sentido a que se festeje la muerte del dictador bajo el paraguas de celebrar la libertad – el progreso- cuando justo en esa época las mujeres, por ejemplo, seguían sin poder ejercer el derecho al voto y teniendo supeditada sus vidas a las de sus maridos. Tania sabe que aquí no hay un pretexto honorable, que lo que mueve esta acción no es la buena fe ni la conmemoración de la libertad, solo es tacticismo, frentismo, una cortina de humo a lo grande, encarnada en la bandera del pollo, que distraiga la atención.
Cómo va a encabezar acciones contra Franco quien más está haciendo por revivirlo. Quien no tiene complejos en rescatar esa costumbre tan preconstitucional de mandar a un ministro a presidir el Banco de España. Quien tiene una concepción servicial de los medios de comunicación. Quien erosiona la división de poderes. Quien mueve a sus peones con cartera como quiere por el tablero de ajedrez autonómico, ejerciendo el liderazgo en su partido pasando por encima de las agrupaciones. Quien preside un consejo de ministros a media jornada: media defendiendo a Begoña, media en los territorios.
Ahí están Diana Morant, Pilar Alegría, Óscar López, y la recién ungida María Jesús Montero. Todos estos aterrizajes han sido muy democráticos, súper consensuados. Para nada a la fuerza. Solo había que ver las caras de Espadas y Tudanca. El único que parece no estar dispuesto a hacer la reverencia es Gallardo en Extremadura, que quizás ya la hizo cuando contrató al hermanísimo. Que no, que no entrega la cuchara. Que sí, que si quieren quitársela, que al barro.
Sánchez ya se mueve en clave electoral, sus aperturas le delatan. No sabe cuánto va a aguantar, pero lo que sí tiene claro es que esto puede saltar por los aires en cualquier momento, y que en esta horita no tiene el motor electoral preparado para coger la curva de su vida. Sabe que el coche rojo está gripado, que Cataluña tira, pero que el sur de los desprecios sigue resentido, que no se tragan esa patraña de que los ERE no existieron, que tienen muy fresquita la amnistía y el Cupo. Ah, y que está el califa, el hombre ese calmado que supo cambiar el mantel sin romper ninguna copa, el de la mayoría absoluta tatuada en la piel y los mejores resultados de unas elecciones generales en la historia del PP en su haber. Eso es, además, está Juanma Moreno. Que tiene todo bajo control, que lleva tiempo preparando sus murallas para este asedio más que previsible. Un presidente que está en el presente, pero también en el futuro. ¿A que no saben qué Cabalgata de Reyes decidió ir a ver Juanma Moreno con su familia este año? La de Dos Hermanas, histórico feudo socialista, bastión de bastiones para la rosa obrera. Ahí lo llevan.
Morant y Montero
No sé cómo les saldrá la operación Morant, tienen un terreno muy favorable con la sinrazón del PP ensimismado en su cabezonería por no soltar la mano de Mazón, pero les aseguro que lo de Andalucía es un error. Una mala jugada que solo atiende a la desesperación. María Jesús Montero no es la candidata ideal, no había de eso cuando se pusieron a buscarla. Es la candidata más famosa que podían poner en liza, es una vicepresidenta, una mujer conocida por los andaluces. Y eso, justo eso, la popularidad, que en la mayoría de los casos sería un enorme punto a favor, es el gran talón de Aquiles de esta decisión: el principal problema de María Jesús Montero es que los andaluces la conocen. Saben quién es. Saben cómo es. Y una cosa clave: no hay nada que le moleste más a un andaluz que se la intenten dar con queso por segunda vez.
Sánchez tiene entre ceja y ceja Andalucía, la comunidad más poblada de España, la que reparte más electores, porque sabe que es vital para su supervivencia recuperar enteros allí si quiere poder enfrentar las urnas con posibilidades. Pero claro, Montero, su farol, tiene a sus espaldas el conocimiento social de que ella no quería volver de ninguna de las maneras a su tierra, solo para actos lúdicos, findes, Semanas Santas y Ferias en la caseta de los Mimoga. También tiene el espectáculo de este verano con la financiación singular. Un pasado como la número dos de la que fue archienemiga del número uno, esa a la que ahora tratan de señalar como culpable de todos sus males, la ‘canija’ que acaricia su ratón chiquitín y redondea con los dedos sus bolitas de anís a la espera de que llegue la hora de recoger cadáveres y capitanear la reconstrucción de un partido que está ahora mismo cogido con alfileres.
Que sí, que no cabe duda de que la pesada maquinaria mediática del sanchismo va con todo desfilando por la ruta de la Plata, que la sincronizada ya tiene preparado el guion de ensalzamiento de la brava mujer que no esconde su acento, de los clasistas de derechas, del andalucismo de siempre, de la épica de la remontada, de la ministra que en realidad sí que dio todo por Andalucía, lo que pasa es que sois tan borricos que no os enterasteis. Ya tienen esa orden de intentar caricaturizar a Moreno Bonilla, ‘el falso moderado’, de buscar llevarlo al barro, de traer los decibelios del Congreso al Parlamento. Pero no, esto no les va a salir bien. Es una operación kamikaze y suicida. Los andaluces quieren estabilidad, no un zumbido desagradable y desafinado provocado por alguien que ya saben que va fuera de compás. No quieren golpes en el pecho, quieren sensatez. Y lo mejor es que María Jesús lo sabe, por eso no quería volver.