El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, está aprovechando al máximo su estancia en Nueva York en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. Antes de subir al atril de la imponente sala de la ONU, Zelenski se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El mandatario ucraniano informó en sus redes sociales, que durante su encuentro con Stoltenberg, le dio las gracias por el “apoyo prestado a Ucrania durante todo su mandato como secretario general de la Alianza y sus esfuerzos por unir al mundo para ayudar a Ucrania y reforzar nuestro Ejército”. Y es que son los últimos días del político noruego al frente de la OTAN, el 1 de octubre asumirá el cargo el ex primer ministro holandés, Mark Rutte.
Stoltenberg y Zelenski hablaron de “de la necesidad de mejorar la defensa aérea de Ucrania, de los continuos esfuerzos para invitar a nuestro Estado a ingresar en la OTAN lo antes posible, y de la importancia de la aplicación puntual de todos los acuerdos alcanzados en la Cumbre de la Alianza celebrada en Washington”.
Un momento crucial para Ucrania
Zelenski sabe que estas semanas son cruciales. Además del desgaste por la invasión rusa, la llegada del duro invierno -que ralentizan el avance en el terreno y les vuelve más vulnerables de cara a la población civil, con los ataques al sistema eléctrico que dejan sin luz ni calefacción a los ciudadanos-, el resultado de las elecciones en Estados Unidos en noviembre preocupa sobremanera al mandatario ucraniano.
Con todo esto en mente, ante la Asamblea General de la ONU Zelenski recordó que si no se llevan a cabo los esfuerzos apropiados y se recompensa a Rusia después de la invasión a gran escala, esto sólo conducirá a “un conflicto congelado” donde Rusia ocupará gran parte de Ucrania.
Zelenski criticó a los aliados de Rusia. Primero a Corea del Norte y a Irán, por directamente armar al Ejército de Putin. Los tachó de “cómplices” en la guerra de Rusia contra Ucrania. Después al “dúo China y Brasil”, por proponer un plan de paz alternativo que ignora los deseos de los ucranianos.
Ataques al sistema hidroeléctrico
Con el mítico mármol verde de fondo y vestido en tono militar como acostumbra desde el 24 de febrero de 2022, Zelenski señaló a aquellos que le proponen que ceda el territorio ya capturado por Rusia, que eso “no sólo ignora el sufrimiento de los ucranianos, no sólo ignora la realidad, sino que da a Putin el espacio político para continuar la guerra”.
Denunció que que “Rusia ha destruido todas nuestras plantas térmicas y una gran parte de nuestra capacidad hidroeléctrica”. Es el modo en que “Putin nos prepara para el invierno, esperando atormentar a millones de ucranianos, familias corrientes, mujeres, niños, ciudades normales, pueblos normales. Putin quiere dejarlos a oscuras y en el frío de este invierno, forzando así a Ucrania a la rendición“.
La alarma nuclear
Es más, Zelenski aseveró que Putin planeaba atacar las centrales nucleares ucranianas, con el objetivo de desconectarlas de la red energética, y advirtió de que estos ataques pueden provocar un “desastre nuclear”. El mandatario ucraniano alertó a los líderes en la ONU que “la radiación no respeta las fronteras estatales”.
El esperado plan de la victoria
Por fin este jueves, Zelenski presentará al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su famoso “plan de la victoria”. Las líneas maestras que traerán la paz y el fin de la incursión en Ucrania. Biden, que recibirá al presidente ucraniano en la Casa Blanca para escuchar su estrategia, ya le hizo un guiño durante su discurso ante la ONU el martes.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la cumbre de paz en Stansstad, cerca de Lucerna, Suiza
Uno de los pocos mandatarios que en la primera jornada en la ONU mencionó la invasión rusa y el sufrimiento de los ucranianos. Todo quedó eclipsado por la escalada en Líbano y la guerra en Gaza.