Francia vota

Vuelco electoral en Francia

Los sondeos dan la victoria a la izquierda, por delante del partido de Macron. Los ultras de Le Pen quedarían en tercera posición y no podrían gobernar

Vuelco electoral en Francia. Acaban de cerrar las urnas de esta segunda vuelta y ya se han conocido los sondeos a pie de urna. El Nuevo Frente Popular (de 172 a 192 diputados), la coalición de izquierdas, está ligeramente por delante del bando del partido del presidente Emmanuel Macron (150-170) y de Rassemblement National (132-152), según las primeras estimaciones.

De confirmarse estas proyecciones, sería una victoria rotunda para los partidos de izquierdas y una derrota para Le Pen, que se quedaría a las puertas de poder gobernar. A horas de convocarse las elecciones, el pasado 9 de junio, las fuerzas socialistas como La Francia Insumisa y el Partido Socialista optaron por una opción a la vez prudente y arriesgada: formaron una mega-coalición, para consolidar el voto en la izquierda. La maniobra ha salido bien, ya que el denominado Nuevo Frente Popular se ha impuesto en la segunda vuelta con entre 172 y 192 escaños a pesar de su novedad y falta de base política sólida.

La gran derrota de la noche es la del partido de Marine Le Pen, favorita en las encuestas y tras haber cosechado muy buenos resultados en la primera ronda. Los ultras y sus aliados obtendrían entre 132 y 152 escaños, quedando en tercera posición e impidiendo que gobiernen Francia.

En cuanto al partido de Macron, los sondeos le dan una horquilla de entre 150 y 170 escaños respectivamente. Todo apunta a que el presidente, que convocó elecciones tras los malos resultados de las elecciones europeas, tendrá que “cohabitar” con un Gobierno de izquierdas.

El líder de la izquierda radical francesa, Jean-Luc Mélenchon, exigió este domingo a Macron el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas que, según los sondeos, se impuso en las elecciones legislativas.

En un discurso pronunciado ante centenares de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria de la izquierda, Mélenchon consideró un “alivio” que no se haya producido la victoria anunciada de la extrema derecha.

Pero también consideró que los resultados “confirman la derrota del presidente y de su coalición” y le pidió que “no intente escapar de esa derrota con subterfugios”.

El líder de la izquierda contestataria aseguró que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, la radical La Francia Insumisa, formó con socialistas, comunistas y ecologistas.

“Y tiene que aplicar su programa y solo su programa”, recalcó Mélenchon, que rechazó entrar en negociaciones con la coalición de Macron.

Sin embargo, el presidente pidió “prudencia” ante unos resultados que no responden a la pregunta de “quién debe gobernar”, según una fuente cercana a Macron indicó a “Le Figaro”. “Cautela y análisis de los resultados: la cuestión es quién gobernará a partir de ahora y logrará la mayoría”. “Humildad, pero después de siete años, el bloque central está muy vivo”, añadió el entorno del presidente.

Por su parte, Jordan Bardella, quien candidato a primer ministro por el partido ultraderechista ha acusado a Macron, de dejar al país “en los brazos de la extrema izquierda de (Jean Luc) Mélenchon”.

Un nuevo ambiente para Francia

Con la composición de la Asamblea Nacional en Francia tal como sugieren los primeros sondeos de salida de urnas, el ambiente político será problemático, fragmentado y competitivo.

Por su parte, el Nuevo Frente Popular parece ser la fuerza mayoritaria. Esta posición les otorga un liderazgo en la Asamblea, lo que va a traducirse en políticas más progresistas y sociales, enfocadas en la justicia social, el medio ambiente y los derechos laborales. Sin embargo, al igual que sus rivales en la ultraderecha, la falta de una mayoría absoluta implica que necesitarán buscar alianzas y compromisos para aprobar sus propuestas, obligándolos a negociar tanto con el bando presidencial como con el RN para conseguir los votos necesarios.

El grupo alineado con el presidente, con 150 a 170 escaños, también tendrá una representación sustancial pero no dominante. Esto también los forzará a negociar con ambas fuerzas mayoritarias, el NFP y el RN, para avanzar en sus iniciativas. Pero, lejos de aportarle a Francia equilibrio y compromisos, la falta de una mayoría clara podría resultar en inestabilidad política debido a la dificultad de aprobar leyes y políticas importantes.

Por su parte, el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció que este lunes presentará su dimisión tras las elecciones de este domingo pero se mostró dispuesto a dirigir el Ejecutivo de forma provisional ante la situación de bloqueo parlamentario y por la cercanía de los Juegos Olímpicos.

Le Pen ha recordado que a pesar de no haber logrado la victoria ni la mayoría absoluta, el RN ha mejorado sus resultados. “La marea está subiendo. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo y, en consecuencia, nuestra victoria sólo se retrasa. Tengo demasiada experiencia para sentirme decepcionada por un resultado en el que dupliquemos nuestro número de diputados”, indicó.

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