El análisis

Más cerca de Le Pen o de Orban que de Meloni

Los resultados de los partidos de ultraderecha en las últimas elecciones preocupan a la Unión Europea

No cabe duda de que el apoyo a la ultraderecha va en aumento en Europa. Giorgia Meloni se hizo con el gobierno italiano en septiembre de 2022: recibió el 26% de los votos y pudo formar una coalición de derecha que le permitió gobernar.

Es un patrón que se ha repetido a lo largo del bloque en las últimas elecciones europeas. En Francia, el Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen obtuvo una victoria aplastante, con un 31% del voto, y casi ganan también las elecciones legislativas, con un resultado altísimo en la primera ronda. Y en Alemania, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) quedó segundo con casi un 16% del voto.

Frente a este escenario, llega la inquietud a España. ¿Podría Vox alcanzar un resultado parecido en las próximas elecciones? Tanto Vox como, por ejemplo, el RN, tienen un respaldo popular de rango similar, un perfil de votante similar en su mayor parte y una narrativa política con elementos comunes. Sin embargo, el potente crecimiento de Le Pen sitúa a esta formación en una dimensión de transversalidad, a la que Vox aún no puede aspirar. Mientras en España Vox obtuvo un 8,2% en las últimas elecciones generales, el partido de Le Pen ha crecido significativamente, alcanzando un 21% sobre censo.

Francia

La líder de Agrupación Nacional Marine Le Pen a su llegada a la sede del partido de extrema derecha, un día después de su derrota en la segunda vuelta de las elecciones

Con todo, Vox está más cerca de Le Pen que de Meloni. “Yo los compararía más [al RN] o incluso al partido Fidesz de Viktor Orban, en Hungría”, explica a Artículo14 Peter Hefele, Policy Director en el think tank Martens Centre for European Studies. Según Hefele, el gobierno central parece, de momento, a salvo de la ultraderecha, pero la situación en las comunidades autónomas es más preocupante.

“Actualmente el PP está funcionando bastante bien y está ocupando, creo, el espacio centrista de centro-derecha en el espectro político”, explica el experto. “Pero la cosa cambia si te fijas en las dinámicas regionales, donde a veces Vox tiene un mejor desempeño. Lo mismo ocurre en Italia o incluso en Alemania, que es clave porque es el país más grande y un caso importante donde la ultraderecha tiene fuerzas muy fuertes, particularmente el AfD. En Alemania Oriental, donde han ganado, se ven claramente las dinámicas locales y nacionales”.

Caer en la derecha más radical

Según Hefele, “tenemos que entender completamente los sistemas políticos nacionales también. No podemos simplemente generalizar. Tenemos que mirar muy cuidadosamente y tratar de entender qué impulsa a los votantes hacia la derecha más radical y qué otras opciones hay. Como acabo de mencionar, hay fuerzas fuertes, como el PP en España, que aún mantienen el centro”.

Francia

Marine Le Pen junto a Viktor Orban

Con todo, la gran diferencia entre países como Francia y la situación en España es la existencia de un centro fuerte y afianzado. “Entonces hay un exceso de lo liberal, como Macron, y de la extrema derecha. No queda nada en el medio, que sea más de un conservadurismo moderado o, en algunos países, fuerzas democráticas cristianas. Si tienes este vacío, entonces tienes un sistema político mucho más polarizado”, explica Hefele.

Aliados políticos

Una gran pista que sitúa a Vox en el campo de Le Pen y de partidos como AfD fue la conferencia VIVA24, celebrada en Madrid, que contó con la participación de mandatarios como el argentino Javier Milei. “Los de Vox están mucho más alineados con este punto de vista conservador muy radical, junto a Le Pen. Meloni, que también estaba allí, es mucho más moderada que Orban. Pero Vox pertenece a un tipo diferente de conservadurismo radical, más parecido a lo que vemos en Estados Unidos o en algunas fuerzas políticas latinoamericanas”, afirma Hefele.

Muchos de los partidos que asistieron al VIVA24 tuvieron luego buenos desempeños en las elecciones europeas. Además del triunfo del RN y del AfD, en Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) ganó las elecciones con el 27% de los votos, superando al partido democristiano ÖVP. Y en España, Vox mejoró sus resultados en comparación con las elecciones anteriores, convirtiéndose en la tercera fuerza más votada después del Partido Popular y el PSOE.

Meloni

Los líderes de la UE, entre ellos, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en Bruselas

Los resultados preocupan a la Unión Europea. Según lamenta Hefele, “si miras hacia las próximas elecciones federales en septiembre, el AfD podría convertirse en el partido más grande en tres estados del este de Alemania, según las encuestas. Esto causa mucha preocupación porque podríamos enfrentarnos a una situación donde es difícil forjar un gobierno estable. Los partidos restantes son tan débiles, excepto la CDU, que puede que no haya alternativa en términos de formación de coaliciones. Podríamos ver, por primera vez, un gobierno minoritario, que es una situación muy inestable. Tienes que ir de tema en tema para encontrar tus mayorías. Esta es una situación bastante nueva para Alemania. Nuestra constitución nunca previó esto, y va en contra de nuestra cultura política, donde normalmente tenemos gobiernos estables”, afirma el experto, en un ejemplo casi idéntico a la situación que enfrenta ahora Francia.

Aunque el auge de la extrema derecha es una realidad, las situaciones en Francia y en Italia no son del todo extrapolables a España. Por lo tanto, es difícil predecir si realmente Vox seguirá su patrón o si la derecha clásica española podrá servir de suficiente obstáculo.

A nivel europeo

“Esta polarización está impulsada por dinámicas nacionales. El impacto de Europa es limitado porque muchos de los problemas de los que se quejan se deciden a nivel nacional. Sí, su narrativa a menudo involucra la burocracia de Bruselas y las fuerzas liberalizadoras de izquierda en la Comisión, que impulsan agendas como el Pacto Verde y discusiones de wokeismo. Pero Europa no siempre es el nivel relevante de discusión; se trata más de cuestiones nacionales. En las elecciones europeas, lo que hizo que la gente votara por un partido en particular fue en gran medida la agenda nacional más que la agenda europea”, explica Hefele.

Meloni

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni

Sin embargo, en el plano europeo Vox ha encontrado una nueva fuente de poder: el grupo parlamentario Patriotas por Europa, fundado por Orban, al que acaban de unirse dejando atrás a los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de Meloni. Ahora, forman parte de la tercera potencia del Parlamento Europeo.

“La formación de la nueva facción da un impulso importante a la ultraderecha europea: “Orbán hizo un esfuerzo impresionante para unirlos, lo cual no esperaba. En el pasado, este bloque de derecha ha sido muy heterogéneo, por lo que no podían realmente formar una alianza poderosa. Pero ahora, esto es un éxito notable entre comillas. La decisión de Orban pone a ECR en una posición incómoda porque, si más partidos dejan el ECR, se vuelve muy difícil para Meloni mantenerlo como su herramienta de influencia en el nivel europeo”, señala Hefele.

Además, el AfD ha formado otro grupo de ultraderecha más, los Soberanistas. Esto incrementa el poder del bloque conservador en la UE. “Podemos adivinar hacia dónde va esto en los próximos cinco años. Podrían fusionarse. No excluiría esta posibilidad. Y entonces tendremos una gran fuerza política. Siempre están de acuerdo en ciertas cosas, pero no están tan unidos como podría parecer a primera vista. En algunos campos de política, no están de acuerdo, pero no excluiría la posibilidad de que se fusionen”, termina el experto.