Elecciones UE

Von der Leyen necesita el apoyo socialista para repetir en la Comisión

La presidenta de la Comisión Europea necesita el apoyo de socialistas y conservadores para presidir cinco años más

Ursula von der Leyen

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una visita a Knivsta, al sur de Uppsala, en Suecia Efe

Alberto Núñez Feijóo y Ursula von der Leyen se vieron las caras este fin de semana durante el breve viaje a Galicia de la actual presidenta de la Comisión Europea, escenificando su alianza clásica. Ambos son miembros del Partido Popular Europeo (PPE), al que pertenecen sus respectivos partidos, y por lo tanto aliados naturales en el espectro europeo.

Sin embargo, a menos de una semana de las elecciones europeas del 9 de junio, Von der Leyen se encuentra en una encrucijada que le impide estar completamente de parte de Feijóo contra Pedro Sánchez. ¿El motivo? Necesita desesperadamente el voto socialista, si quiere repetir como presidenta de la Comisión otros cinco años más.

Durante el evento en O Pino, Von der Leyen destacó que Europa sigue un «camino similar de paz, esperanza y valores» comunes al de la ruta jacobea, abogando por la ayuda a Ucrania y la protección de agricultores y pescadores. También subrayó la importancia de votar al PP en los próximos comicios.

En su discurso ante unos 5.000 participantes, Von der Leyen resaltó que Galicia es «una historia de éxito para Feijóo», quien gobernó la comunidad durante catorce años. Felicitó al actual presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, por su reciente victoria y afirmó que el templo de Santiago y el Camino jacobeo están «en el corazón de Europa». Expresó que no podría aspirar a un segundo mandato en la presidencia de la CE sin visitar Santiago, resaltando la necesidad de «valentía, fe y resiliencia» para completar la ruta.

Amenaza a los valores europeos

Von der Leyen también señaló que algunos valores europeos están amenazados, pero insistió en la importancia de la «unión» de los 27 Estados miembros para reforzar la paz. Admitió preocupación por el Estado de derecho, pero aseguró que Europa «protege» cuando este se ve comprometido. Y afirmó que la UE debe «proteger a los ciudadanos ante cualquier amenaza» y pidió confianza en las instituciones europeas por parte de España y los demás países miembros.

Sin embargo, y a pesar de manifestar su apoyo por los valores conservadores que comparte con el PP, evitó pronunciarse contra el PSOE y poner en riesgo el apoyo de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo.

Un juego de números

En 2019, Ursula von der Leyen logró su puesto como presidenta de la Comisión Europea por un margen muy estrecho en el Parlamento Europeo: nueve votos. Pero este año, el juego de números requerido para asegurar su segundo mandato es mucho más complicado, y tiene lugar frente a un Parlamento mucho más hostil y polarizado que la última vez. Por eso, existe una posibilidad muy real de que la conservadora alemana no obtenga los votos necesarios para mantener el cargo.

Para poder dirigir la Comisión Europea cinco años más, Von der Leyen necesita superar dos grandes obstáculos políticos. Primero, debe obtener el apoyo de una mayoría cualificada de los 27 líderes de la UE en el Consejo Europeo durante una reunión posterior a las elecciones a finales de junio. Segundo, ha de asegurar al menos 361 votos de los 720 miembros del Parlamento Europeo para confirmar la elección de los líderes durante una votación secreta en el Parlamento.

Por suerte también está el Consejo, donde las cosas son algo más fáciles. El Partido Popular Europeo (PPE) de Von der Leyen tiene 12 jefes de estado y de gobierno en sus filas, todos los cuales se espera que la respalden. Siempre existe el peligro de que las cosas se tuerzan: Emmanuel Macron de Francia podría optar por otro candidato, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, pertenece al campo socialista. Sin embargo, por ahora, los líderes nacionales no le están dando tantos problemas como el Parlamento.

Las encuestas sugieren que el PPE de Von der Leyen será el mayor grupo parlamentario tras las elecciones, con 170 escaños. Pero para construir una mayoría, necesitará ofrecer incentivos, en negociaciones postelectorales, a los otros grandes grupos centristas: los socialistas y los liberales. Los acuerdos dependerán de qué países obtienen los puestos principales en Bruselas —comercio y economía en la comisión— y qué partidos políticos obtendrán los roles principales en los comités del Parlamento. Si Von der Leyen logra asegurar el apoyo del PPE, el grupo liberal Renew Europe y los Socialistas y Demócratas (S&D), sumaría unos 390 escaños, según las proyecciones de una encuesta de POLITICO.

Debilidad en la alianza

Pero la suma de apoyos no es tan sencilla. Incluso si los líderes de los partidos ordenan a sus miembros respaldar a von der Leyen, se espera que al menos un 10% de los legisladores de cada grupo se opongan o se abstengan en la votación, lo que reduciría su total a 351, diez menos del número crítico. Y eso es una estimación generosa: la tasa de rebelión podría superar el 10 por ciento, incluso dentro del propio PPE de Von der Leyen. En votaciones anteriores, los rebeldes que desafiaron la línea del partido oscilaron entre el 13 por ciento y el 28 por ciento.

En 2019, Von der Leyen ganó su mayoría de nueve votos gracias al apoyo del PPE, Renew y S&D. También obtuvo varios votos del partido Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orbán y del partido conservador Ley y Justicia (PiS) de Polonia. Pero no hay manera de que consiga esos dos apoyos esta vez, porque ha estado presionando al PiS y a Fidesz por sus fracasos en el estado de derecho y su administración los ha retratado como los enemigos del bloque.

Para guardarse las espaldas, Von der Leyen centró parte de su estrategia en tantear la posibilidad de recibir apoyo ultraconservador. Ya cortejó a la italiana Giorgia Meloni, lider de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), intentando distinguirla del resto de la extrema derecha. Fue una decisión muy arriesgada que no gustó a socialistas y liberales, quienes podrían rechazar a Von der Leyen; aunque el apoyo de Meloni será crucial en el Consejo, en el Parlamento sus 23 escaños podrían no compensar la pérdida de votos de los socialistas y liberales.

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