Ya es oficial: Ursula von der Leyen repetirá como presidenta de la Comisión Europea, lo que significa que la Unión Europea estará liderada por una mujer al menos cinco años más.
Von der Leyen fue reelecta tras una votación en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, donde obtuvo 401 votos a favor, 284 en contra y 15 abstenciones. Necesitaba 360 votos para asegurar su puesto, y el respaldo mayoritario refleja una fuerte (e inesperada) confianza en su liderazgo durante un periodo caracterizado por desafíos significativos, como la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania. Puede respirar tranquila por primer vez en meses, ya que hasta ahora el apoyo para su reelección era incierto.
Durante su primer mandato, Von der Leyen se ganó el respeto de los jefes de estado y gobierno europeos por su firme apoyo a Ucrania y su capacidad para mantener relaciones estrechas con los aliados de Europa. Su reelección se ve como una señal de continuidad de estas perspectivas en Bruselas, algo que muchos consideran crucial en un momento de incertidumbre política en algunos estados miembros de la UE y ante la posible repercusión de las próximas elecciones en Estados Unidos. Sin embargo, su mandato no ha estado exento de críticas, con algunos sectores políticos señalando inconsistencias en su compromiso con el pacto verde y la defensa de los estándares del estado de derecho.
Para su segundo mandato, von der Leyen ha delineado un ambicioso plan que incluye proyectos de defensa de la UE, como un escudo aéreo europeo, y la promesa de no debilitar las políticas europeas sobre el cambio climático. También ha propuesto un nuevo fondo de competitividad en el próximo presupuesto de la UE para invertir en tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, y ha presentado cambios en la política migratoria, incluyendo un nuevo enfoque para el retorno de migrantes y planes para triplicar el número de guardias fronterizos y costeros europeos.
La reelección de von der Leyen implica que la Comisión Europea continuará teniendo un papel central en la elaboración y propuesta de nuevas políticas y leyes de la UE, así como en la asignación del presupuesto comunitario.
Este poder le otorga una influencia considerable sobre las reglas que afectan a los 27 países miembros y sus 450 millones de ciudadanos, en áreas como el comercio, la competencia, la agricultura y el medio ambiente. Prueba de su alcance fueron las prioridades de von der Leyen durante su primer mandato, ya que se centró en la lucha contra el cambio climático y lideró la respuesta de la UE a emergencias como la pandemia de COVID-19, demostrando su capacidad para manejar situaciones críticas y avanzar en la agenda política de la Unión Europea.
El apoyo entre los grupos
Von der Leyen contó con el apoyo de tres grupos principales y pro-UE: el Partido Popular Europeo de centro-derecha, los Socialistas y los liberales de Renew. En las semanas y meses previos a la votación, algunos legisladores dentro de estos grupos centristas expresaron que no votarían por ella, obligándola a buscar respaldo fuera de su coalición actual, incluyendo a los Verdes de tendencia izquierdista.
Con 401 votos a favor, aproximadamente 45 diputados de los Verdes que apoyaron a von der Leyen fueron cruciales para asegurar su reelección para un segundo mandato. Las cifras finales sugieren un apoyo muy magro del grupo ECR de Giorgia Meloni, indicando mas bien que los Verdes fueron decisivos en la votación a favor de von der Leyen.
Sin embargo, solo 640 de los 720 diputados europeos participaron en la votación.