Elecciones UE

Von der Leyen, Kallas y Costa confirmados para la cúpula más feminista de la historia de la UE

Se han confirmado los nombres de Antonio Costa como presidente del Consejo Europeo, Kaja Kallas como Alta Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea por segunda vez

Ursula

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es felicitada en Bruselas Efe

Tras semanas de debates y deliberaciones, marcados por las tensiones políticas y el miedo a la ultraderecha, la Unión Europea ya está un paso más cerca de conocer a su nueva cúpula. Tras acudir al Consejo Europeo para reunirse en una cumbre calurosa y tensa, los líderes del bloque han designado por fin a los tres altos cargos de la próxima legislatura: se han confirmado los nombres de Antonio Costa como presidente del Consejo Europeo, Kaja Kallas como Alta Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea por segunda vez.

El camino ha sido difícil. Las elecciones europeas del 9 de junio inauguraron un nuevo Parlamento mucho más inclinado hacia la derecha que el que se formó en 2019. Mientras que el Partido Popular Europeo (EPP) ganó las elecciones —logrando así el privilegio de nominar al líder de la Comisión, en este caso su Von der Leyen— y los socialdemócratas quedaron segundos, los liberales de Renovar Europa desfallecieron muchísimo, dejando que la extrema derecha, con el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), se convirtiera en la tercera fuerza política de la Eurocámara.

Este cambio de poder provocó tensión en las dinámicas, lo que a su vez entorpeció las negociaciones para estos tres ‘top jobs’. Mientras que Giorgia Meloni, empoderada tras su victoria ya que es la líder del ECR, se enfadaba por haber quedado excluida de las negociaciones (liberales, centristas y socialdemócratas se reunieron de manera informal la semana pasada y pactaron entre ellos los tres nombres elegidos), el EPP se vino arriba tras su triunfo electoral y exigió a los socialistas partir la presidencia del Consejo en dos términos, para colocar a un candidato propio en el cargo más alto al que aspiraban los socialdemócratas.

Unión Europea

Roberta Metsola, Kaja Kallas y Ursula von der Leyen

Ambas situaciones se extinguieron relativamente rápido, pero tuvieron el efecto de ralentizar los nombramientos y crear incertidumbre. De cualquier manera, la suerte está echada, y parece que la legislatura de 2024 a 2029 será histórica por tener tres mujeres a la cabeza: Von der Leyen, Kallas y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, más Antonio Costa como cuarto miembro de esta cúpula europea.

Enfadada, Meloni se abstuvo de votar cuando el nombre de von der Leyen salió, y sí se atrevió a votar en contra de Kallas y Costa. Por su parte, el húngaro Viktor Orbán votó en contra de von der Leyen. Los demás líderes dijeron que sí al resto de los candidatos.

Ursula von der Leyen

Ursula von der Leyen hizo historia en 2019 al convertirse en la primera mujer de la historia en liderar la Comisión Europea. Lo logró por los pelos, gracias a un margen de 8 votos, y parece que esta ocasión podrá repetir.

Ursula

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este martes en Bruselas

Pero a Von der Leyen aún le queda trecho, porque su destino aún no se ha confirmado. Tras su designación como candidata a manos del Consejo, debe someterse a una votación parlamentaria en la que va a necesitar una mayoría absoluta, es decir, el voto de 360 eurodiputados. La suma de apoyos del EPP (188 escaños), de los Socialdemócratas (S&D) (136 escaños) y los liberales de Renovar Europa (75) podría a primera vista ser suficiente.

Pero los expertos avisan de un 10-15% de abstención o rechazo habitual en todas las elecciones, y todo indica que en este caso el porcentaje de eurodiputados que voten en contra de Von der Leyen podría ser mayor. En parte porque, desesperada por lograr ese apoyo, fue a buscar votos al ECR intentando acercarse a Meloni, jugada que no tuvo buen resultado y enfadó mucho a los socialdemócratas y a la izquierda.

De manera que su aprobación no está garantizada. De confirmarse, su siguiente paso será formar un equipo de Comisarios, concediéndole una cartera a cada uno de los países del bloque: cada nación presentará a sus candidatos, y luego esperará con los dedos cruzados a conseguir uno de los cargos “buenos” (generalmente los de Economía o Agricultura).

Ya destaca el caso de Irlanda, que se ha negado a obedecer la petición de Von der Leyen de nombrar dos opciones de candidatos, un hombre y una mujer. Dublín ya ha anunciado que solo presentará a un candidato masculino, su ministro de Economía Michael McGrath, negándole la oportunidad a una mujer con la justificación de querer “asegurarle a un ministro dispuesto a cambiar de cargo” la “certidumbre de que será el único candidato”.

Kaja Kallas

El nombramiento de Kaja Kallas como Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad es agridulce. De gran popularidad y alta consideración política en su papel de primera ministra de Estonia, Kallas tenía todas las cartas para hacer historia y convertirse en la primera mujer a la cabeza de la OTAN. En sus 75 años de historia, la Organización Atlántica ha tenido doce líderes masculinos y ninguna mujer.

Kaja Kallas

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas

Oportunidad malgastada en nombre de la prudencia. Uno de los motivos por los que Kallas no obtuvo el puesto, para que lo ocupara en su lugar el holandés Mark Rutte, fue la posibilidad de que Donald Trump ganase en otoño las elecciones de Estados Unidos. La misoginia de Trump es célebre; también lo han sido sus declaraciones anti-OTAN de los últimos meses, incluyendo la amenaza de sacar a EE. UU. de la alianza. Esta posibilidad, en plena tensión geopolítica tanto en Ucrania como en Oriente Medio, aterra a la OTAN, que prefirió no arriesgarse a elegir a una líder que Trump no respetase.

Con todo, el nuevo cargo de Kallas podría incluir funciones de defensa, en vista del nuevo empuje europeo para crear un fondo de defensa comunitario y nuevas políticas de protección fronteriza.

Tras ser aprobada por el Consejo, Kallas tendrá que buscar la aprobación del Parlamento junto a los demás Comisarios de Von der Leyen, y para ella se someterá a una audiencia y entrevista con expertos.

Antonio Costa

El nombramiento del socialista Antonio Costa, perteneciente al Partido Socialista portugués, también ha sido controvertido. ¿El motivo? En teoría, está involucrado en una investigación por corrupción que le obligó a dimitir de su cargo en diciembre de 2023. En noviembre de ese año, la fiscalía de Portugal detuvo a miembros del equipo de Costa por supuesta corrupción en minas de litio, hidrógeno verde y centros de información. Costa, por su parte, sigue bajo investigación por su posible involucramiento en la trama.

Eso no ha impedido que los líderes europeos lo designen para obtener el cargo que actualmente ocupa Charles Michel, en una designación que ha suscitado críticas por parte del espectro derecho de la balanza europea. Con todo, ninguno de sus críticos — por ejemplo, Viktor Orbán — ha podido ponerle trabas sustanciales, ya que el presidente del Consejo es elegido por los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros por mayoría cualificada. Y, de los tres candidatos, Costa es el que más motivos tiene hoy para celebrar: su designación no requiere aprobación del Parlamento Europeo, por lo que su cargo ya se ha confirmado.

Los comisarios europeos

Quedan pendientes los nombramientos del equipo de Ursula von der Leyen, los comisarios europeos. Las carteras actuales incluyen el cargo de vicepresidente ejecutivo, varios vicepresidentes, y luego los comisarios de Economía, Empleo, Agricultura, Justicia, Igualdad, Transporte, Energía, Medio Ambiente, Interior… para un total de 27 cargos.

¿Cómo se designan? Primero, cada Estado miembro propone dos opciones (una de cada sexo) de comisario, y el presidente de la Comisión asigna las carteras específicas. Después, los comisarios propuestos deben someterse a audiencias ante las comisiones correspondientes del Parlamento Europeo. Estas audiencias son públicas y tienen el objetivo de evaluar las competencias y la idoneidad de cada candidato para el puesto asignado. Tras las audiencias, el Parlamento Europeo vota sobre la Comisión en su conjunto. Esta necesita el apoyo de una mayoría de eurodiputados para ser confirmada.