Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya lo pasó mal el pasado verano cuando los 27 países del bloque ignoraron su petición de nominar a dos candidatos al comisariado, un hombre y una mujer. Von der Leyen buscaba alcanzar la paridad en su equipo, algo que finalmente no pudo cumplir: de los nuevos comisarios, 11 son mujeres y 16 hombres.
La presidenta quedó decepcionada, y la igualdad de género, ignorada. Por lo tanto, y de cara a formar su nuevo equipo, ha establecido una serie de reglas para garantizar la diversidad en los gabinetes de los comisarios europeos. Estas reglas abarcan aspectos de género, nacionalidad y experiencia, con el objetivo de asegurar que cada equipo de trabajo refleje de manera equilibrada la diversidad de la Unión Europea.
Igualdad en los equipos
Una de las principales disposiciones establece que, al igual que en 2019, cada gabinete de los comisarios deberá estar compuesto por un número igual de hombres y mujeres. Esto significa que en los equipos de los 27 comisarios se debe respetar la paridad de género a la hora de contratar asistentes, expertos y funcionarios.
Además de la igualdad de género, Von der Leyen ha especificado que los gabinetes deberán incluir una representación adecuada de distintas nacionalidades. En el caso de su propio gabinete, el de Kaja Kallas (Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores) y el de los cinco vicepresidentes ejecutivos, cada uno deberá incluir miembros de al menos cinco nacionalidades diferentes. Y en los gabinetes de los comisarios restantes, deberá haber al menos tres nacionalidades representadas. Y otra de las medidas para fomentar la diversidad es la limitación del número de personas de la misma nacionalidad dentro de los gabinetes. Según las nuevas normas, “no más de dos miembros del gabinete pueden proceder del mismo país que el comisario”. Esto busca evitar que los comisarios formen equipos compuestos mayoritariamente por personas de su propio país de origen.
Un proceso muy estricto
Por primera vez, todos los jefes de gabinete deberán someterse a un proceso de verificación de seguridad realizado por uno de los Estados miembros de la Unión Europea. Esta medida introduce un nuevo requisito para asegurar que los líderes de estos equipos cumplan con los estándares de seguridad establecidos a nivel europeo. En cuanto a la composición de los gabinetes, Von der Leyen mantendrá un equipo de 12 miembros senior. Sin embargo, los vicepresidentes ejecutivos, incluido Kaja Kallas, tendrán un equipo de nueve miembros senior, uno menos que en 2019. Los otros 20 comisarios mantendrán equipos de seis miembros senior, como estaba establecido previamente.
El documento que recoge estas nuevas normas fue elaborado bajo la supervisión de Björn Seibert, jefe de gabinete de Von der Leyen. Aunque existían rumores sobre posibles cambios radicales en la estructura de los gabinetes, solo se han realizado modificaciones menores en comparación con las reglas de 2019. Por su parte, los futuros comisarios han estado preparando sus planes para los próximos cinco años, en función de estas normas. Una vez que se seleccionen los equipos de los comisarios, los gabinetes tendrán una función clave en la implementación y seguimiento de las políticas que dirijan cada uno de ellos.
Las audiencias para la confirmación de los comisarios entrantes se llevarán a cabo entre el 4 y el 12 de noviembre de 2024, cuando los designados deberán presentar sus programas de trabajo y responder a las preguntas de los miembros del Parlamento Europeo.
Por la igualdad de género
Ursula von der Leyen ha estado impulsando la igualdad de género como una prioridad central durante su mandato. En 2019, al asumir la presidencia de la Comisión Europea, hizo una “fuerte promesa” de convertir la igualdad de género en un eje clave de su programa. Esta promesa se tradujo en la Estrategia de Igualdad de Género 2020-2025, con un enfoque dual de “gender mainstreaming” y medidas específicas para abordar desigualdades.
Durante su mandato en 2019-2024, se implementaron varias iniciativas políticas clave que subrayaron su compromiso, como la adopción de la Directiva de Equilibrio entre la Vida Profesional y Personal (2019), la Directiva de Mujeres en los Consejos de Administración (2022) y la Directiva de Transparencia Salarial (2023). Son medidas que apuntan a cerrar las brechas de género, particularmente en el trabajo y los cuidados.
Y von der Leyen también impulsó la ratificación de la Convención de Estambul (2023), un estándar clave para combatir la violencia de género. Su estrategia de igualdad aboga por monitorear estas políticas y abordar temas urgentes, como la salud sexual y reproductiva, y la integración de la perspectiva de género en la transición ecológica y digital.