Apartheid de género

Vía libre para llevar a la justicia internacional a los talibanes por la opresión a las mujeres

Tras la propuesta impulsada por Alemania, Australia, Canadá y Países Bajos contra los fundamentalistas por las violaciones de los derechos humanos de mujeres y niñas, el portavoz talibán reacciona con un polémico "en Afganistán no se discrimina a nadie"

Afganistán
Estudiantes afganas asisten a la academia de ciencias Karar Ramz, dirigida por un ingeniero de la construcción en Kabul de manera altruista Efe

A los talibán no les gustan que les reprochen el apartheid de género que fomentan en Afganistán. Los fundamentalistas, que desde que llegaron al poder en verano de 2021 no han dejado de restringir los derechos de las mujeres y las niñas, se indignan ahora con las  voces internacionales que denuncian lo que ocurre en el peor país del mundo para nacer mujer.

Así, en el marco de la Asamblea General de la ONU, Australia, Alemania, Canadá y Países Bajos se han unido para que los talibán rindan cuentas ante el derecho internacional por el trato dado por los barbudos a las afganas. “Es una acción sin precedentes”, recalcan desde el ministerio de Exteriores de Australia en un comunicado, donde explican que se “emprende contra Afganistán por violaciones de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de la que Afganistán es parte”. Un tratado internacional adoptado en 1979 y ratificado por Afganistán en aquel entonces. Cuatro años después, en 1983, lo firmó España.

Un proceso que podría terminar en la CPI

Así, los cuatro países instan a los talibanes a que participen en las negociaciones, tal y como establece la Convención. Se trata de un “instrumento vinculante, universalmente reconocido”, que lucha contra la discriminación de las mujeres y protege los derechos de las niñas para preservar su dignidad y bienestar.

Afganistán

Una mujer con burka y su hija mendigan en plena carretera en Kabul, Afganistán

En caso de una negativa de los talibanes, el caso podría derivarse a la Corte Internacional de Justicia, el principal órgano judicial de la ONU que tiene su sede en La Haya (Países Bajos).

“Hoy nos hemos unido a socios de todas las regiones del mundo en la importancia de una acción internacional firme en respuesta al trato que los talibanes dan a las mujeres y las niñas“, aseveran las autoridades australianas.

Desprecio por las libertades de las mujeres

“Los talibanes han demostrado su desprecio por los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas en Afganistán, mediante una campaña de opresión sostenida y sistemática”, destaca el ministerio dirigido por Penny Wong.

“Esto incluye negar a las niñas su derecho a la educación e intentar borrar a las mujeres de la vida pública“, hechos que por desgracia ocurren en Afganistán desde que los fundamentalistas retomaron el poder.

Familias afganas reciben ayuda humanitaria

“No nos quedaremos de brazos cruzados ni permitiremos que la situación en Afganistán se convierta en una ‘nueva normalidad'”, insistió la ministra de Exteriores australiana.

El departamento dirigido por Wong reconoce que “hemos escuchado el clamor de las mujeres afganas y nos comprometemos a defender sus derechos humanos y a amplificar sus voces”. Asimismo, recalcan que la “participación de las mujeres y las niñas en la sociedad es esencial para lograr sociedades pacíficas y un desarrollo sostenible”.

Han sido tres ministras de Exteriores y un ministro los que han llevado a cabo esta iniciativa en el marco de la 79ª Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York. Además de Wong, la jefa de la diplomacia germana, Annalena Baerbock, la canadiense, Mélanie Joly, y el neerlandés, Caspar Veldkamp, están determinados a llevar al régimen talibán ante la Corte Penal Internacional.

Mujeres de Afganistán cosen en Kandahar

Tres mujeres afganas cosen en la ciudad de Kandahar, Afganistán

De ahí que los fundamentalistas hayan reaccionado. En lugar de guardar silencio e intentar promover las negociaciones, el portavoz adjunto del Emirato Islámico de Afganistán, Fitrat Hamdullah criticó la medida. Como si no hubieran impuesto leyes tan asfixiantes para las mujeres como prohibirles hablar en público. Tampoco pueden montar su propio negocio, ser atendidas en el médico, ir a lugares como parques (ni niñas ni adultas) y las menores no pueden recibir educación secundaria. Unos derechos básicos que deberían estar garantizados.

Con todo, para Hamdullah, “no es de recibo que algunos países acusen al Emirato Islámico de Afganistán de violación de los derechos humanos y discriminación de género“. En su opinión, “los derechos humanos están protegidos en Afganistán y no se discrimina a nadie”, se atrevió a escribir en su cuenta de X, antes conocida como Twitter.

Afganistán

Refugiadas afganas con burkas esperan para subir al autobús en Karachi de vuelta a Afganistán tras las deportaciones de Pakistán

“Desgraciadamente, se está intentando difundir propaganda contra Afganistán basada en informaciones falsas de unas pocas mujeres y hacer que la situación parezca equivocada”, concluye el portavoz talibán.

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