A dos días de sus elecciones presidenciales, Venezuela se encuentra en el punto de mira de la Unión Europea. La suya es una tensión que viene de lejos, ya que los organismos europeos consideran que el gobierno de Nicolás Maduro ha ido erosionando sistemáticamente la democracia en el país. Sus acusaciones incluyen desde la manipulación de procesos electorales, hasta la represión de la oposición y violaciones de derechos humanos.
Sanciones y castigos
Estos factores han llevado a la UE a implementar sanciones contra funcionarios venezolanos y a solicitar reformas políticas y la celebración de elecciones libres y justas, desde 2017. Estas medidas incluyen la prohibición de la venta de armas y equipos que puedan ser utilizados para la represión interna, así como restricciones de viaje y la congelación de activos de funcionarios del gobierno venezolano y otras personas vinculadas al régimen de Maduro.
Las medidas incluyen la prohibición de exportar a Venezuela equipos de telecomunicaciones y tecnología que puedan ser utilizados para vigilancia. Además, la UE ha restringido el acceso a determinados servicios financieros y ha prohibido la comercialización de ciertos productos petroleros. Las sanciones también afectan a la compra y venta de deuda venezolana, incluyendo bonos emitidos por el gobierno y por la estatal PDVSA, y la provisión de seguros y reaseguros a las empresas públicas venezolanas.
Pero, en el contexto de las elecciones presidenciales en Venezuela (programadas para este 28 de julio), la UE ha decidido flexibilizar algunas de estas sanciones como un gesto para promover un proceso electoral inclusivo y competitivo. En concreto, ha levantado temporalmente las restricciones de viaje impuestas a cuatro miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), incluido su presidente, Elvis Amoroso. Es su manera de facilitar el diálogo y la cooperación.
Prórroga hasta el 10 de enero
Pero a pesar de este alivio, el resto de las sanciones se han prorrogado hasta el 10 de enero de 2025, coincidiendo con la toma de posesión del nuevo presidente venezolano. La UE mantiene estas sanciones debido a la persistente preocupación por la situación de los derechos humanos y la democracia en Venezuela. El bloque comunitario subraya que estas medidas están dirigidas a individuos específicos y no afectan a la economía en general ni a las empresas públicas del país.
Como era de esperar, la reacción del gobierno venezolano ha sido crítica, con el presidente del CNE, Elvis Amoroso, rechazando el alivio parcial de las sanciones y exigiendo su levantamiento total. Amoroso argumenta que las sanciones han causado daños significativos al país, afectando particularmente el acceso a medicamentos y otros recursos esenciales para la población. Pero la UE ha dejado claro que sigue comprometida con el apoyo a un proceso democrático y de diálogo en Venezuela. De hecho, estaba evaluando la posibilidad de enviar una misión de observación electoral para garantizar que los comicios se realicen de acuerdo con los estándares internacionales.
Bloqueo a los observadores
Sin embargo, en una decisión reciente, el régimen de Maduro ha prohibido a la UE enviar observadores. Esta decisión se tomó después de que la UE renovase las sanciones contra varios funcionarios venezolanos del CNE. Este organismo, alineado con el régimen, justificó la revocación de la invitación a la Misión de Observación Electoral de la UE como respuesta a estas acciones del bloque europeo.
Para las próximas elecciones, el régimen sí ha autorizado a observadores de organizaciones que han mostrado simpatía o neutralidad hacia su gobierno. Entre los aprobados como observadores internacionales se encuentran el Centro Carter y un panel de expertos de la ONU. Además, el CNE ha extendido invitaciones a delegaciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), la Unión Africana, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA) y el Observatorio del Pensamiento Estratégico para la Integración Regional (OPEIR). Son organizaciones menos críticas y más alineadas con la postura del régimen.
Una verdadera lástima
Es un bloqueo que ha decepcionado profundamente a Bruselas. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, destacó la importancia de la misión de observación electoral de la UE, afirmando que “la Unión Europea hubiera aportado un valor añadido muy importante y lamento mucho que el Gobierno venezolano no haya querido que estuviésemos allí”.
Subrayó que las misiones de la UE son muy respetadas y reconocidas a nivel internacional, y que ninguna otra misión de observación electoral puede compararse en términos de amplitud, extensión y permanencia. “Creo que nadie está en condiciones de hacer una misión de observación electoral tan completa, tan numerosa, tan técnicamente capacitada y con tanta experiencia como la Unión Europea. Está la Fundación Carter, muy bien, bienvenidos, pero no es comparable ni en dimensión, ni en extensión, ni en el tiempo de permanencia“, añadió.
La ausencia de la misión de la UE impedirá a la comunidad internacional tener la garantía de que las elecciones en Venezuela pueden “ser homologadas” y asegurar “la expresión libre de los venezolanos”. Borrell enfatizó que la presencia de la UE hubiera permitido tener una opinión informada sobre cómo se desarrollan las elecciones. “Las misiones de la UE son muy respetadas, reconocidas y valoradas. El estar o no estar te permite o te impide tener una opinión sobre cómo se desarrollan las cosas y, por lo tanto, no podremos decir que esas elecciones han sido o no han sido de una manera o de otra”, explicó.