Negociación

Ursula von der Leyen no logra el consenso en el primer debate sobre su reelección

A pesar de las certezas de Francia y Alemania, la oposición de países como Hungría ha tenido consecuencias decepcionantes para la actual presidenta de la Comisión, que de momento no tiene consenso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante la reunión que han mantenido los negociadores de las tres principales familias políticas europeas (socialistas, populares y liberales) en el marco de la Reunión Informal de líderes de la Unión Europea, en Bruselas EFE

Ha concluido una cena decisiva para Ursula von der Leyen. Tras la cumbre de la Paz por Ucrania en Suiza, los líderes europeos se han reunido en Bruselas para debatir de manera informal y frente a cuchillo y tenedor el futuro político de la alemana. Pero no ha habido consenso: de momento, la actual presidenta de la Comisión Europea no ha logrado gustar a todos los líderes encargados de designarla. A pesar de los recientes apoyos de Emmanuel Macron y Olaf Scholz, las discusiones entre los 27 líderes no lograron un acuerdo para su reelección.

Las expectativas eran altas, ya que los 27 jefes de Estado y de gobierno se reunieron en Bruselas con la esperanza de repartir los cuatro principales puestos de la UE entre la actual coalición del Partido Popular Europeo (PPE) de centro-derecha, socialistas y liberales. Tras las elecciones europeas, había surgido un consenso temprano en torno a Von der Leyen para un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea, António Costa de Portugal como presidente del Consejo Europeo, Roberta Metsola de Malta como presidenta del Parlamento Europeo y Kaja Kallas de Estonia como jefa de política exterior.

En las últimas semanas, otros líderes europeos también destacaron la necesidad de continuidad, dada la guerra de Rusia en Ucrania y el posible regreso del expresidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, las esperanzas de un acuerdo rápido se desvanecieron el lunes por la noche cuando el PPE, ganador de las elecciones al Parlamento Europeo, pidió más concesiones y más poder en los principales puestos. Como era de esperar, el PPE quería volver a nombrar a Von der Leyen y Metsola, ambas pertenecientes a su familia política, además de proponer que el mandato del presidente del Consejo Europeo se dividiera en dos periodos de 2.5 años, uno de los cuales quedaría para el PPE.

Esta propuesta irritó a los socialistas, quienes esperaban conseguir el puesto para António Costa. Hablando en la cumbre del G7 la semana pasada, el presidente francés, quien es uno de los principales mediadores en el acuerdo de altos cargos, expresó su creencia de que las conversaciones del lunes podrían entregar una decisión de principio. Scholz repitió esos comentarios, afirmando que se tomarían decisiones rápidamente sobre los puestos más importantes. Pero no todo esta perdido para Von der Leyen, porque los líderes de la UE volverán a reunirse en Bruselas el 27 y 28 de junio, con la esperanza de encontrar un acuerdo antes de la votación sobre el próximo presidente de la Comisión por el Parlamento Europeo, programada para mediados de julio.

Equilibrio político y geográfico

Mark Rutte, el primer ministro neerlandés saliente (y probable próximo secretario general de la OTAN), había calificado a Von der Leyen como “una candidata sobresaliente” y enfatizó la importancia de considerar todos los nombres para mantener el equilibrio político y geográfico en la nominación de los altos cargos comunitarios. Mientras tanto, la candidatura de António Costa suscitó debates, con algunas dudas sobre su firmeza respecto a Ucrania, y la primera ministra estonia, Kaja Kallas, enfrentó reservas debido a su postura hacia Rusia.

Las tres fuerzas principales —populares, socialistas y liberales— buscan replicar la fórmula de la Gran Coalición que ha prevalecido durante los últimos cinco años, pero la reciente victoria del PPE con 190 escaños les ha llevado a demandar una mayor representación en las instituciones. La urgencia por tomar decisiones rápidas es compartida por líderes como la danesa Mette Frederiksen, quien resaltó la necesidad de un liderazgo fuerte en la UE para enfrentar los retos globales.

El ‘no’ de Orban y el silencio de Meloni

Por su parte, Hungría ha decidido no apoyar la reelección de Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, aunque no tiene objeciones con los otros nombres propuestos para los altos cargos de la Unión Europea, según declaró un alto funcionario húngaro. János Bóka, ministro de la UE de Hungría, afirmó en una entrevista con Político durante la reunión que “sería muy difícil para Hungría apoyar a Von der Leyen para un segundo mandato“. También hubo un silencio preocupante por parte de Giorgia Meloni.

No obstante, Hungría no se opondría al resto del paquete que incluye a António Costa de Portugal como presidente del Consejo Europeo, Roberta Metsola de Malta como presidenta del Parlamento Europeo, y Kaja Kallas de Estonia como diplomática principal de la UE. Bóka agregó que la relación entre la presidenta de la Comisión y Hungría no ha sido ideal, lo que complica el apoyo a su reelección.

Las triquiñuelas de Charles Michel

Uno de los obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar Ursula von der Leyen ha sido uno de sus compañeros, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Michel, que la antagoniza y no quiere permitirle la reelección, habría urdido un plan para evitar que los líderes europeos se decanten por ella. Por ello, ha sugerido a los líderes de la UE que el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis es quien debería ocupar el puesto de Von der Leyen (a pesar de que su segundo mandato parece ya asegurado).

Sería un intento desesperado de derribar a Von der Leyen. Para agravar aún más la situación, Michel también ha insinuado que la primera ministra danesa Mette Frederiksen podría ser una mejor presidenta del Consejo Europeo que el ex primer ministro portugués António Costa, quien es muy apreciado por Von der Leyen.

“Una vez más, estas son noticias falsas y mentiras. El presidente ha consultado individualmente con todos los líderes sobre el proceso de los puestos principales. No se han mencionado nombres específicos por el presidente en esta etapa”, afirmó Ecaterina Casinge, portavoz de Michel. El propio Michel se encarga de guiar un acuerdo político entre los líderes europeos para nombrar a los jefes de la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y el brazo de política exterior de la UE.

Por su parte, Mitsotakis ha descartado repetidamente que busque un puesto en Bruselas.

El informe ‘Meloni’

Otro posible obstáculo habría sido un incendiario informe oficial de la Unión Europea que critica la erosión de la libertad de medios bajo el gobierno de Meloni, pero Von der Leyen ya se ha encargado de que su publicación no afecte a su relación con la presidenta italiana, cuyo apoyo necesita. La investigación de la Comisión denuncia represión sobre los medios libres en Italia desde que Meloni asumió el cargo en 2022.

El informe anual, que evalúa cómo los países de la UE respetan el estado de derecho, estaba previsto para ser aprobado el 3 de julio, pero se va a retrasar hasta que se nombre al nuevo presidente de la Comisión, según Politico. Este retraso es inusual y parece políticamente motivado para Von der Leyen, que necesita el apoyo de líderes de la UE como Meloni para su reelección.

El gabinete de la presidenta pidió al secretariado general del ejecutivo de la UE que retrasara la publicación del informe, según contaron dos funcionarios a Politico. En paralelo, funcionarios de la Comisión han pedido a los periodistas en las últimas tres semanas que no hicieran preguntas sobre la posición del ejecutivo de la UE respecto a lo que se describió como “la situación en Italia”, refiriéndose a medidas que amenazan la libertad de prensa y las huelgas de periodistas.

Los comisarios tenían pensado debatir y aprobar el informe a principios de julio, pero ahora se espera que se publique después de que el Parlamento Europeo dé su respaldo final al nuevo presidente de la Comisión Europea propuesto por los líderes de la UE, lo que podría suceder a mediados de julio o tan tarde como septiembre. El informe todavía está en la agenda para el 3 de julio en el último documento de planificación para la reunión del Colegio de la Comisión, fechado el 11 de junio -pero lo más probable es que se retrase todavía más.