Elecciones Europeas

Universitaria, casada y con ingresos altos: así es la votante media europea

En estas elecciones europeas se augura una mayor participación que en las de 2019

Elecciones europeas
Votantes en las elecciones europeas en Castricum, Países Bajos Efe

Las elecciones europeas ya están en curso. Del 6 al 9 de junio de 2024 más de 370 millones de ciudadanos europeos están llamados a las urnas en los 27 Estados miembros para elegir a 720 diputados del Parlamento Europeo. Las urnas se acaban de abrir en Irlanda y en la República Checa, y los ciudadanos de Países Bajos ya pudieron votar el jueves. Se augura una participación mayor que en las elecciones de 2019; según los sondeos, aproximadamente el 66% de los encuestados expresaron certeza sobre su intención de votar, lo que representaría un aumento respecto al 59,8% de participación en 2019. Esto supondría la mayor participación desde las primeras elecciones al Parlamento Europeo.

De estos votantes, ellas suelen votar más que ellos en las elecciones europeas. En 2019, las mujeres menores de 70 años presentaron una participación ligeramente superior a la de los hombres de la misma franja de edad, alcanzando un 56% frente al 55% de los hombres. Sin embargo, en el grupo de mujeres de 70 años o más, la participación fue menor que entre los hombres. Patrón que sugiere que las mujeres más jóvenes estaban más comprometidas con el proceso electoral que las mujeres de mayor edad, posiblemente debido a una mayor conexión con cuestiones sociales y políticas actuales.

La votante media

En cuanto al nivel educativo, las mujeres con educación postsecundaria mostraron una tendencia mayor a votar en las elecciones europeas en comparación con aquellas que solo habían completado la educación secundaria o niveles inferiores. El 68% de las mujeres con educación universitaria participaron en las elecciones, en contraste con el 54% de aquellas con menor nivel educativo. En parte, una mayor formación académica fomenta una mayor conciencia y compromiso cívico. Pero las mujeres con niveles educativos más altos también tienden a tener mayor acceso a información política y recursos que facilitan su participación en el proceso democrático.

Países Bajos

Esther Ouwehand del Partido de los Animales vota en La Haya, Países Bajos, en las elecciones europeas

El nivel de ingresos fue otro factor determinante en las elecciones europeas. Las mujeres con ingresos altos tuvieron una participación más elevada en las elecciones en comparación con aquellas en las franjas de ingresos más bajos, con un 62% de participación entre las primeras frente a un 50% entre las segundas. Aparte de que las condiciones económicas favorables pueden influir positivamente en la disposición a participar en el proceso democrático, las mujeres con mayores ingresos no solo tienen más recursos económicos, sino también tiempo y energía para involucrarse en actividades cívicas y políticas.

Casadas o en pareja

El estado civil también jugó un papel en las ganas de votar. Las mujeres casadas o que convivían en pareja participaron en mayor medida que las mujeres solteras, con una participación del 60% frente al 48% de las solteras. ¿Podría deberse a la estabilidad social y económica asociada con el matrimonio o la convivencia? Las parejas a menudo se influyen mutuamente en sus decisiones políticas y participación electoral, amplificando así la tasa de participación.

Luego hubo diferencias regionales en la participación. Las áreas con una mayor proporción de residentes nacidos en el extranjero tendían a tener tasas de participación más bajas, con menos del 40% en algunos distritos, lo cual afectaba la participación de las mujeres en esas regiones. En contraste, las regiones más homogéneas y económicamente prósperas mostraron tasas de participación más altas, superando el 70% en algunos casos.

Por último, entre las jóvenes que votaban por primera vez, aquellas que asistían a programas de secundaria orientados a la academia mostraban una mayor propensión a votar en comparación con las que estaban en programas vocacionales. La participación entre las primeras fue del 58%, mientras que entre las segundas fue del 45%. Además, la influencia familiar, especialmente si los padres votaban, también jugaba un papel crucial en la decisión de votar de las jóvenes, con una participación del 70% entre aquellas cuyos padres eran votantes activos.

¿Qué va a cambiar?

Las cosas cambiarán ligeramente en estas elecciones de 2024. Según los últimos análisis, la participación de las mujeres seguirá siendo alta, pero se espera que nuevos factores influyan en su comportamiento electoral. Las mujeres jóvenes, especialmente aquellas entre 18 y 34 años, están más movilizadas que antes debido a temas como el cambio climático y los derechos de las mujeres. Este grupo ha mostrado un interés creciente en políticas progresistas y medioambientales, lo que llevará a un aumento en el apoyo a partidos verdes y liberales. Además, hay movimientos juveniles, como Fridays for Future, que han jugado un papel crucial en aumentar la conciencia política entre las mujeres jóvenes.

Por otra parte, el aumento del apoyo a partidos de derecha y euroescépticos también está afectando el perfil de las votantes. Las mujeres de mediana edad y mayores, que históricamente muestran alta participación, parecen estar cada vez mas influenciadas por preocupaciones sobre la inmigración y la estabilidad económica. Las encuestas vinculan este cambio con un incremento en el apoyo a partidos más conservadores y de derecha, que han ganado terreno en países como Italia, Finlandia y Suecia. La percepción de amenazas a la seguridad nacional y la economía por parte de la inmigración también está siendo explotada por estos partidos para atraer votantes.

El acceso y uso de la tecnología también están siendo un factor clave. Más mujeres están utilizando plataformas digitales para informarse y participar en debates políticos, lo que está cambiando la dinámica de cómo se movilizan y deciden su voto. Las campañas políticas van adaptando sus estrategias para llegar a estas votantes a través de redes sociales y otras plataformas en línea. En ese sentido, las herramientas digitales permiten una comunicación directa y personalizada con los votantes, facilitando una mayor movilización y compromiso.

Además, se espera que la participación femenina aumente en las próximas elecciones debido a esfuerzos específicos para movilizar a las mujeres. Organizaciones de la sociedad civil y grupos de derechos de las mujeres están trabajando activamente para aumentar la conciencia y la participación política entre las mujeres. Estos esfuerzos incluyen campañas educativas, talleres y eventos comunitarios diseñados para empoderar a las mujeres y alentarlas a votar. Según el medio Politico, estos esfuerzos son esenciales para superar la apatía electoral y asegurar una representación más equitativa en el Parlamento Europeo.