Las últimas 48 horas en Riad han sido de una intensa actividad diplomática: Estados Unidos ha mantenido conversaciones separadas pero paralelas con representantes ucranianos y rusos, todas ellas encaminadas a forjar un camino hacia un alto el fuego limitado en la actual guerra de Ucrania. Aunque ambas partes han expresado un cauto optimismo, aún quedan importantes obstáculos para alcanzar una paz duradera.
Las reuniones, con la mediación de Estados Unidos, se centran en los intrincados detalles de una posible tregua temporal, concretamente en los ataques a las infraestructuras energéticas. La semana pasada, tanto Rusia como Ucrania acordaron en principio poner fin a tales ataques, pero la aplicación de esta tregua parcial se ha visto paralizada por los continuos bombardeos, y Ucrania acusa a Moscú de reiteradas violaciones. Es más, este mismo lunes se produjo un ataque ruso con misiles contra una zona residencial de Sumy, en el que resultaron heridas al menos 74 personas, entre ellas decenas de niños, lo que pone aún más de relieve la fragilidad de cualquier posible acuerdo.

Los servicios de rescate ayudan a una mujer herida en el último bombardeo del Ejército ruso en Sumy, Ucrania
La impaciencia de Trump
Es más, según informó este fin de semana el diario “The Telegraph”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está cada vez más enfadado porque Rusia y Ucrania siguen lanzando ataques aéreos a pesar de sus esfuerzos de paz. Según fuentes cercanas al magnate republicano, el mandatario estaría “impacientándose”.
“Rusia ha atacado la infraestructura ucraniana todos los días durante los últimos tres años. El presidente Vladimir Putin no ha demostrado que esté interesado en la paz”, explica a Artículo14, Marnie Howlett, profesora titular de Política rusa y de Europa del Este en el Oxford School of Global and Area Studies (OSGA) y en el Departamento de Políticas y Relaciones Internacionales (DPIR) de la Universidad de Oxford Nuffield College.
Objetivo: el mar Negro
Así, todo apunta a que las conversaciones no se centran únicamente en un cese temporal de las hostilidades. Las negociaciones de las últimas horas incluyen garantizar el paso seguro del transporte marítimo a través del mar Negro, una ruta vital para las exportaciones de grano ucraniano. La retirada de Rusia de la Iniciativa de Cereales del mar Negro de 2022, alegando sanciones occidentales, ha exacerbado la inseguridad alimentaria mundial, y el restablecimiento de algún tipo de acuerdo de exportación de cereales es un objetivo clave.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, confirmó la participación de Rusia, y afirmó que Putin está al tanto de las negociaciones. Hizo hincapié en que las conversaciones se centrarían en el transporte marítimo por el mar Negro y en el acuerdo sobre cereales, y añadió que no se harían públicos más detalles hasta que concluyeran las conversaciones. Grigory Karasin, alto diplomático ruso al frente de la delegación, describió las conversaciones como “creativas” y subrayó la importancia de mantener la comunicación y comprender las distintas perspectivas.
Nuevas conversaciones
Por parte ucraniana, el ministro de Defensa, Rustem Umerov, informó de que las conversaciones habían sido productivas y se habían centrado en cuestiones relacionadas con la energía. El asesor presidencial Serhii Leshchenko advirtió que no debían esperarse avances inmediatos, pues las negociaciones suelen durar meses. Confirmó que, tras las reuniones iniciales, funcionarios ucranianos y estadounidenses mantendrían nuevas conversaciones.

La reunión de Yeda entre las delegaciones de de Estados Unidos y Ucrania
Las negociaciones se celebran en Riad, en el lujoso hotel Ritz-Carlton de la capital saudí, donde en 2017 el actual príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, encerró a unos 200 miembros de la élite del reino tras acusarles de corruptos.
La delegación de Estados Unidos
La participación de Washington es significativa, con una delegación que incluye a Keith Kellogg, enviado especial de EE UU a Ucrania, junto con funcionarios del Departamento de Estado y asesores del Consejero de Seguridad Nacional Michael Waltz. Esto sugiere un compromiso de alto nivel para mediar en una solución. Los informes indican que el objetivo final de algunos funcionarios estadounidenses es un alto el fuego total de 30 días que permita seguir negociando una tregua permanente.
Last night in Kyiv, tragically, three people were killed by Russian drones, including a father and his five-year-old daughter. Just a day earlier in Zaporizhzhia, a Russian strike took the lives of an entire family—a mother, a father, and their daughter. My condolences to all the… pic.twitter.com/hB6R5yn9gV
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) March 23, 2025
Sin embargo, persisten importantes obstáculos. La continua insistencia de Moscú en exigencias maximalistas, como concesiones territoriales y garantías contra la entrada de Ucrania en la OTAN, choca directamente con la inquebrantable postura de Kiev de que no cederá territorio ni comprometerá su soberanía.
“Putin no está interesado en la paz en Ucrania”
La experta Marnie Howlett recalca a este medio que “Putin ha demostrado en repetidas ocasiones que no está interesado en la paz en Ucrania” y recuerda que el “presidente Zelenski ha dicho que Rusia ha violado 25 alto el fuego desde que comenzó la guerra en 2014”.
A diferencia de anteriores conversaciones de paz de alto nivel, en esta ronda se da prioridad a los debates técnicos, en los que participan principalmente diplomáticos y asesores. La delegación rusa, seleccionada personalmente por Putin, incluye a Karasin y Sergey Beseda, asesor del jefe del FSB, una elección que ha sorprendido a algunos analistas.