La caída del dictador sirio Bachar al Asad ha traído consigo esperanza a un sinfín de sirios que tuvieron que abandonar el país tras las protestas que desencadenaron una brutal represión y posterior guerra civil en Siria.
Según datos de ACNUR, la agencia para los refugiados de la ONU, desde 2011, cuando comenzó la revolución, y se aplastó a la disidencia, más de 14 millones de sirios huyeron de sus hogares en busca de seguridad. De ellos, alrededor de 7,2 millones de sirios se desplazaron internamente en su propio país, mientras que aproximadamente 5,5 millones se marcharon a los países vecinos: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. También en la Unión Europea, Alemania dio asilo a alrededor de 850.000 refugiados sirios, el mayor país de acogida no vecino.
El regreso
Han pasado diez días desde la caída de Asad, y son miles los que cada día hacen las maletas para intentar volver a su casa. Un regreso que, de momento, está produciéndose desde los países limítrofes. Como desde Turquía, donde fueron acogidos unos 3 millones de refugiados y muchos de ellos han sido objeto de racismo y pobreza.
Según cálculos preliminares de Acnur, alrededor de un millón de refugiados sirios podrían volver a su país en el primer semestre de 2025. Con todo, la directora de Acnur para Oriente Medio y el Magreb, Rema Jamous Imseis, hizo un llamamiento a que los países de acogida “sean pacientes y no tomen decisiones drásticas” a la hora de lidiar con estos posibles flujos de refugiados, ya que, en su opinión, “hay que esperar a que haya más claridad” con respecto al desarrollo de la situación en Siria.
“Necesitamos respetar su derecho a retornar de forma segura, digna y voluntaria a Siria, (…) personas que han estado refugiadas 14 años no pueden hacer la maleta y regresar inmediatamente a un país devastado por el conflicto”, argumentó Jamous en declaraciones recogidas por EFE. Y es que hay países que están alentando la vuelta a Siria e incluso han congelado las solicitudes de asilo.
También hay sirios que se van
“Miles de refugiados sirios están volviendo al país, pero otros miles lo están dejando. Hemos registrado retornos desde Turquía, Líbano y en menor medida desde Jordania”, señaló, indicando que el principal flujo hacia fuera del país se ha notado en la frontera libanesa, sobre todo por población chíi. Cabe recordar, que el grupo islamista que ha derrocado a Asad, HTS, rindió pleitesía a Al Qaeda hace una década.
Según Acnur, las familias que regresan a casa lo hacen a hogares destruidos y a un país golpeado por casi 14 años de guerra y crisis económica. Se calcula que el 90% de la población vive en la pobreza e incluso antes de la última escalada, 7,2 millones de personas eran desplazados internos por el conflicto.
Casas destruidas
Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) recuerdan que miles de personas desplazadas en el noroeste de Siria han viajado estos días a sus lugares de origen para comprobar de primera mano cómo está la situación allí.
“La mayoría de la gente visita sus pueblos y ciudades, echa un vistazo y luego vuelve al campo. La mayoría de los desplazados dicen que no pueden volver a sus casas porque están destruidas. Especialmente los que proceden de las zonas rurales de Idlib, Alepo y Hama. Otra razón para no volver aún a sus localidades de origen es que allí no hay servicios básicos, como escuelas, atención médica, agua y electricidad”, explicó Abdul Karim Mustafa, promotor de salud de MSF en el centro de salud de Hayr Jamos.