El estado de salud del Papa Francisco se ha agravado en las últimas horas. Según informó el Vaticano, el pontífice sufrió dos episodios de “insuficiencia respiratoria aguda” ayer por la tarde. Eso obligó a los médicos a intervenir de urgencia para eliminar la mucosidad de sus pulmones. A sus 88 años, el Papa ha vuelto a necesitar ventilación mecánica para poder respirar, aunque desde la Santa Sede aseguran que sigue “alerta, concentrado y cooperativo”.
Esta nueva crisis supone la tercera recaída grave desde que el Papa Francisco ingresó en el hospital con neumonía hace 18 días. Su estado de salud ha generado gran preocupación en la comunidad católica, que lleva más de una semana reuniéndose en la Plaza de San Pedro para rezar por su recuperación. De hecho, en el Vaticano ya barajan hasta su posible reemplazo.
El deterioro progresivo del Papa Francisco
El Papa Francisco ha experimentado un notable deterioro de su estado de salud en las últimas semanas. El pasado viernes sufrió una crisis respiratoria “aislada” que incluyó episodios de vómitos, según confirmó el Vaticano. En ese momento, la Santa Sede aseguró que el pontífice respondió bien a la oxigenoterapia y que su condición mejoró durante el fin de semana. Sin embargo, la recaída del lunes ha vuelto a encender las alarmas.
Desde su ingreso hospitalario, el Papa Francisco ha sido tratado inicialmente por bronquitis. Sin embargo, su diagnóstico empeoró hasta confirmar la presencia de neumonía en ambos pulmones. Esta condición es particularmente peligrosa para él. A fin de cuentas, en su juventud sufrió pleuritis, una inflamación de los pulmones que obligó a extirparle parcialmente uno de ellos. Debido a esta vulnerabilidad, sus médicos han sido extremadamente cautos en sus valoraciones y subrayan que el pontífice “no está fuera de peligro”.
El Papa Francisco llega durante la audiencia del Jubileo del Mundo de la Comunicación en el Aula Pablo VI, Ciudad del Vaticano, el pasado 25 de enero de 2025 | EFE
Su estado de salud le ha impedido cumplir con sus compromisos públicos habituales. Durante tres semanas consecutivas, el Papa Francisco no ha podido pronunciar en persona su tradicional oración del Ángelus. En su lugar, el Vaticano ha publicado sus comentarios por escrito, el último de los cuales fue enviado desde su habitación del hospital en Roma. En él, el pontífice agradeció las oraciones de los fieles y el esfuerzo de su equipo médico.
Preocupación en el Vaticano y entre los fieles
La incertidumbre sobre la salud del Papa Francisco ha movilizado a cientos de fieles en la Plaza de San Pedro, donde se han reunido cada noche para rezar por su recuperación. La escena se ha repetido este lunes, cuando sacerdotes, monjas y peregrinos católicos acudieron con rosarios en mano para mostrar su apoyo al pontífice.
El deterioro del Papa Francisco ha obligado al Vaticano a cancelar su participación en los actos litúrgicos del inicio de la Cuaresma. Este miércoles, el pontífice no podrá asistir a la tradicional procesión y misa que marcan el comienzo del período de seis semanas que precede a la Pascua. La ausencia del Papa en un momento tan importante para la Iglesia subraya la gravedad de su estado de salud. A pesar de los esfuerzos de su equipo médico por estabilizar su condición, su recuperación sigue siendo incierta.