En 2025, los ucranianos entrarán en el tercer año de invasión. Una guerra a gran escala que no da tregua ni en Navidad. Este 25 de diciembre, el Ejército ruso lanzó 70 misiles, incluidos balísticos, así como un centenar de drones contra la infraestructura energética ucraniana.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tachó el ataque de Navidad de Vladimir Putin de “inhumano” y agradeció a “todos los que trabajan para el país, que están en servicio de combate, que protegen nuestros cielos. Restableceremos el máximo”.
El mal ruso
“El mal ruso no romperá Ucrania y no estropeará la Navidad”, sentenció Zelenski.
Es el segundo conflicto bélico más mortífero del mundo, y el sexto más peligroso para los civiles, de acuerdo con los datos globales del Conflict Index de ACLED. Ya son más de 12.000 los civiles fallecidos y 43.000, los soldados. A diario, casi 13 millones de personas viven expuestas directamente a la guerra ya sea por su cercanía al frente de batalla o por las explosiones, la mayoría en la región de Donetsk, la ciudad de Kyiv, Járkiv, Dnipropetrovsk y Sumy. Por no hablar de los 27.000 civiles heridos, los 370.000 militares lesionados y los 6,1 millones de ucranianos que han abandonado su país desde el inicio de la guerra.
Pero la invasión rusa no son sólo cifras y eso es lo que quieren destacar las mujeres de la ONG Ukrainian Lives. Es esta resiliencia la que han querido homenajear en la exposición fotográfica “Retratos de Fortaleza” que se inaugurará en enero en el Centro Cultural Galileo, en Madrid.
“La idea de la exposición surgió hace un año, cuando nos invitaron a hacer discursos sobre los derechos de las mujeres ucranianas durante la guerra para el día 25-N“, explica la presidenta de la ONG, Valentina Morozova, a Artículo14. “Admiro a España en este sentido. Aquí, las mujeres lucharon por sus derechos durante mucho tiempo y, finalmente, tienen la voz, tienen protección de sus derechos en muchos niveles. Así que pensé que esto sería una muy buena idea“, relata.
No se habla suficiente sobre las ucranianas
Morozova reconoce que “hay muchas noticias sobre las armas y los políticos, pero no hablamos suficiente sobre las mujeres. Pocos saben, que el Ejército ucraniano tiene 70.000 mujeres, ¡y este es el segundo ejército del mundo con un número tan grande de féminas!”, recalca.
“¿Quién dijo que las mujeres son más débiles que los hombres? Nuestras heroínas mantienen en sus fuertes hombros tanto el frente militar como el frente económico, el voluntariado, y el frente informativo“, alaba Morozova, que añade que todo el proyecto, la exposición ha estado ideado y producido precisamente por tres mujeres: Anastasiya Zabiyaka, Olga Tyhonova y ella.
La importancia de la igualdad de género
Así, durante un año han estado capturando “mujeres de distintas profesiones y distintas edades, tanto en la Comunidad de Madrid como en Ucrania, documentando las historias de valentía y resiliencia de las ucranianas ante las dificultades de la guerra”. En la exposición, que se inaugurará el 13 de enero, “se ha retratado el día a día y las vicisitudes de la población femenina ucraniana en una clara invitación a reflexionar sobre los diferentes aspectos y consecuencias de la guerra, sobre lo que representa ser mujer durante un conflicto armado y la importancia de la igualdad de género”.
Morozova indica que al final eligieron a 22 heroínas, completamente distintas, para ilustrar y demostrar “que la guerra afecta absolutamente a todas: ya seas rica o pobre, famosa o desconocida, niña o mayor”.
Lo que más ha emocionado a Morozova es que “estas mujeres tan diferentes, están unidas. Unidas por la lucha por su país, su tierra, su hogar, sus seres queridos. Hay historias muy trágicas, pero a pesar de todo, nuestras heroínas no se dan por vencidas y creen que hay luz al final del túnel”.
Las historias de las “heroínas”
Así, Anastasiya Zabiyaka ha retratado a Katerina Khimenko, una mujer refugiada que huyó de la guerra, embarazada de tres meses y con sus siete hijos.
También cuentan la historia de Katya Silchenko, una famosa diseñadora ucraniana que, viste a la primera dama Olena Zelenska, y que “a pesar de las sirenas, los drones y los apagones, muestra nuevas colecciones, abre nuevas tiendas, fábricas…”. No solo mantiene 80 puestos de trabajo, “sino que está creando nuevos y ayuda a la economía del país, que está en guerra”.
Asimismo, han rendido un homenaje a Ilona Kurovska, una científica y voluntaria, que ayudó a evacuar a más de 4.000 personas. “La propia Ilona murió al comienzo de la invasión a gran escala, cuando llevaba ayuda humanitaria a los pueblos ocupados por los rusos. El coche en el que se encontraba explotó por una mina”. Antes de su muerte, “Ilona intentó ayudar al voluntario, que estaba en el vehículo con ella. Pero él también falleció”. En la exposición, han retratado a su madre.
La modelo y cantante Dasha Astafieva, acostumbrada a los focos, dejó su vida de glamour y se ha convertido en voluntaria. Ha pasado de “playmate” a llevar alimentos a los hospitales y al Ejército ucranianos.
En la exposición “Retratos de Fortaleza” también estarán las imágenes de Olga Benda, una militar ucraniana, que resultó gravemente herida cerca de Avdiivka en 2017. Tuvieron que amputarle la pierna, lo que no ha supuesto un impedimento para seguir su vida. “Corre maratones, es capitana del equipo de fútbol femenino y ha sido madre por segunda vez”. Por desgracia, su marido, que también es militar continúa desaparecido en el frente. “Pero Olga no pierda la esperanza y sigue adelante por sus dos hijos”.
La solidaridad de las ucranianas también se ve en cómo tratan a los animales. Olena Voshun ha abierto un refugio con 300 animales que fueron evacuados de las aldeas en el frente. “Los animales también sufren de la guerra. Uno se queda sin hogar, otro sin sus dueños, y algunos se ven obligados a vivir con la discapacidad toda su vida, sufriendo la crueldad injustificada de los humanos”.
Lo que todas tienen en común es que ” a pesar de haber sobrevivido a tragedias tan graves siguen siendo muy abiertas, tiernas y cariñosas. Se puede aprender mucho de ellas”. Morozova pone el ejemplo de Meri Dzhakhiia, su propia tía, a quien admira profundamente.
“Para mi familia, la guerra empezó cuando yo tenía 6 años. Mi padre es ucraniano y por parte de mi madre somos georgianos, y en 1992 mis abuelos y mi tía tuvieron que huir de Sujumi con solo una maleta. Empezó la guerra en Georgia. Dejaron la casa preciosa con acceso al mar, que había construido mi abuelo, todas sus cosas y fueron evacuados a Kyiv. Pensaron que iban a regresar en un mes, pero nunca ocurrió. De nuestra casa sólo quedó una pared, una fotografía y recuerdos. Los padres de mi madre murieron hace más de 10 años y no vieron todo este horror que está sucediendo ahora mismo en Ucrania, pero mi tía ha tenido un terrible deja vu exactamente 30 años después. Otra vez ha metido toda su vida en una sola maleta y junto con mi madre fueran evacuadas a Madrid. Dos veces la misma tragedia en la vida. Sin embargo, si vas a hablar con mi tía, no vas a creer lo positiva y cariñosa es, a pesar que hay una cicatriz en su corazón que duele siempre”.
Morozova podría explayarse en cada heroína, pero nos invita a asistir a la exposición que con tanto cariño y devoción han preparado. “Sí, son historias de lágrimas y dolor, pero a la vez son historias de coraje, resistencia y fortaleza”. La presidenta de Ukrainian Lives espera que la exhibición sirva para “inspirarnos y motivarnos, porque a veces todos estamos pasando por una mala situación, una racha negra en la vida… ¡Y las historias de estas ucranianas son todo un ejemplo de cómo seguir a pesar de todo!”
La exposición fotográfica “Retratos de Fortaleza” estará del 13 al 30 de enero de 2025 en el Centro Cultural Galileo, en Madrid.