En el discurso más largo del Estado de la Unión registrado por un Presidente de Estados Unidos, Donald Trump comenzó diciendo: “Este mandato va a ser el mejor de la historia del país. Vamos a tener el mejor Gobierno que hayan visto en la historia. Lo que hemos conseguido en unas semanas, no lo ha conseguido ningún otro gobierno en cuatro años. La nuestra ha sido una acción de las más rápidas e implacables. Un éxito”, dijo Trump sobre sus primeras semanas en el cargo. A cada frase de Trump, los congresistas republicanos se levantaban empujados por el suave hechizo de las palabras; “mejor”, “más”, “éxito” o “historia” aplaudiendo en trance.
Trump siguió diciendo “América está de vuelta” y el congresista Al Green, representante del Distrito 9 de Texas, se levantó de su asiento y le gritó moviendo su bastón : “No tienes mandato”. Y en un alarde de valentía, el portavoz republicano Mike Johnson le expulsó del Congreso. “Vale la pena hacerle saber a la gente que hay algunas personas que van a enfrentar a Trump”, dijo Green a los periodistas después de ser expulsado de la cámara.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su discurso en el Capitolio
En mitad del caos en el que se ha convertido su presidencia, Donald Trump se acreditó una economía boyante, seguridad en las fronteras y una bajada de la inflación. Los demócratas, con esa actitud de las zarigüeyas que se hacen las muertas aunque no lo están, permanecían callados en sus asientos. El presidente Trump se atribuyó también el martes el mérito de las “medidas rápidas e implacables” para reorientar la política exterior del país en un discurso ante el Congreso y el pueblo estadounidense sobre sus turbulentas primeras semanas en el cargo.
El discurso de Trump ante el Congreso fue el último hito en su toma de la capital del país, donde la Cámara y el Senado, liderados por los republicanos, han hecho poco para frenar al Presidente mientras él y sus aliados trabajan para reducir el tamaño del gobierno federal y cambiar la postura de Estados Unidos en el mundo. “La gente me eligió para hacer el trabajo y lo estoy haciendo” dijo hablando siempre en sus típicos superlativos, Trump, que tiene al asesor multimillonario Elon Musk orquestando sus esfuerzos para reducir el tamaño y el alcance del gobierno federal, dijo que está trabajando para “recuperar la democracia de esta burocracia que no rinde cuentas y a quien nadie ha votado” y amenazó nuevamente a los trabajadores federales con despidos si se resisten a su agenda. Musk, sentado en la galería de la Cámara, recibió un par de ovaciones de pie de los republicanos en la cámara, mientras Trump exageraba y compartía afirmaciones falsas, como que se han encontrado cientos de personas de más de cien años en los pagos de la Seguridad Social, y el presunto “abuso” descubierto por el fundador de Tesla y su equipo en DOGE. Trump repitió que millones de personas muertas han recibido pagos de la Seguridad Social, cuando en realidad su nuevo equipo no conoce COBOL, un lenguaje de programación antiguo que todavía se utiliza en la actualidad, principalmente para mantener sistemas comerciales antiguos debido a su larga historia y presencia en sectores como las finanzas y el gobierno. En ese momento se despertaron algunos demócratas para gritar: “Mentira”, “Eso es falso”.
A cada “el mejor” o “el más importante” su congregación sacudía la palmas, sometidos acólitos a un Trump que habló sobre su promesa de arreglar la inflación dejada por Biden. Sin embargo, no dijo nada del caos económico que vive Estados Unidos con todas las ganancias que el S & P 500 ha logrado desde el día de las elecciones desaparecidas, y con encuestas cuestionando la confianza del consumidor porque el público considera que la inflación está empeorando. Para un presidente que cree que los anuncios de inversiones corporativas pueden mejorar las actitudes sobre la economía, el discurso fue una prueba de su capacidad para reconstruir la confianza en su liderazgo económico. “Vamos a construir la mejor economía del mundo. Mi prioridad es rescatar el desastre económico de Biden y brindar un alivio dramático e inmediato a las familias trabajadoras”. Palabras vacías que no ofrecieron detalle de un plan para reducir los costos de los huevos y la energía.
El discurso de Donald Trump, el quinto ante el Congreso, se produce en el contexto de la reciente imposición de aranceles a los socios comerciales más cercanos del país, Canadá y México.
De superlativos no se alimentan ni los más MAGA y muchos de ellos están despertando del hechizo ante la nueva incertidumbre económica desatada en Estados Unidos con la guerra comercial que el presidente ha creado al imponer fuertes aranceles a las importaciones de los países vecinos y socios comerciales más cercanos. El martes entró en vigor un impuesto del 25% en aranceles sobre los bienes de Canadá y México, aparentemente para asegurar una mayor cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo y la inmigración ilegal. Estos aranceles han desencadenado represalias inmediatas que, a tenor de las palabras de Trump, pueden degenerar en una guerra comercial más amplia. “Lo que sea que nos cobren, nosotros les cobramos. Independientemente de lo que nos cobren, nosotros les cobramos a ellos”.
Sin embargo, los aranceles, que entraron en vigor a altas horas de la madrugada y provocaron duras reprimendas por parte de los líderes de esa nación, pueden durar poco. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo a última hora de la tarde que el miércoles podría anunciarse un acuerdo para ponerles fin. Trump también aumentó los aranceles sobre productos procedentes de China al 20%.
El presidente Trump dijo que Estados Unidos recuperará el Canal de Panamá y repitió afirmaciones falsas de que decenas de miles de estadounidenses murieron construyendo el canal, cuando la cifra real se acerca a los 300. Panamá ha afirmado su soberanía sobre el canal y ha rechazado las afirmaciones de que China lo opera. Trump también aseguró que “obtendrá” Groenlandia, el territorio ártico autónomo propiedad de Dinamarca, “de una manera u otra”. Trump ha planteado repetidamente que Estados Unidos debería comprar Groenlandia, a pesar de la oposición de los líderes de Dinamarca. “También tengo un mensaje esta noche para la increíble gente de Groenlandia. Apoyamos firmemente su derecho a determinar su propio futuro y, si lo desea, le damos la bienvenida a los Estados Unidos de América”, dijo Trump. El Presidente Norteamericano subrayó la importancia estratégica de la tierra ártica por su riqueza en minerales raros. “Necesitamos a Groenlandia para la seguridad nacional e incluso para la seguridad internacional, y estamos trabajando con todos los involucrados para intentar conseguirlo. … Y creo que lo vamos a conseguir. De una manera u otra, lo vamos a conseguir”, afirmó el presidente.
Cuando acababa su discurso de hora y media, Trump dijo que apreciaba haber recibido una carta del Presidente Ucraniano Volodymyr Zelensky donde pedía volver a sentarse a negociar la paz.
enviándole una carta el martes temprano en un esfuerzo por suavizar los lazos con Estados Unidos luego de un enfrentamiento extraordinario en la Oficina Oval la semana pasada. “La carta dice: Ucrania está lista para sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera”, dijo Trump. El Presidente norteamericano detuvo la asistencia militar estadounidense a Ucrania tras la debacle de la Oficina Oval y acusó a Zelensky de no estar preparado para la paz. Trump aseguró que Rusia está enviando fuertes señales de estar lista para la paz. Sin embargo, la inteligencia occidental habría llegado a la conclusión de que el presidente ruso Vladimir Putin no se toma en serio la paz.
El discurso de Trump, con su estilo exagerado y a menudo insustancial en contenido, pareció pretencioso hasta el punto de resultar vacío por el abuso de su falsa importancia. En uno de los momentos estelares, mirando a Elon Musk, expresó optimismo sobre el futuro de Estados Unidos en ciencia y espacio, sugiriendo que plantará la bandera estadounidense en el planeta Marte.
“Hombre y mujer”
“Vamos a crear la más alta calidad de vida, construir las comunidades más seguras, ricas, saludables y vitales, nada comparable a cualquier parte del mundo”, dijo el presidente en los minutos finales de su discurso. “Vamos a conquistar las vastas fronteras de la ciencia, llevaremos a la humanidad al espacio y plantaremos la bandera estadounidense en el planeta Marte e incluso mucho más allá”. Justo en un momento en que su gobierno ha recortado la financiación a estudios, investigaciones, NASA, hospitales y ayudas, Trump promete conquistar otro planeta.
En su afán por acabar con las políticas de Joe Biden, Trump apuntó que había puesto fin al “gobierno armado” que, según dijo, los demócratas habían ejercido contra él, refiriéndose a sus problemas legales a lo largo de los últimos años, alegando que había sufrido una persecución política. El presidente también aprovechó el momento para hablar de sus esfuerzos por remodelar el enfoque del país hacia los problemas sociales, mientras prometia erradicar cualquier esbozo de diversidad, equidad e inclusión en el país, términos que se conocen bajo las siglas DEI, y hacer retroceder los derechos y el tratamiento médico de las personas transgénero. “He puesto fin a la tiranía de las políticas DEI en el gobierno federal y el ejército. Hemos acabado con lo woke. Y quiero decir que hay solo dos géneros: hombre y mujer”.
La Edad de Oro de Estados Unidos
Al despedirse Donald Trump proclamó que su gobierno es el amanecer de la Edad de Oro de Estados Unidos. “Hace seis semanas, me paré bajo la cúpula de este Capitolio y proclamé el amanecer de la Edad de Oro de Estados Unidos. Hemos empezado de forma implacable el comienzo de la era más grande y exitosa en la historia de nuestro país. La Edad de Oro recién comienza y va a ser la mejor de la historia” terminó diciendo.