La polémica ex primera ministra de Ucrania Yulia Timoshenko ha confirmado que ha mantenido conversaciones con el equipo de la Administración Trump, quienes buscan hacer contactos con la oposición al presidente, Volodimir Zelenski, en una clara concesión al mandatario ruso, Vladimir Putin, que prefiere que el país vecino quede bajo la órbita de Rusia.
Un pasado político lleno de polémicas
Timoshenko, líder del partido Batkivshchyna, ha sido una figura central en la política ucraniana desde la Revolución Naranja de 2004. Ocupó el cargo de primera ministra en dos ocasiones y, a lo largo de su carrera, ha establecido relaciones políticas estratégicas, incluida una alianza con el expresidente Petro Poroshenko, conocido opositor de Zelenski, quien era un outsider de la política cuando se presentó a las elecciones presidenciales.
Su carrera no ha estado exenta de controversia. En 2011, Timoshenko fue condenada por abuso de poder en un juicio, con motivaciones políticas, que la llevó a prisión durante tres años. Su encarcelamiento estuvo directamente relacionado con un polémico acuerdo de gas firmado con Rusia en 2009, cuando era la jefa del Gobierno ucraniano.
En ese momento, Ucrania enfrentaba una crisis energética severa debido a la suspensión del suministro de gas por parte de Rusia, al mismo tiempo de estar sumergida en una disputa con la empresa estatal Naftogaz. Como primera ministra, Timoshenko negoció un contrato con la empresa rusa Gazprom, que restableció el suministro pero que impuso condiciones desfavorables para Ucrania, con precios llamativamente altos.
El entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, rival político de Timoshenko y más cercano al Kremlin, promovió una investigación sobre este contrato tras llegar al poder en 2010. En 2011, un tribunal la condenó a siete años de prisión por “extralimitarse en sus funciones” y firmar el acuerdo sin la aprobación del Gobierno. Además de la pena de cárcel, se le impuso una multa de 188 millones de dólares en concepto de pérdidas para el Estado. La Unión Europea y Estados Unidos denunciaron el juicio como un caso de persecución política y advirtieron que la detención de Timoshenko representaba un grave retroceso en la democracia ucraniana. Durante su tiempo en prisión, denunció malos tratos, problemas de salud y falta de acceso a atención médica adecuada.
Las protestas del Euromaidán en 2014, que derrocaron a Yanukovich, fueron un antes y un después para ella. Tras la huida del presidente a Rusia, el Parlamento ucraniano aprobó una resolución que anulaba la sentencia de Timoshenko, y fue liberada el 22 de febrero de 2014. Ese mismo día, apareció en la Plaza de la Independencia de Kiev en silla de ruedas y con lágrimas en los ojos, dirigiéndose a la multitud que celebraba la caída del régimen de Yanukovich.

El expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich y Vladimir Putin, en Ucrania en 2011
Posicionamiento limitado frente a la invasión rusa
Durante el inicio de la invasión rusa en 2022, Timoshenko tuvo una postura crítica hacia el presidente ruso, Vladimir Putin. En abril de 2022, declaró que “Europa está en peligro” debido a las acciones de Putin, calificándolo de “fascista” y advirtiendo sobre sus ambiciones expansionistas que podrían afectar a todo el continente europeo. Sin embargo, su presencia mediática y declaraciones públicas han sido limitadas durante el conflicto, sin querer entrar a valorar profundamente la invasión del Ejército ruso a su país.
Timoshenko, en conversaciones con el equipo de Trump
Miembros del equipo del presidente estadounidense Donald Trump han mantenido conversaciones privadas con opositores de Zelenski, entre ellas Petro Poroshenko y Yulia Timoshenko, según información de Politico. Estas conversaciones, según diversos medios ucranianos, como Kyiv Independent, habrían tenido como objetivo discutir el futuro político de Ucrania y la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales, que actualmente están suspendidas debido a la ley marcial impuesta tras la invasión rusa por la que la Constitución ucraniana no permite elecciones.

Yulia Timoshenko, opositora de Volodímir Zelenski en Ucrania
Timoshenko ha reaccionado a estas informaciones, diciendo que su partido, Batkivshchyna, “está negociando con nuestros aliados que pueden ayudar a asegurar una solución justa y pacífica lo antes posible”. Aunque, la antigua primera ministra de Ucrania reafirmó que las elecciones “sólo son posibles después de que termine la guerra”, ha afirmado a Kyiv Post.
Zelenski sanciona a su principal opositor
La tensión política interna en Ucrania se ha intensificado con la reciente imposición de sanciones por parte de Zelenski a Poroshenko, acusándolo de colaborar con Rusia. Esta medida ha generado protestas en el Parlamento por parte del partido de Poroshenko, Solidaridad Europea.
Timoshenko no ha sido directamente sancionada, aunque su alianza con Poroshenko y las conversaciones con aliados de Trump podrían influir en su futuro político en Ucrania, ya que estos contactos parecen tener que ver con una estrategia para posicionarse en el escenario político post-conflicto, si lo hubiera.