Trump recula tras la presión en los mercados, pone en pausa los aranceles a la UE pero sigue firme contra China

Su último cambio de opinión llega después de varias jornadas negras en las Bolsas

Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sonríe mientras habla con los periodistas después de firmar una serie de órdenes ejecutivas en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, EE.UU., el 9 de abril de 2025.
EFE/EPA/CHRIS KLEPONIS /POOL

Donald Trump volvió a cambiar de opinión y rebajó significativamente los aranceles que había anunciado solo unos días antes y habían agravado el temor a una recesión en Estados Unidos y en todo el mundo. En un mensaje en su red social, Truth, Trump dijo que había ordenado imponer aranceles del 125% a las importaciones de China y establecer un arancel del 10% a todos los países que no habían tomado represalias contra Estados Unidos por su guerra comercial. El presidente anunció además una pausa de 90 días en la que no se impondrían aranceles mayores, por lo que su amenaza de recurrir a este impuesto a las importaciones se mantiene.

Así le confirmó a EFE un alto funcionario estadounidense de la Casa Blanca tras detallar que “la Unión Europea (UE) estará sujeta a un arancel del 10 % durante los próximos 90 días”.

UE
La nueva Administración Trump ha desatado una guerra comercial
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Aunque la medida representa un notable incremento de los impuestos a las importaciones actualmente vigentes en Estados Unidos, queda muy por debajo de lo que había anunciado Trump la semana pasada, un alivio que se sintió de inmediato en los mercados, que rebotaron tras varias jornadas de caídas significativas en todo el mundo.

Como suele suceder con los anuncios de este gobierno, no quedó claro inmediatamente su significado. Trump vinculó la rebaja de los aranceles anunciados con el hecho de que “más de 75 países” no habían tomado represalias y habían buscado una negociación con Washington, pero pocas horas antes de su anuncio había llegado desde Bruselas la noticia de que la Unión Europea había aprobado aranceles en respuesta a los anunciados por Trump al acero y el aluminio. Habrá que esperar a que se publique finalmente la orden ejecutiva de Trump para saber qué ocurre exactamente con las exportaciones europeas a Estados Unidos.

Trump trató de vender el anuncio como un triunfo y pocas horas antes dijo que gobiernos de todo el mundo le estaban “besando el c…” para llegar a un acuerdo, pero su último cambio de opinión llega después de varias jornadas negras en los mercados que se había cebado especialmente con los activos estadounidenses y advertencias de los dirigentes de algunas de las mayores empresas del país que alertaban de que los aranceles podrían empujarlo a una recesión.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sonríe mientras habla con los periodistas después de firmar una serie de órdenes ejecutivas en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, EE.UU., el 9 de abril de 2025.
EFE/EPA/CHRIS KLEPONIS /POOL

El miércoles, los intereses de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaron casi un punto porcentual, hasta un 4,47% reflejando las ventas masivas de inversores que habían dejado de verlos como un valor refugio, y el dólar continuaba una alarmante depreciación.

La preocupación en torno a la deuda pública y la divisa estadounidense, algo inédito en los mercados, mostraban la desconfianza en la política económica de Trump, que habían expresado incluso figuras destacadas del Partido Republicano, como el senador Ted Cruz, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que alertó de que los aranceles conducirían probablemente a un aumento de la inflación y una disminución del crecimiento en el país.

Combo de fotografías donde se observa al presidente de China, Xi Jinping (i), y al presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
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Pero que haya entrado en razón no significa que las turbulencias hayan terminado. El presidente anunció una pausa temporal, lo que impide descartar nuevos vaivenes. Y los aranceles que finalmente parece que se van a imponer implican una gran presión inflacionista. China es el principal socio comercial de Estados Unidos, con lo que los enormes aranceles sobre sus productos supondrán una notable presión al alza sobre los precios, a los que se suman los impuestos al resto del mundo. La guerra comercial de Trump no ha terminado, pero el desenlace de su primera batalla parece haber dado la razón al pronóstico de los expertos. En una guerra comercial no hay ganadores y entre los primeros y más perjudicados se cuentan Estados Unidos y la credibilidad de su presidente.