En el extenso discurso que pronunció en el congreso pasado un mes y medio de su toma de posesión, Donald Trump insistió en su deseo de anexionar a Estados Unidos la isla de Groenlandia y el Canal de Panamá. Durante su comparecencia de casi dos horas, marcada por los ataques contra la “agenda woke” global o sus adversarios demócratas en la cámara, el líder republicano marcó la línea a seguir de su presidencia en “asuntos críticos” para la seguridad del país, tanto a nivel doméstico como en el mundo.
Respecto a su voluntad de anexionarse la isla de Groenlandia, un territorio autónomo integrado en el reino de Dinamarca, Trump alabó la “gente increíble” que vive en el lugar, a quienes prometió que “os mantendremos seguros, os enriqueceremos y, conjuntamente, llevaremos Groenlandia a niveles que jamás imaginasteis previamente”.
Para sostener su argumentario, el presidente de EE.UU. remarcó que se trata de un territorio muy extenso y con muy poca población, que sería “muy importante para la seguridad militar”.
Trumps message to the people of Greenland is that we’re gonna get Greenland one way or the other pic.twitter.com/StYIsvVYe4
— Aaron Rupar (@atrupar) March 5, 2025
Interés estratégico
Ante el terremoto geopolítico que está generando el cambio de doctrina en Washington, Trump busca apropiarse de un vasto territorio en el Océano Atlántico, con el que EE.UU. se acercaría territorialmente a Europa, de la que se aleja diplomáticamente a pasos agigantados. Groenlandia no solo tiene una localización estratégica clave, sino que es rica en recursos naturales.
Además, su cercanía con territorio europeo seria vital para los sistemas de alerta de misiles balísticos norteamericanos. “Lo necesitamos para la seguridad internacional”, insistió Trump. La isla tiene solamente 60.000 habitantes, y acoge una base de la aviación norteamericana y tropas en el gélido norte.
Pese a matizar que apoya el derecho de los ciudadanos de Groenlandia a “determinar vuestro propio futuro”, abrió las puertas a que, en caso de que así decidan sus ciudadanos, “os daremos la bienvenida a los Estados Unidos”. Según declaró en su discurso, están trabajando con todas las partes involucradas, pero consideró que “creo que lo lograremos, de un modo u otro”.

Groenlandia, un viejo anhelo de Donald Trump
¿Independencia de Groenlandia?
Los movimientos de la Casa Blanca han dado alas a las facciones independentistas de la isla, que reclaman ahora desvincularse también de Dinamarca. No obstante, el partido gobernante, Inuit Ataqatigiit, avanzó que no propondría un referéndum independentista hasta pasadas las elecciones generales, previstas para el próximo 11 de marzo. En la isla temen que este debate genere un terremoto económico y social indeseado.
Desde la diplomacia danesa, su embajadora en la ONU Christina Markus Lassen proclamó que “el futuro de Groenlandia debe ser decidido por sus ciudadanos, la independencia es posible y tienen el derecho a la autodeterminación”.
Lassen también desveló que hay contactos abiertos con la Casa Blanca para reforzar la seguridad alrededor del Mar Ártico, algo que “llevamos trabajando con la OTAN y EE.UU. hace tiempo”. Según una encuesta realizada en enero, el 85% de los groenlandeses rechaza la idea de formar parte de EE.UU.
“Las palabras de Trump dejan claro que EE.UU. ve a Groenlandia como un bien estratégico, no como un pueblo con derecho a una autodeterminación real”, consideró Anders Vistisen, parlamentario conservador danés, en declaraciones a Politico. En el pasado, Trump no descartó adquirir el territorio usando la fuerza militar o con presiones económicas.
“Recuperar” el Canal de Panamá
Girando sus miradas al sur, Trump volvió a reclamar la propiedad del estratégico canal de Panamá, un corredor marítimo clave en Centroamérica que fue entregado a Panamá en 1999, mediante un tratado firmado por el difunto presidente Jimmy Carter.
El presidente norteamericano remarcó que el canal fue “entregado” y expresó su malestar con su administración actual, alegando que China controla parte de las operaciones en el lugar.

Vista aérea del Canal de Panamá
“Fue entregado por la administración Carter por un billón de dólares, pero el acuerdo es incumplido recurrentemente. No se lo entregamos a China, lo dimos a Panamá, y ahora lo estamos recuperando”, aseguró. Nuevamente, usó la carta de la “seguridad nacional” para su reclamación.
De momento, la compañía estadounidense BlackRock, que opera inversiones multinacionales, ya avanzó que adquirirá dos puertos ubicados al final del canal, controlados actualmente por una empresa de Hong Kong que no agrada a Trump, ya que lo considera una tapadera de China para controlar el corredor.
“El canal fue construido por americanos para americanos, no para otros. Aunque si podrían usarlo”, precisó. Además, agradeció a su secretario de estado Marco Rubio, que recientemente viajó a Panamá para debatir cuestiones migratorias y reclamar la propiedad del canal.