América Latina

Trump: halcón o paloma en Venezuela

La postura que adopte el presidente electo de Estados Unidos, que no tomará posesión del cargo hasta el 20 de enero, condicionará la permanencia en el poder de Nicolás Maduro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro

La tensión aumenta de forma exponencial en Venezuela a medida que se acerca la fecha señalada del 10 de enero. Ese día, salvo hecatombe, el país andino será testigo de la toma de posesión presidencial, ceremonia que tendrá lugar en la sede de la Asamblea Nacional, una de las instituciones que operan bajo el férreo control del chavismo. La jornada estará marcada, sin embargo, por la vuelta anunciada del líder opositor Edmundo González Urrutia, asilado desde septiembre en España, quien se comprometió a regresar a su país para asumir un cargo al que Nicolás Maduro no pretende renunciar.

Hasta nueve expresidentes latinoamericanos le acompañarán en su misión, según anunció el pasado fin de semana el exmandatario colombiano Andrés Pastrana. En la lista figuran los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox, el boliviano Jorge Quiroga o el paraguayo Mario Abdo Benítez.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, hermano de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, estrenó el domingo su reelección en el cargo amenazando con declarar personas non gratas a los líderes que acompañen a Edmundo y con encarcelar al opositor si se produce su regreso. El chavismo ha blindado las fronteras, y especialmente la capital, Caracas, para impedir el acceso por tierra, mar y aire de González Urrutia.

El presidente de Argentina Javier Milei saluda junto al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia este sábado, desde la Casa Rosada en Buenos Aires

Presión diplomática

El líder opositor inició la pasada semana una gira diplomática por el continente americano para recabar apoyos de cara a la cita marcada en el calendario de este viernes. González Urrutia pasó por Argentina y Uruguay, donde fue recibido por los presidentes Javier Milei y Luis Lacalle Pou, antes de poner rumbo a Estados Unidos, donde esperaba reunirse con Joe Biden. La Casa Blanca aguardó hasta la mañana del 6 de enero para hacer oficial el encuentro con González Urrutia, que no había incluido en la agenda oficial de la jornada.

El líder opositor definió como “fructífero” el cara a cara con Biden, y Biden le devolvió el gesto. El todavía presidente saliente subrayó “que el mundo se sintió inspirado por los millones de venezolanos que votaron valientemente por el cambio democrático en las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, como demostró la recogida de las actas de escrutinio que indicaban que González Urrutia recibió el mayor número de votos por un margen insuperable”, según recoge la nota del encuentro difundida por la Casa Blanca, que abona la teoría del fraude electoral.

El demócrata dijo que le acompañaba “de corazón” en su intento de regresar a Venezuela, y defendió que su triunfo en las urnas “debe ser respetado mediante una transición pacífica hacia un Gobierno democrático”.

El chavismo condenó “enérgica y categórica” la reunión en la Casa Blanca. “Resulta grotesco que un Gobierno de salida, como el de Joe Biden, hundido en el descrédito político y marcado por un legado de fracasos domésticos e internacionales, insista en respaldar un proyecto violento que ya fue derrotado por el voto popular y la democracia revolucionaria del pueblo venezolano”, reaccionó airado Maduro.

Michael Waltz Edmundo González

El asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Waltz, recibe en Washington a Edmundo González

Trump, pieza de caza mayor

El equipo de Edmundo González se anotó un tanto diplomático, pero espera remachar la jugada reuniéndose con el presidente electo Donald Trump, pieza de caza mayor. De momento, González Urrutia ha conseguido acceder a su círculo de confianza.

El veterano diplomático se reunió el lunes en Washington con Michael Waltz, escogido por Trump como asesor de seguridad nacional. “Entre varios temas conversamos, con detalle, sobre la protesta cívica de los venezolanos, este 9 de enero. Nos garantizó que los Estados Unidos, y del mundo, estarán alerta sobre lo que suceda en nuestro país”, expresó el líder opositor a través de la red social X.

Está previsto que ese día haga acto de presencia la líder por aclamación del bloque opositor, María Corina Machado, que permanece en la clandestinidad desde los comicios de julio.

Persiste, sin embargo, la gran incógnita: ¿qué postura adoptará la administración Trump sobre la crisis venezolana? El recibimiento de Waltz a Edmundo González contrasta con las declaraciones formuladas el pasado 5 de enero por el “zar de la frontera” de Trump, Tom Homan, quien será el encargado de supervisar la política de inmigración y la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

División en Washington

Entrevistado en el programa Face The Nation de la CBS, Homan dijo que espera que el republicano trabaje con Venezuela en un acuerdo para recuperar a los ciudadanos que están siendo deportados de Estados Unidos, como antes hizo con El Salvador y México.

Donald Trump durante un mitin de su campaña

Eso pasaría irremediablemente por cooperar con el chavismo, que controla todos los resortes del poder, incluidas las Fuerzas Armadas. “Tenemos que poner la seguridad del pueblo estadounidense en primer lugar”, subrayó Homan.

En cambio, otras voces de peso del Gabinete de Trump apuestan por un choque frontal con Caracas. Es el caso de Marco Rubio, próximo secretario de Estado a falta de la confirmación del Senado. De origen cubano, Rubio ha presentado en la Cámara alta un proyecto de ley para elevar a 100 millones de dólares la recompensa por la detención de Maduro.

El senador por Florida también se ha mostrado especialmente crítico con las políticas de la Administración Biden, que levantó algunas sanciones contra el chavismo tras el acuerdo de Barbados entre chavismo y oposición para encarrilar el proceso electoral del pasado 28 de julio.

A su salida de la Casa Blanca, González Urrutia reveló que su equipo ha estado en contacto con el entorno de Trump “desde hace algún tiempo”, y añadió que iban a “seguir por ese mismo camino porque nuestras relaciones van a ser muy, muy estrechas”. Dependerá en buena medida de su habilidad de este veterano diplomático.