El presidente Donald Trump ha firmado cuatro nuevas órdenes ejecutivas relativas al Ejército de Estados Unidos. Una de ellas supone un nuevo paso de cara a allanar el camino para prohibir a las personas transgénero que se alisten o sirvan en las Fuerzas Armadas del país. Mientras que otra reprime las iniciativas de equidad e inclusión en el seno del Ejército. Una tercera reincorporará a miles de militares (unos 8.000) que fueron dados de baja tras negarse a recibir la vacuna contra el coronavirus. Y la cuarta creará un escudo antimisiles como la “cúpula de hierro” israelí.
A Trump, como ya quedó constancia durante las primeras horas de su mandato, no le ha temblado el pulso a la hora de firmar esta orden ejecutiva que ha indignado tanto a los grupos de derechos LGBTQ+ como a los legisladores demócratas. Titulada “Priorizar la excelencia y la preparación militar”, restablece una política ya impuesta durante el primer mandato del magnate republicano y deshace una orden de su antecesor, Joe Biden, que permitía a las personas trans alistarse y a los ya en las filas recibir cobertura médica relacionada con la transición. Con la orden de Trump, se prohibirá a aquellos que ya lleven el uniforme someterse a una transición de género.
“La fuerza de combate más letal del mundo”
Asimismo, la nueva orden ejecutiva de Trump establece que identificarse como un género que es inconsistente con el género biológico de uno “entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado, incluso en su vida personal“. Para la Administración Trump, los que lo hacen “no pueden satisfacer los rigurosos estándares necesarios para el servicio militar”.
“Para asegurarnos de que tenemos la fuerza de combate más letal del mundo, vamos a sacar la ideología transgénero del infierno de nuestro Ejército. Va a desaparecer”, recalcó Trump el lunes por la noche. En verano, durante su campaña a las presidenciales, el magnate republicano insistió en que el objetivo de las Fuerzas Armadas era “ganar guerras, no ser woke”.
La Administración Trump justifica la orden ejecutiva
La Administración Trump justifica la medida, pues “es política del Gobierno de Estados Unidos establecer altos estándares de preparación de las tropas, letalidad, cohesión, honestidad, humildad, uniformidad e integridad”. Así, esta política “es incoherente con las limitaciones médicas, quirúrgicas y de salud mental de las personas con disforia de género. Esta política también es incoherente con el uso cambiante de pronombres o el uso de pronombres que reflejan inexactamente el sexo de un individuo”, reza la orden ejecutiva. Esta justificación se hace eco de la utilizada para la prohibición inicial, que fue objeto de condena generalizada e impugnaciones legales durante la primera presidencia de Trump.
“La afirmación de un hombre de que es una mujer, y su exigencia de que los demás honren esta falsedad, no es coherente con la humildad y el desinterés que se requieren de un miembro del servicio“, añade la nueva orden ejecutiva.
No habrá una expulsión inmediata
El decreto presidencial no entra en vigor inmediatamente, por lo que los miembros transgénero del Ejército de Estados Unidos no serán expulsados de manera inminente. Lo que sí exige lo firmado por Trump es que el Departamento de Defensa actualice sus normas médicas militares en un plazo de 60 días y “ponga fin sin demora al uso de pronombres inventados y basados en la identificación” y prohíba a las personas a las que se asignó un sexo masculino al nacer utilizar las instalaciones femeninas para dormir, cambiarse y bañarse. También da al Pentágono 30 días para presentar una guía revisada sobre cómo implementar la orden.
En cuanto a los miembros de las Fuerzas Armadas que se encontraban en plena transición, aún no queda claro qué ocurrirá con ellos. Se espera que el restablecimiento de la política plantee importantes retos logísticos y jurídicos, en particular para los miembros transgénero del Ejército que ya prestan servicio. Estas personas se enfrentan ahora a la incertidumbre sobre su futuro profesional y a la posibilidad de ser licenciadas.
Disuasión
Las repercusiones de la orden irán más allá del Ejército de Estados Unidos. Los expertos predicen que podría disuadir aún más a las personas transgénero de buscar carreras en el servicio público y exacerbar los temores existentes en torno a la discriminación dentro de la comunidad en general.
¿Cuántas personas trans hay en el Ejército de Estados Unidos?
De acuerdo con el medio Axios, aunque no existe un recuento exacto de personas transgénero en el Ejército, se estima que hasta 8.000 personas transgénero sirven en el servicio activo. Pero el número real puede ser mayor, advierten en la publicación, debido a los límites de la autodeclaración y el miedo a la divulgación, según un estudio de 2020 publicado por los NIH.
Según “Newsweek”, un documento del Servicio de Investigación del Congreso de enero de 2024 hacía referencia a un informe de 2016 de la Corporación RAND que estimaba que de los 1,3 millones de miembros en servicio activo, entre 1.320 y 6.630 efectivos que servían en el componente activo y entre 830 y 4.160 en la reserva seleccionada se identificaban como transgénero.
MAKE AMERICA GREAT AGAIN! pic.twitter.com/K6FkyX1AZp
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 25, 2025
En cuanto a los que han recibido atención de afirmación de género (quirúrgica y no quirúrgica) el mismo documento revelaba que el Departamento de Defensa había atendido a 1.892 miembros del servicio entre enero de 2016 y mayo de 2021.
En otro informe de 2021, en el que se encuestó a 98.690 militares, sólo el 0,4% se identificó como transgénero, y el 1,2% reconoció que su sexo de nacimiento no coincidía con su identidad de género actual.
Con todo, una investigación del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA de 2014 estimó que 15.500 personas transgénero servían en las Fuerzas Armadas estadounidenses. También estimó que había más de 134.000 personas transgénero que eran veteranos o se habían retirado del servicio de la Guardia o la Reserva. Es decir, el 0,6% de los adultos que declararon haber servido en las Fuerzas Armadas eran transexuales.
¿Quién está al frente del Pentágono?
El nuevo secretario de Defensa de Trump, Pete Hegseth, comulga con el presidente. La elección del ex presentador en la cadena conservadora Fox News y veterano del Ejército causó perplejidad en los mentideros castrenses, pero ya está al frente del Pentágono.
El controvertido secretario de Defensa, de 44 años, aboga porque las militares no estén en puestos de combate ni fuerzas de élite. “No nos ha hecho más eficaces, no nos ha hecho más letales, ha complicado la batalla”, señaló.
Sobre la polémica orden ejecutiva de Trump, Hegseth indicó el lunes a “The New York Times” que el trabajo de los militares es “letalidad y preparación y combate de guerra”. En su opinión, “el entrenamiento militar se centrará en la preparación de lo que nuestras tropas sobre el terreno necesitan para disuadir a nuestros enemigos”.
Tanto Trump como Hegseth han criticado el tipo de contratación equitativa e insisten en que sus esfuerzos se centrarán en devolver al Ejército una cultura profesional masculina sin excusas.