Donald Trump es el vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El recuento ha sido bastante menos reñido de lo esperado, puesto que el candidato republicano ha logrado una clara ventaja sobre Kamala Harris en la mayor parte del país. En estos momentos, ya totaliza 277 votos delegados (suficientes para garantizarse la elección como presidente).
Harris, la vicepresidenta y aspirante demócrata ha tenido menos de 100 días para organizar su campaña a la presidencia, algo que no le ha beneficiado. Mientras que el expresidente Trump, además de haber sido declarado culpable de 34 cargos de falsificación documental en plena carrera hacia la Casa Blanca, ha sufrido varios intentos de asesinato. Harris, por su parte, con su historial como fiscal, no ha podido materializar en votos el hecho de ser la candidata presidencial mejor preparada de la historia de Estados Unidos.
Felicitaciones desde Europa
Desde el otro lado del Atlántico, los líderes internacionales reaccionaron con prudencia. Mientras Pedro Sánchez felicitaba a Trump por su victoria antes de conocerse el resultado final, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó estar “listo para trabajar juntos” con Trump por segunda vez. Subrayó la necesidad de colaboración estratégica entre ambos países, conscientes de las posibles tensiones en temas como la OTAN. Y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, destacó la “alianza inquebrantable” entre su país y EE. UU., afirmando que el vínculo “se fortalecerá aún más” con Trump en el poder.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, felicitó a Trump y elogió su compromiso con la “paz a través de la fuerza”, una postura que, según Zelensky, podría “acercar una paz justa en Ucrania”. Zelensky recordó sus reuniones anteriores con Trump, expresando esperanza en que su liderazgo ayudaría a frenar la agresión rusa — algo que ni está garantizado ni parece probable, ya que lo más posible es que Trump cese o reduzca el apoyo a Ucrania.
Quien no felicitó a Trump fue Putin. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que “es prácticamente imposible que las relaciones empeoren aún más” debido a que ya están en su punto más bajo. Peskov afirmó que Rusia esperará “palabras y acciones concretas” antes de emitir una valoración final sobre el nuevo mandato de Trump.
Elecciones decisivas
Los estadounidenses acudieron masivamente a votar. Tenían en sus manos el futuro del país, el rumbo de Estados Unidos durante los próximos cuatro años, y demócratas y republicanos respondieron a los llamamientos de los aspirantes a la Casa Blanca. Se registraron largas filas en decenas de centros electorales, muchas de ellas en Pensilvania, uno de los estados más decisivos que, finalmente, cayó del lado republicano.
Cabe recordar, que más de 81 millones de personas ejercieron su derecho a voto con anterioridad, por correo. Tanto republicanos como demócratas se han tomado estos comicios como una carrera crucial a vida o muerte. Es más, muchos de ellos creen que la democracia de Estados Unidos está en peligro.
La mayoría de los estadounidenses ha reconocido que lo que más les preocupaba en estas elecciones, lo que más les ha motivado a ejercer su derecho a voto este martes ha sido “el estado de la democracia” (un 35%). En segundo lugar, la situación de la economía (el 31%). En tercer lugar, el aborto (14%). Y en cuarto lugar, la inmigración (11%), según una encuesta a pie de urna de la cadena NBC.
Lo cierto es que la economía ha sido uno de los grandes temas de esta campaña. Y esto ha beneficiado al magnate y presidente in pectore. La inflación, la subida de los precios y el encarecimiento de la cesta de la compra en comparación con 2020 (cuando estaba Trump) ha sido la gran baza republicana. Los encuestados aseguraron que Trump, de 78 años, era más fiable a la hora de gestionar la economía del país en un 51%, frente al 48% que confiaba en Harris para esta tarea.
Y aunque los candidatos se dejaron la piel hasta el último minuto, con un cierre de campaña maratoniano en los estados bisagra, la verdad es que el 92% de los votantes tomó su decisión, antes de esta última semana, mientras que sólo un 7% lo ha hecho en los últimos siete días.
Así fue el recuento
La noche electoral comenzó con Harris siguiendo el recuento desde Washington DC, desde la Universidad Howard, que hizo las veces de cuartel general demócrata. Por su parte, Trump estuvo en Florida, el estado sureño que le ha respaldado en las últimas tres elecciones y donde tiene su residencia. Trump participó en una cena con donantes millonarios, para después seguir la larga noche electoral desde su lujosa residencia de Palm Beach (Florida), acompañado por empresarios como Elon Musk. Precisamente Musk tendrá un papel protagonista en la nueva Administración Trump en caso de que se confirme una victoria del republicano.
GET OUT AND VOTE—STILL TIME LEFT! https://t.co/czQRkZmYUH pic.twitter.com/ZuF4Txvujp
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 6, 2024
Precisamente en Florida, Trump marcó algunos hitos como teñir de rojo el condado de Miami-Dade, algo que ningún republicano hacía desde George HW Bush en 1988. El expresidente nunca había logrado el apoyo de este distrito, que hasta en 2016 fue a parar a manos de Hillary Clinton por más de 30 puntos.
Comparativa con 2020
Al igual que en 2020, la campaña ha estado muy polarizada. En las pasadas elecciones presidenciales, celebradas en 2020, Biden logró el 51,3% de los votos, es decir, más de 81 millones de votos. A nivel de Colegio Electoral, el presidente demócrata obtuvo 306 frente a los 232 de Trump, quien consiguió un 46,9% y más de 74 millones de votos.