Si se pudiera resumir la gestión de Javier Milei, presidente de Argentina, en su primer año en la Casa Rosada, en una sola palabra, esta sería sin lugar a dudas “polarizante“. Mientras algunos sectores celebran los cambios estructurales que su administración ha impulsado, otros ven sus políticas como un golpe duro y desigual para la mayoría de los argentinos. Este contraste emerge claramente en las voces de tres mujeres que han querido compartir sus experiencias con Artículo14: Roxana Martínez Corzo, Valeria Santella y Maravillas Fernández, quienes ofrecen una visión amplia y en primera persona de este primer año de gobierno.
Roxana Martínez Corzo, fundadora de RMC Comex Services, valoró de forma positiva las reformas de Milei en el comercio exterior. “Se han reducido aranceles y eliminado barreras normativas que durante décadas limitaban nuestra competitividad”, señala. Según ella, las iniciativas han permitido un acceso más amplio a mercados internacionales y favorecido tanto a las pequeñas y medianas empresas como a los consumidores locales. “Hoy, el ciudadano común puede percibir los beneficios de esta apertura comercial, con una mayor diversificación de productos y mejores precios”.
En el ámbito macroeconómico, Valeria Santella, licenciada en comercio internacional, también reconoce el compromiso del gobierno con reformas profundas. “La reducción del gasto público y la simplificación de trámites burocráticos son pasos esenciales para estabilizar una economía que estaba colapsada”, afirma. Según Santella, estas medidas han comenzado a atraer inversiones extranjeras y a hacer más competitivo al exportador argentino. Sin embargo, destaca que el impacto de estas reformas ha sido particularmente duro para sectores acostumbrados a subsidios estatales.
No obstante, este optimismo no coincide con la experiencia de Maravillas Fernández, consultora en la compañía Burson, quien considera que las políticas de Milei han dejado en el desamparo a los sectores más vulnerables. “Es inaceptable que haya eliminado la medicación gratuita para jubilados y reducido el alcance de programas sociales”, comenta indignada. Fernández señala que mientras los grandes empresarios parecen beneficiarse de las políticas económicas, la clase trabajadora lucha por llegar a fin de mes. “En el día a día, la gente apenas puede llenar el carrito del supermercado”.
Luchar contra la inflación
Otro de los puntos más debatidos es la relación entre la eliminación de subsidios y la inflación. Roxana Martínez si reconoce que la inflación ha golpeado los hogares argentinos. “El costo de vida sigue siendo muy alto, aunque hay avances que benefician a la economía en su conjunto”, explica. Sin embargo, para Fernández, este enfoque es insensible. “¿De qué sirve la estabilidad macroeconómica si la gente no puede pagar la comida ni el alquiler?”, cuestiona.
En el plano internacional, las opiniones también divergen. Roxana y Valeria ven con buenos ojos el acercamiento de Argentina a nuevos mercados y la búsqueda de acuerdos comerciales con la Unión Europea y Estados Unidos. “Esta estrategia posicionará a Argentina como un actor competitivo en el comercio internacional”, sostiene Santella. Sin embargo, ambas admiten que el estilo disruptivo y poco diplomático de Milei podría dificultar estas alianzas a largo plazo.
Fernández, en cambio, critica duramente la imagen internacional del presidente. “Milei es visto como un personaje pintoresco y poco serio en el extranjero. Su actitud polarizante no ayuda a construir confianza con los socios internacionales”, argumenta. Según ella, estas percepciones dañan la reputación de Argentina en un momento crítico. Luego está otro elemento que señala Fernández, y es el sexo de Milei. “A Cristina Kirchner la criticaban por su actitud combativa, por su tono antipático y serio. A Milei, sin embargo, lo alaban por lo combativo de su discurso. ¿Por qué? Pues porque es hombre, evidentemente.”
El problema a nivel doméstico
A nivel doméstico, los testimonios reflejan un panorama desigual. Mientras que Roxana destaca los beneficios para el sector empresarial, Fernández describe un país donde la precariedad laboral y el desempleo están en aumento. “Con la reforma laboral, los empleadores pueden despedir sin restricciones, dejando a miles de personas en la incertidumbre”, señala.
Un punto de consenso entre las entrevistadas es la necesidad de paciencia para evaluar los resultados de estas políticas. “Son cambios estructurales que no se verán completamente reflejados en un año”, afirma Santella. Sin embargo, Fernández cuestiona si el costo social de estas medidas es justificable: “Es difícil pedir paciencia cuando hay gente que no puede poner un plato en la mesa”.
En cuanto a los retos a futuro, Roxana considera que hay necesidad de modernizar los procesos productivos y mejorar la competitividad interna. Valeria, por su parte, espera que el gobierno mantenga el enfoque en la transparencia y la reducción de la corrupción. Para Fernández, sin embargo, el mayor desafío es recuperar la confianza de la ciudadanía. “El país está fracturado y el descontento social es palpable”, concluye.
Lo que está claro es que la gestión de Javier Milei ha traído un torbellino de cambios que despiertan tanto entusiasmo como rechazo. Mientras sus defensores ven en sus políticas una oportunidad de transformación económica, sus detractores alertan sobre el impacto social y político de estas medidas.