En una visita a Washington la semana pasada, la primera ministra italiana Giorgia Meloni se reunió con Donald Trump en la Casa Blanca, en un encuentro centrado en la negociación de los aranceles impuestos por EE UU sobre todos los países de Europa. La premier italiana fue la primera dirigente europea en visitar a Trump desde el controvertido anuncio del “Día de la Liberación“, jornada en que el presidente estadounidense anunció la aplicación de elevados impuestos sobre importaciones llegadas a EE UU desde todo el mundo.
Trump y Meloni mantienen una buena sintonía personal e ideológica, por lo que la mandataria quiso personificarse como la candidata ideal para coser las heridas abiertas con Europa tras la imposición de los aranceles. “Haremos Occidente grande otra vez”, prometió la dirigente italiana, parafraseando el popular eslogan trumpista. Su anfitrión dio por hecho que “habrá un acuerdo comercial” entre las partes.

Tensión con Von der Leyen
Al parecer, Ursula von der Leyen no encajó demasiado bien el encuentro bilateral de Meloni con Trump. La presidenta de la Comisión Europea (CE), que tras el anuncio sobre los aranceles dejó claro que Europa tenía suficientes herramientas para replicar en la “guerra comercial” abierta con Washington, aseguró recientemente que más países pretenden trabajar con “socios confiables” tras el seísmo económico generado por Trump.
“En un entorno global cada vez más impredecible, los países se están preparando para colaborar con nosotros”, declaró la presidenta de la Comisión, sin mencionar a Trump ni a Estados Unidos. En las últimas semanas, Von der Leyen ha conversado con líderes de Islandia, Nueva Zelanda, Malasia, Filipinas, Canadá, India y los Emiratos Árabes Unidos, que en su criterio están buscando “socios fuertes y fiables”.
Aranceles aplazados
Tras la imposición de aranceles de un 20% sobre las importaciones europeas, los mercados financieros se tambalearon, y finalmente Trump anunció un aplazamiento de 90 días para renegociar acuerdos comerciales con los países afectados. En el caso de la UE, la Casa Blanca insiste en mantener impuestos del 10% que, en sectores como el aluminio, el hierro o los automóviles podría quedarse en un 25%.

Von der Leyen, que presume de la resiliencia europea para contrarrestar el plan de Trump, estaría gestando ahora una negociación con la Casa Blanca, pero dejando al margen a Giorgia Meloni. “En medio del caos, Europa se mantiene firme, arraigada en valores y lista para dar forma a lo que viene después”, aseguró la presidenta de la Comisión.

Del encuentro entre Meloni y Trump no salieron detalles concretos que certifiquen un posible acuerdo entre la UE y Washington, más allá de los elogios mutuos. La política del presidente estadounidense es potenciar vínculos con líderes de naciones afines, mientras trata de evitar todo lo posible los vínculos con altos oficiales de Bruselas.
¿Trump en Europa?
María Tadeo, periodista de la revista Le Grand Continent, comentó en Radio Nacional de España que Meloni podría haber convencido a Trump para visitar próximamente Europa. “No ha dado detalles ni fechas, pero yo entiendo que habla de una reunión con Von der Leyen. Si lo consigue, será una victoria de Meloni”, consideró. Se daba por hecho que el encuentro cara a cara con la presidenta de la Comisión era imprescindible, ya que Bruselas es quien tiene la potestad final para firmar un tratado comercial.

Respecto al rol de improvisada mediadora, Tadeo destacó que la estrategia de Meloni es “astuta, inteligente y rápida. Ha sabido repetir las dos o tres frases que le gustan a Trump, pero le ha recalcado que esto solo se va a arreglar si consigue hablar con la UE y con los 27″, prosiguió Tadeo.
La invitación de Meloni
Por eso ahora a la primera ministra italiana le molesta que Von der Leyen intente reunirse con Trump sin contar con ella. Este sábado estarán en Roma tanto los tres líderes institucionales europeos (Von der Leyen, Antonio Costa y Roberta Metsola) como el nuevo magnate republicano y la presidenta del Ejecutivo comunitario está moviendo una reunión bilateral con Trump.

Pero es que a Von der Leyen, al parecer, le molestó el papel protagonista de Meloni, y que convocara una suerte de cumbre europea con Estados Unidos en suelo italiano. “Las cumbres las convoca el Consejo y no el gobierno de un Estado miembro”, reiteraron los portavoces de la Comisión al diario “La Repubblica”.
Doble rol de Meloni
La primera ministra italiana juega un rol complejo, ya que inicialmente votó a favor de la represalia de 20.900 millones de euros sobre bienes estadounidenses, que finalmente se suspendieron tras el aplazamiento anunciado por Trump. Italia es el segundo país exportador a Estados Unidos -después de Alemania-, y sus previsiones de crecimiento se han reducido a la mitad desde los diferentes anuncios de la Casa Blanca sobre los aranceles.
La incógnita es si Von der Leyen aceptará el improvisado rol negociador de Meloni. Hasta la fecha, el comisario de comercio europeo, Maros Sefcoviv, no ha logrado ningún compromiso de la Casa Blanca en los tres viajes realizados a Washington desde que Trump asumió el poder. La oferta europea de eliminar los aranceles sobre todos los bienes industriales, incluidos los automóviles, no ha recibido respuesta desde Washington.