La población ucraniana no ha dejado de sufrir desde el pasado 24 de febrero de 2022. Más de tres años de guerra en Ucrania que han dejado profundas cicatrices en el tejido social y económico del país. Y es que tres de cada cuatro personas en Ucrania enfrentan dificultades económicas, según ha afirmado la ONG Save the Children en una nota de prensa.
La pobreza ha golpeado con fuerza a las familias ucranianas, quienes se encuentran en una situación cada vez más desesperada. La organización humanitaria ha apuntado a la creciente falta de alimentos, así como de acceso a productos básicos y las dificultades para pagar alquileres y servicios esenciales como algunas de las consecuencias que las familias ucranianas están viviendo a diario.
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Un casa en Ucrania destruida por la invasión rusa.
En medio de esta crisis humanitaria, la situación se ha complicado aún más esta última semana con las recientes negociaciones entre EEUU y Rusia. Además, las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en las que ha acusado al presidente ucraniano Volodimir Zelenski de ser un “dictador sin elecciones”. “Zelenski ha hecho un trabajo terrible. Su país está destrozando y millones han muerto innecesariamente”, añadió, un Trump que, además, ha acusado al Gobierno ucraniano de haber “perdido” la “mitad” de los 350.000 millones de dólares que, asegura, Washington ha enviado a Kiev.
Indignación en Ucrania
Estas palabras de Trump han indignado a Ucrania, donde muchos consideran que no solo son erróneas, sino peligrosas en el contexto actual. Para Zelenski, Trump “vive en un espacio de desinformación”, ya que esto contradice la realidad de la aplastante victoria de Zelenski en las elecciones presidenciales de 2019, en las que obtuvo más del 73% de los votos. Desde el inicio de la invasión rusa, con la declaración del ley marcial, no han podido convocarse elecciones.
Todo esto ocurre mientras que se aboga por concesiones hacia Rusia, el país invasor y que ha lanzado esta guerra a gran escala, como los esfuerzos de Estados Unidos por presionar a Ucrania para que acepte pérdidas territoriales significativas a favor de Rusia a cambio de poner fin a la guerra. El plan de Trump pasa por satisfacer las ambiciones del líder ruso Vladimir Putin, aunque no hasta el punto más álgido.
El 75% de los ucranianos no llegan a fin de mes
Según las últimas cifras de la ONU, alrededor del 75% de la población de Ucrania tiene serias dificultades para llegar a fin de mes. Los costos de la vida, como el alquiler y los alimentos, han aumentado drásticamente desde 2022, lo que pone en jaque a muchas familias, especialmente a aquellas encabezadas por mujeres y niñas.
Los últimos informes indican que casi 5 millones de personas en Ucrania, más del 60% de las cuales son mujeres y niños, se enfrentarán a la inseguridad alimentaria en 2025. El estudio también concluyó que el 42% de los hogares tienen dificultades para acceder a productos de higiene como jabón, champú y toallas, y algunas mujeres, niños y niñas no les queda más remedio que priorizar la comida sobre los artículos de higiene.
“Todo lo que teníamos lo hemos perdido. Es muy duro”.
“Todo lo que conocía se ha ido”, comenta Raisa (nombre ficticio), una mujer de 61 años que, junto a su nieta Yana (nombre ficticio), de 14 años, ha tenido que mudarse a uno de los 1.800 refugios colectivos del país. En palabras a Save the Children, Raisa, que solía tener una vida acomodada y con pocos problemas, nunca imaginó verse en una situación como la actual: “Crecí en una familia adinerada, y lo seguía siendo cuando me casé. Pero luego mi marido murió, mi hija también y comenzó la guerra. Ahora estamos aquí, sin nada, y con una pensión de 3.000 grivnas al mes que no alcanza para nada”, afirma la mujer. “Cuando llegamos al refugio, no teníamos mantas, nada. Solo tenemos un frigorífico y un microondas para 14 familias. Temo no poder ayudar a mi nieta. Es muy duro para mí. Nunca he estado en una situación así”, añade Raisa.
Olena (nombre ficticio), de 31 años, también ha sido desplazada varias veces en estos tres años de conflicto. “Mi pueblo ya no existe. Ha sido quemado hasta los cimientos. Incluso si la guerra termina, ¿cómo podremos volver? No hay nada”, comenta con tristeza mientras sostiene a su hija Anna, de nueve años, quien sufre de escoliosis. Las tensiones son palpables en la voz de Olena: “A veces no podemos pagar la atención médica que necesita, ni el alquiler, ni las facturas. Es muy difícil, sobre todo cuando hay una guerra que no acaba”.
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Anna, de 9 años, junto a su madre Olena, de 31, en su casa derribada por los ataques rusos.
Además de las dificultades económicas, las mujeres y los niños son especialmente vulnerables a la explotación y a la pobreza extrema. Save the Children ha documentado que muchas mujeres están siendo forzadas a tomar decisiones drásticas, como entregar a sus hijos a instituciones de acogida para garantizar que tengan al menos comida y techo.
Un futuro muy preocupante para los jóvenes ucranianos
La directora de Save the Children en Ucrania, Sonia Khush, señaló la magnitud del sufrimiento infantil en la región: “Tres años de guerra, más el sufrimiento causado por la pandemia, han devastado las vidas de los niños ucranianos. La infancia ha sido arrebatada a miles de niños que han visto como sus hogares, escuelas y comunidades eran destruidos. El futuro es incierto y lleno de temores. Muchos niños ya no saben de dónde vendrá su próxima comida, y otros ni siquiera tienen la ropa adecuada para el invierno”.
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Anna, nieta de Olena.
Save the Children hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que priorice la ayuda humanitaria y no permita que la infancia ucraniana quede aún más marginada en el proceso de reconstrucción. “Necesitamos que el Gobierno de Ucrania, junto con los organismos internacionales, inviertan en educación, salud, nutrición y apoyo social. Si no actuamos ahora, el costo humano de esta guerra será aún más grande”, afirma Khush.