Es la única que, de momento, ha puesto a Elon Musk en su sitio. Susie Wiles, la jefa de Gabinete de Donald Trump, la primera mujer en ocupar el cargo en la historia de Estados Unidos, ha tenido el primer rifirrafe con el polémico magnate y, de momento, ella ha ganado el primer round.
La veterana estratega conservadora de 67 años no se anda con chiquitas. Está en una posición de fuerza. Ella es la que ha conseguido -no sólo que Trump la escuche- sino el cerebro detrás de la rotunda victoria en las elecciones presidenciales de noviembre y no va a permitir que Musk desbarate lo que tanto le ha costado cimentar.
Wiles y su pulso con Musk
Así, la jefa de Gabinete ha comenzado un pulso con el dueño de X, quien aspiraba a tener un despacho en el Ala Oeste de la Casa Blanca y se ha autoerigido como “el verdadero vicepresidente” de Estados Unidos. Un cargo que ocupa el conservador y ex senador de Ohio, J. D. Vance.
Apodada en el círculo trumpista como la “Dama de Hielo”, Wiles es artífice del regreso de Trump al Despacho Oval y el magnate republicano le quiso recompensar con el importante puesto. Y ya ha demostrado que lo va a defender con puños y dientes, y sobre todo, con la calma que le caracteriza.
Al frente de DOGE
Aliado de Trump, el multimillonario de 53 años también fue agraciado con un puesto oficial en la nueva Administración. Musk ejercerá como presidente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), un cargo a la medida del magnate, que en principio iba a compartir con Vivek Ramaswamy, pero que ya ha abandonado antes de empezar.
La función del nuevo DOGE, que comparte nombre con el meme del perro y con una criptomoneda, es una de las promesas de campaña de Trump: “Desmantelar la burocracia gubernamental, reducir el exceso de regulaciones, recortar gastos innecesarios y restructurar las agencias federales”. En suma, achicar el Estado.
El empresario tecnológico quería tener una oficina cerca de la de Trump, a pocos metros del Despacho Oval, algo que no era del gusto de Wiles, la flamante jefa de Gabinete del presidente. Pero finalmente, tanto él como el Departamento DOGE estarán en el edificio de oficinas Eisenhower, es decir, en el complejo de enfrente a la Casa Blanca.
No más caos en la nueva Administración Trump
Cabe recordar, que durante el primer mandato de Trump, de 2017 a 2021, el mandatario republicano tuvo cuatro jefes de Gabinete distintos, lo que generó incertidumbre y caos, así como un halo de falta de seriedad que acompañó al magnate durante toda la presidencia.
La tarea que tiene en sus manos Wiles es una de las más difíciles de todos los puestos repartidos de la Casa Blanca y es crucial para la imagen de Trump y el buen funcionamiento del Gobierno, por lo que no quiere que nadie medre ni asuma funciones que no le corresponden.
La satisfacción de Wiles
La semana pasada, cuando los periodistas le preguntaron a Trump durante -una de sus firmas de órdenes ejecutivas– si Musk tendría una oficina en el Ala Oeste de la Casa Blanca, el presidente respondió desde el escritorio Resolute que “no”. “Tendrá una oficina para una veintena de personas que estamos contratando para asegurarnos de que el ahorro se implementa”, indicó Trump, bajo la atenta (y satisfecha) mirada de Wiles, que estaba sentada en el Despacho Oval.
Pero la batalla no ha quedado ahí, Musk, como responsable de DOGE, tendrá que rendir cuentas a Wiles. Si en un primer momento iba a ser un departamento externo y nuevo, lo que ha hecho Trump es renombrar uno de la era Obama (el encargado de transformación digital) para que así forme parte de las responsabilidades de la Casa Blanca.
Antes de la investidura de Trump hace una semana, Wiles ya evidenció al medio Axios que no daba “la bienvenida a gente que quiere trabajar en solitario o ser una estrella”. La “dama de hielo” admitió que “mi equipo y yo no toleraremos las murmuraciones, las segundas intenciones o el drama. Son contraproducentes para la misión“. Una misión que tiene tan clara que Wiles no permitirá ni siquiera al hombre más rico del mundo que la desvíe ni un milímetro.