Entrevista

“Suecia ha reconocido a Palestina, pero continúa exportando armas a Israel”

Para Lucy Thaljieh, del Consejo Municipal de Belén, el reconocimiento por parte de España "es un paso en la dirección correcta", aunque debe "ir acompañado de medidas"

Lucy Thaljieh.

Lucy Thaljieh

En una medida histórica que refleja las aspiraciones del pueblo palestino, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este martes oficialmente que España reconoce a Palestina como un estado independiente, coincidiendo este anuncio coincide con decisiones similares de Noruega e Irlanda.

En su comparecencia ante la prensa, Sánchez subrayó que este reconocimiento está en línea con las resoluciones de Naciones Unidas y no está dirigido contra ninguna parte, sino que busca apoyar el proceso de paz entre palestinos e israelíes basado en la solución de dos estados. Esta medida ha sido ampliamente acogida por los palestinos, que esperan que este reconocimiento sea el comienzo del fin de la ocupación y el inicio de una paz duradera.

Sánchez también hizo una llamada a un alto el fuego permanente en Gaza, a la entrada de ayuda humanitaria y a la liberación de los secuestrados en el enclave. Subrayó que la prioridad ahora es poner fin a la crisis sin precedentes en Gaza, instando a la apertura de los pasos fronterizos.

España, ya había adelantado que reconocería oficialmente el Estado Palestino, una decisión que entró en vigor en martes 28, provocando una reacción mixta: bienvenida por parte de los palestinos y una fuerte oposición por parte de Israel. Con estos reconocimientos, el número de países que reconocen a Palestina asciende a 147 de los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU. Los gobiernos de España, Irlanda y Noruega han declarado que su decisión de reconocer a Palestina contribuirá a establecer la paz y detener la guerra que lleva más de ocho meses en Gaza y, tras estos reconocimientos, el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, confirmó que el jueves, el Gobierno esloveno discutirá llevar la propuesta de reconocimiento de Palestina para su ratificación. En los últimos meses, Reino Unido, Australia y Malta también han señalado que podrían seguir el mismo camino.

Los esfuerzos de Palestina por obtener la plena membresía en Naciones Unidas se enfrentan a la oposición por parte de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad.

En Belén, situada a 10 km al sur de Jerusalén, los palestinos han celebrado el reconocimiento español. Lucy Thaljieh, miembro reelegida del Consejo Municipal de Belén y activista por los derechos de las mujeres, comenta sobre la difícil situación en su ciudad: “Belén, cuna de Jesucristo, es una de las once gobernaciones de Cisjordania gravemente afectadas por el conflicto en Gaza”.

Un turismo desaparecido

Thaljieh explica que “la economía de Belén, que depende completamente del turismo, está devastada. Los hoteles están vacíos y el desempleo ha aumentado, sumiendo a los jóvenes en la desesperanza”.

Al preguntarle sobre el reconocimiento de Palestina por parte del Gobierno español, Thaljieh asevera que “más vale tarde que nunca”. Para la palestina, de fe cristiana, “este reconocimiento llega en un momento crucial, ya que necesitamos el reconocimiento internacional como pueblo”. En su opinión, “es un paso en la dirección correcta, pero debe ir acompañado de medidas estratégicas para garantizar nuestros derechos”.

No sólo palabras

Thaljieh recuerda que “países como Suecia han reconocido a Palestina, pero continúan exportando armas a Israel. El reconocimiento es un honor, pero debe ir seguido de acciones concretas para detener el derramamiento de sangre en Gaza”.

Aunque los desafíos para lograr una paz integral siguen siendo enormes, el reconocimiento de España, Noruega e Irlanda ofrece una luz de esperanza para el pueblo palestino. “El aumento en el número de países que reconocen a Palestina en este momento histórico es una victoria para la justicia después de décadas de lucha”, añade la palestina. “El reconocimiento de España reafirma su compromiso con la solución de dos estados y ofrece un rayo de esperanza a los palestinos para una vida digna y justa”, concluye Thaljieh.