A sus 78 años, Donald Trump se ha convertido en el 47º presidente de Estados Unidos y el más longevo en acceder al cargo. También es el segundo de la Historia del país en ser investido por segunda vez en un mandato no consecutivo. Pero al margen de estos datos históricos, el segundo mandato de Trump plantea numerosas incertidumbres a los estadounidenses.
Durante su discurso de inauguración, Trump hizo alarde de sus promesas de campaña y avanzó que las convertiría en medidas este mismo lunes, pues estábamos ante el “Día de la Liberación” de Estados Unidos. Así, se esperaba que Trump firmase más de cien órdenes ejecutivas, incluidas varias enfocadas en la gestión de la migración en el Capital One Arena de Washington, frente a unos 20.000 simpatizantes.
Donald J. Trump Sworn In as the 47th President of the United States
America is BACK. 🇺🇸 pic.twitter.com/Fi7k78Gnp1
— The White House (@WhiteHouse) January 20, 2025
“Un uso sin precedentes”
En Artículo14, preguntamos a la experta Alison Brysk, profesora distinguida de Estudios Globales y Ciencias Políticas en la Universidad de California, sobre los próximos cuatro años. Sobre esta lluvia de órdenes ejecutivas en su recién estrenada presidencia, Brysk explica que “se trata de un uso del poder presidencial sin precedentes y que rompe las normas. Las primeras medidas del Ejecutivo suelen reservarse para una amenaza urgente a la seguridad nacional o para revertir algún error histórico ampliamente aceptado”.
Sobre la gran pregunta, si la democracia de Estados Unidos sobrevivirá al segundo mandato del magnate republicano, la profesora ahonda en que “las iniciativas de Trump, los nombramientos del Ejecutivo y las distorsiones de la administración pública socavarán sistemáticamente la rendición de cuentas democrática, la transparencia, las libertades fundamentales y los derechos de las minorías de formas que debilitarán nuestro sistema durante al menos una generación“.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump en su ceremonia de investidura en el Capitolio
-Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, ¿se producirá un retroceso en los derechos de las mujeres estadounidenses?
-La segunda Administración Trump plantea numerosas amenazas a los derechos de las mujeres estadounidenses que pueden proyectarse desde el régimen anterior de Trump, los temas de campaña, los nombramientos y la defensa de la coalición MAGA. En primer lugar, los nombramientos judiciales del mandato anterior de Trump evisceraron los derechos reproductivos de las mujeres, y sus aliados a nivel estatal han aprobado prohibiciones del aborto, intentos de limitar los viajes interestatales a través de falsos proyectos de ley “contra el tráfico de personas”, y estatutos de personería fetal que pueden incluir la penalización de los solicitantes de aborto por “homicidio”. Los partidarios evangélicos de derechas de Trump seguirán profundizando el distanciamiento de Estados Unidos del tratado de la CEDAW, el estatus ambiguo de la Enmienda de Igualdad de Derechos de Estados Unidos a la Constitución, la reducción de la aplicación de medidas de igualdad de protección en los Departamentos de Justicia y Trabajo, e incluso la disminución de la responsabilidad por la violencia de género y la agresión sexual. Por último, la elevación de una guerra cultural contra las personas transgénero en el segundo mandato de Trump amenaza la autodeterminación y la seguridad de todos los estadounidenses LGBTQ de todos los géneros.
Usha Vance, JD Vance, Donald Trump y la primera dama Melania Trump
-Joe Biden ha protegido a Anthony Fauci, Liz Cheney y Mark Milley con un indulto de última hora: ¿temían represalias legales contra ellos por parte de la nueva Administración de Donald Trump?
-Sí, Trump había anunciado planes para procesar a estas personas por su servicio en Salud Pública y la investigación del 6 de enero, y ha nombrado a un Fiscal General que se niega a descartar la posibilidad de procesamientos políticos.
-Está previsto que Trump firmase alrededor de 200 acciones ejecutivas este mismo lunes. Se esperaba que las órdenes cubran la seguridad fronteriza, las deportaciones masivas, el retroceso de las iniciativas de diversidad del Gobierno, el indulto a los acusados del atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, el impulso a la producción de petróleo y gas, y la sustitución de miles de burócratas de carrera del Gobierno, entre otros asuntos políticos… ¿Por qué tanta prisa? ¿Es normal hacer esto el día de la toma de posesión?
-Se trata de un uso del poder presidencial sin precedentes y que rompe las normas. Las primeras medidas del Ejecutivo suelen reservarse para una amenaza urgente a la seguridad nacional o para revertir algún error histórico ampliamente aceptado. La prisa por impulsar estas órdenes es para evitar el escrutinio o la oposición del Congreso, debido a la escasa mayoría de los republicanos en ambas cámaras de la legislatura, para abrumar a los tribunales y limitar la eficacia de las impugnaciones legales, y para establecer “hechos sobre el terreno” que sean difíciles de revertir, especialmente las deportaciones, los indultos y la sustitución de funcionarios. La estrategia histórica de Trump es aporrear el sistema político con una tormenta de iniciativas, sabiendo que solo algunas tendrán éxito pero que el volumen permitirá que un número mayor tenga cierto impacto, distraiga al público y reconfigure la agenda política.
Simpatizantes de Trump celebran que Donald Trump ya es presidente en Miami, Florida
-¿Puede la democracia estadounidense sobrevivir a otro mandato de Trump?
-Lo que la mayoría de los analistas políticos ven no es una muerte absoluta de la democracia estadounidense, sino una degradación hacia el “autoritarismo electoral” que ahora se encuentra en los regímenes populistas y nacionalistas de todo el mundo. Las iniciativas de Trump, los nombramientos del Ejecutivo y las distorsiones de la administración pública socavarán sistemáticamente la rendición de cuentas democrática, la transparencia, las libertades fundamentales y los derechos de las minorías de formas que debilitarán nuestro sistema durante al menos una generación. Una amenaza aún más profunda más allá del sistema político formal es que los ataques de Trump a la salud pública científica, la regulación de las armas y las respuestas al cambio climático tendrán consecuencias mortales para un número creciente de estadounidenses a través de la mala gestión de epidemias crecientes, tiroteos masivos y desastres naturales. Así que incluso si la democracia estadounidense sobrevive, me temo que muchos estadounidenses no lo harán.