Israel y Hamás han estado cerca de reeditar el alto el fuego en Gaza. Hubiera sido el primer cese de las hostilidades después de catorce meses de guerra ininterrumpida en el enclave palestino. Pero los equipos negociadores abandonaron Doha en la noche del martes sin acuerdo, una vez más. Hamás atribuye la responsabilidad del fracaso a Israel por introducir a última hora “nuevas condiciones” para sellar la tregua. En cambio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusa a los dirigentes del grupo islamista palestino de haber rechazado algunos de los términos ya acordados.
Mientras tanto, a falta de consenso, el ejército israelí intensifica su ofensiva sobre la Franja. Al menos cinco palestinos han muerto y una veintena han resultado heridos en la mañana del jueves como consecuencia de un ataque aéreo sobre una zona residencial de Zeitoun, uno de los barrios principales de Ciudad de Gaza, según informa la agencia de noticias palestina WAFA.
En paralelo, otro bombardeo israelí alcanzó en las inmediaciones del hospital Al-Awda de Nuseirat un vehículo en el que viajaban cinco periodistas palestinos que trabajaban para el canal de televisión local Al-Quds Al-Youm. Sus nombres eran Faisal Abu Al-Qumsan, Fadi Hassouna, Ibrahim Sheikh Ali, Mohammed Al-Lada’a y Ayman Al-Jiddi.
Según los medios gazatíes, la furgoneta estaba señalizada como un vehículo de prensa que los periodistas utilizaban para informar desde el interior del hospital Al-Awda y el campamento de refugiados de Nuseirat, en el corazón del enclave palestino. Pero la fuerza aérea israelí dice haber atacado el vehículo “de forma selectiva y con orientación de los servicios de inteligencia” porque en el interior se encontraban milicianos de la Yihad Islámica, socio menor de Hamás que participó en el atentado del 7 de octubre.
Hipotermia
Entre las víctimas mortales recientes de la ofensiva israelí en Gaza también se encuentra Sila, una bebé de apenas tres semanas. Sila no murió a causa de los bombardeos, sino de hipotermia, congelada, presa de las bajas temperaturas en Muwasi, un campamento situado a las afueras de Jan Yunis. Muwasi es uno de los campos de refugiados que se extienden a lo largo de la Franja. Áreas improvisadas donde los desplazados, que huyen de los continuos ataques israelíes, malviven hacinados en tiendas de campaña, sin apenas recursos.
El padre de Sila, Mahmoud al-Faseeh, envolvió a su bebé en una manta para tratar de mantenerla caliente. “Hizo mucho frío durante la noche y, como adultos, no pudimos soportarlo. No podíamos mantenernos calientes”, traslada a Associated Press.
Sila se despertó llorando tres veces de madrugada. Por la mañana la encontraron inconsciente, con el cuerpo rígido. “Parecía de madera”, dice su padre. La llevaron rápidamente a un hospital de campaña donde los médicos intentaron reanimarla, sin éxito. Con los labios morados y la piel pálida y manchada. Así aparece en la última imagen tomada por la agencia de noticias norteamericana.
A three-week-old Palestinian baby girl, Sila al-Faseel, froze to death in the Mawasi area in southern Gaza pic.twitter.com/up3PwHejgz
— Middle East Eye (@MiddleEastEye) December 26, 2024
Sila no es la primera bebé víctima del frío. Otros dos bebés, uno de tres días y otro de un mes, han muerto por la misma causa en las últimas 48 horas, según el director del pabellón infantil del hospital Nasser de Jan Yunis, Ahmed al-Farra.
Las distintas organizaciones humanitarias alertan a diario sobre la escasez de mantas, ropa de abrigo y calentadores en los campamentos, y denuncian las dificultades existentes a la hora de distribuir alimentos y suministros básicos en estas zonas.
Más de un año de guerra
Más de 45.000 palestinos han muerto desde el inicio de la guerra en Gaza, derivada del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023, que segó la vida de cerca de 1.200 personas. Según el Ministerio de Sanidad, cuyo recuento de víctimas no distingue entre civiles y combatientes, más de la mitad de los fallecidos son mujeres y niños.
Además, unas dos millones de personas, casi el 90 % de la población gazatí, se han visto forzadas a desplazarse durante la guerra, de acuerdo con las cifras de Naciones Unidas. Una operación cuyos métodos “son coherentes con las características del genocidio”, según recoge un informe reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.