Sí, se puede sustituir a Biden (aunque es profundamente complejo)

Ante el pánico de los demócratas, Biden asegura que "no volvería a presentarme si no creyera con todo mi corazón y toda mi alma que puedo hacer este trabajo" durante un mitin en Carolina del Norte

Trump

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La cita de la noche del jueves en Estados Unidos, el primer cara a cara entre el presidente Joe Biden y el republicano Donald Trump se estudiará en las escuelas de retórica de Estados Unidos. Hacía muchos años que un candidato no lo hacía tan mal en un debate como para encumbrar al otro a la presidencia. A pesar de que el otro ha sido oficialmente declarado culpable por un jurado popular. Quizá sea la edad. Es la primera vez que los rivales eran tan longevos. Biden tiene 81 y Trump, 78, y en Estados Unidos, la esperanza de vida de los hombres es de 77,43 años.

En este debate, Biden tenía que despejar las dudas sobre si la edad era un impedimento para aspirar a otros cuatro años de mandato, sobre todo entre su electorado, como explicó a Artículo14, la profesora distinguida de Estudios Globales y Ciencias Políticas en la Universidad de California, Alison Brisk. Algo que no hizo.

La pregunta que se hace la opinión pública estadounidense, es si llegados a este punto, se puede sustituir al presidente Biden como candidato a la presidencia en las elecciones de Estados Unidos.

¿Hay tiempo antes del 5 de noviembre?

Si bien es cierto que desde el equipo de campaña atribuyen su mala actuación a que estaba resfriado, Biden se había pasado siete días practicando para este cara a cara con Trump en la residencia de Camp David. Sus respuestas durante el debate fueron poco claras, incoherentes, incluso perdió el hilo y balbuceó en varias ocasiones.

Joe Biden y Donald Trump en el debate de esta pasada noche

Y aunque han sonado las alarmas en las filas demócratas y la palabra “pánico” es la más compartida en los mentideros del partido del burro, su equipo de campaña a la reelección ha entrado en modo control de daños.

Así, la vicepresidenta Kamala Harris sólo reconoció que Biden estuvo “lento al principio”, sin embargo, “terminó fuerte”. Mientras que el propio presidente aseguró que “estuvo bien” y no sólo se ha comprometido a seguir adelante con su candidatura, sino que tiene previsto participar en un segundo debate con Trump que está agendado para el 1o de septiembre. Después de que ambos hayan sido nominados oficialmente por sus partidos, en sus respectivas convenciones.

Aquí está la clave. ¿Puede Joe Biden no ser el nominado por el Partido Demócrata durante la convención de agosto?

Biden tiene la mayoría de los delegados demócratas, logrados en estas primarias sin rivales. Si él no decide, por su propio pie, abandonar la carrera presidencial antes de la Convención Demócrata de Chicago, sus delegados están comprometidos a votar por él. Así los dictan las normas internas del partido: “Los delegados elegidos para la convención nacional comprometidos con un candidato presidencial reflejarán en conciencia los sentimientos de quienes los eligieron”.

De ahí que sea tan complicado para los demócratas sustituir a Biden si él quiere seguir en la carrera. “Sigamos adelante”, dijo anoche a sus partidarios de Atlanta. Este mismo viernes, su portavoz de campaña, Lauren Hitt, fue rotunda: “Por supuesto que no va a abandonar”.

Es más, el Comité Nacional Demócrata, presidido por Jaime Harrison, anunció que se iban a reunir antes de la inauguración de la Convención, el 19 de agosto, y agilizar algunas reglas internas, pero si Biden busca la reelección, están atados de pies y manos.

“Sé que no soy un hombre joven, por decir algo obvio”, indicó en un mitin de campaña este viernes en Carolina del Norte.

“Ya no camino con tanta facilidad. No hablo tan fácilmente como antes, no debato tan bien como antes, pero sé lo que sé: Sé decir la verdad. Sé distinguir el bien del mal, sé cómo hacer este trabajo”, ha reconocido. “Sé lo que millones de estadounidenses saben: cuando te derriban, te vuelves a levantar”, indicó el presidente entre aplausos y vítores.

“No volvería a presentarme si no creyera con todo mi corazón y toda mi alma que puedo hacer este trabajo“, ha espetado para acallar los rumores tanto dentro como fuera de su partido.

¿Y si Biden decide dar un paso atrás antes de la Convención?

Todos los ojos están en la vicepresidente y compañera de “ticket”, Kamala Harris. No obstante, la número dos de Biden no puede sustituirle en la candidatura por defecto. Tampoco el presidente puede obligar a los nominados a que voten por ella durante la convención.

Harris sí se convertiría en presidenta de EE UU hasta el fin del mandato de Biden en caso de que él decidiera dimitir voluntariamente como Jefe del Estado. Harris sería presidenta hasta el 20 de enero de 2025, fecha de la ceremonia de investidura del próximo presidente.

¿Y si da un paso atrás después de la Convención?

Si Biden es confirmado pero después de la Convención Demócrata en Chicago decide abandonar la carrera presidencial antes del día de las elecciones de noviembre, entonces el Comité Nacional Demócrata elige al nominado del partido.

¿Qué pasa con las donaciones millonarias?

En Estados Unidos, no hay victoria sin donaciones. Es una carrera paralela. Biden había recaudado ya 195 millones de dólares en ingresos. Si un candidato abandona la carrera, lo primero que tiene que hacer es reembolsar “a todos sus proveedores de campaña, y si la campaña terminara antes de las respectivas convenciones, tendría que devolver todas las contribuciones designadas para ser utilizadas en las elecciones generales”, según explicó a Forbes el abogado especializado en elecciones Brett Kappel.

¿Ha habido algún precedente?

Todos los analistas remiten a la Convención Nacional Demócrata de 1968. Entonces, el Partido Demócrata estaba muy dividido por la Guerra de Vietnam y el asesinato del popular candidato Robert Kennedy.

Lyndon B. Johnson, quien era el presidente en ese momento, decidió no postularse para la reelección en 1968. Lo anunció en marzo, en plenas primarias. Robert F. Kennedy, hermano del fallecido presidente John F. Kennedy, era un candidato muy popular para la nominación demócrata, su asesinato en junio dejó un vacío enorme.

En la convención, Hubert H. Humphrey, quien había sido vicepresidente de Johnson, fue nominado como el candidato demócrata. Perdió las elecciones de noviembre.