El regreso triunfal de Donald Trump a la Casa Blanca ha sacudido las relaciones entre Estados Unidos y México, que no atravesaban precisamente su mejor momento durante la Administración saliente de Joe Biden. En su primer día en el Despacho Oval, el líder republicano firmó una batería de órdenes ejecutivas, entre las que figuran cinco que afectan de lleno a su vecino del sur. La declaración de una “emergencia nacional” en la frontera para cortar de raíz la llegada de migrantes y acelerar la política de deportaciones, el cambio de nombre del Golfo de México por el “Golfo de América”, la denominación de “organizaciones terroristas extranjeras” a los cárteles de la droga y la imposición de aranceles del 25% a los productos mexicanos a partir del 1 de febrero. Todo a la vez en todas partes.
Las medidas caen como una losa sobre el Gobierno de Claudia Sheinbaum, que mantiene altos sus índices de popularidad desde su triunfo electoral de junio del pasado año. La presidenta, sin embargo, llamó ayer a responder con “calma” y “cabeza fría” al aluvión de decretos de Trump.
“Es importante siempre tener la cabeza fría y referirnos a los decretos firmados, más allá del propio discurso, o sea, lo que vale en el sentido estricto de la ley son los decretos que firma el presidente Trump, entonces vamos a poner todo el contexto”, subrayó durante La Mañanera, una de las tradicionales ruedas de prensa matutinas que popularizó su mentor político y predecesor en el cargo, Andrés Manuel López Obrador. “Nosotros debemos evitar confrontaciones, es una responsabilidad, al mismo tiempo, relacionarnos como iguales, nunca subordinados, defender nuestra soberanía nacional, independencia y defender a las y los mexicanos”, insistió Sheinbaum.
La presidenta anunció, además, que a lo largo de esta semana comenzarían los contactos bilaterales entre su canciller, Juan Ramón de la Fuente, y el nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, que recibió el lunes la aprobación definitiva del Senado. La jefa del Estado mexicano habló en todo momento de un “diálogo respetuoso”. Mostró contención.
Emergencia en la frontera común
Sheinbaum trató de minimizar la declaración de la emergencia nacional en la frontera, que implica, entre otra serie de medidas, el despliegue de tropas estadounidenses en su lado de la divisoria. La mandataria mexicana dijo estar “prácticamente” ante “el mismo decreto que Trump firmó en su primer periodo”. Nada nuevo.
“El decreto que él firma, los principales y que tienen que ver con México, el decreto de zona de emergencia de la frontera sur que firmó el día de ayer, es muy similar, prácticamente el mismo que el decreto que él firmó en su primer periodo en el 2019. Declaración de una emergencia nacional con respecto de la frontera de los Estados Unidos el 20 de febrero de 2019, si los comparan tienen sus diferencias, pero es muy similar, por qué digo esto es porque esto ya ocurrió no es algo nuevo, ocurrió en el 2019”, expresó Sheinbaum desde el Palacio Nacional.
La presidenta reaccionó de la misma forma ante la imposición del Protocolo de Protección de Migración (MPP, por sus siglas en inglés). Más conocidos como ‘Quédate en México’, estos decretos obligan a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar una respuesta en territorio mexicano.
Sheinbaum ofreció “atención humanitaria” a los migrantes que se vean afectados por este protocolo, pero puntualizó que buscará repatriarlos a sus países de origen. “Más que recibir es un asunto de atención humanitaria porque es una decisión de Estados Unidos el MPP, entonces el asunto es, si están en territorio mexicano esas personas, las atendemos por razones humanitarias, pero buscamos en el marco de nuestra política migratoria, siendo extranjeros, su retorno a su país”, zanjó.
Sobre la cuestión migratoria, Sheinbaum reiteró el enfoque del que también hizo gala AMLO, esto es, “atender las causas, ir a invertir, apoyar a las personas que tienen que emigrar por necesidad”. Pero presumió de que México registraba las cifras de migrantes más bajas “desde prácticamente el 2020 o 2021”. “Las personas que están llegando hoy a la frontera a hacer su aplicación para ser asiladas son muchísimo menores que las que llegaban antes”, insistió.
“Golfo de América” y cárteles
Sheinbaum, en cambio, despachó rápido lo del cambio de nombre del Golfo de México, un cambio que hizo efectivo ayer el gobernador de Florida, Ron DeSantis: “Lo del Golfo de México, más allá de cualquier cosa, lo establecen para su plataforma continental, para nosotros sigue siendo Golfo de México y para el mundo entero sigue siendo”.
Más importancia le concedió a la lucha contra los cárteles del narcotráfico, asunto en el que buscará “coordinación” con Trump. “Todos queremos combatir a los cárteles de las drogas, eso es evidente. ¿Entonces qué hay que hacer? Hay que coordinar esfuerzos, hay que colaborar, ellos en su territorio, nosotros en nuestro territorio”.
Aranceles
Pero el tema que quizá más preocupa a Sheinbaum, sobre el que decidió guardar silencio, es el de los aranceles, que castigarían a su economía. México sería el país de la región más golpeado por las políticas proteccionistas de Trump, según el director de análisis económico de Moody’s para América Latina, Alfredo Coutiño. “La política tarifaria y proteccionista del Gobierno de Estados Unidos tendrá un efecto en los flujos de inversión derivados de la relocalización de empresas, no solo de Estados Unidos, sino también de otras partes del mundo, especialmente de Asia, que buscaban acceder al mercado mexicano”, advirtió el analista en declaraciones recogidas por el diario El Universal.
“Nuestras estimaciones indican que la economía mexicana perdería alrededor de un punto porcentual de crecimiento en 2025. Estamos estimando que México solamente crecería 0,6% este año”, indica Coutiño. La economía mexicana venía creciendo a un ritmo del 1,8% en la primera mitad de 2024, según los datos del Banco Mundial. Los aranceles de Trump pueden elevar potencialmente la inflación y una depreciación del tipo de cambio, lo que obligaría a las autoridades mexicanas a endurecer su política monetaria.