Crisis migratoria

“Se llevaron a mi mujer”. La ofensiva contra la inmigración de Trump llega a su feudo de Florida

Las redadas, las detenciones y las deportaciones llenan de temor a las comunidades migrantes. Las familias rotas y los relatos dramáticos no aplacan a la Administración Trump

Varios agentes federales de diversas dependencias durante una redada contra indocumentados. EFE/HSI Nueva York

La ofensiva contra la inmigración en las primeras semanas de la presidencia de Donald Trump se ha dejado ya sentir en su feudo de Florida, donde las agencias federales encargadas de llevar a la práctica el plan de deportaciones masivas del presidente ya han empezado a actuar.

La ofensiva, que ya se ha dejado ver en forma de operativos policiales en ciudades como Chicago, San Diego o Nueva York, comenzó el domingo en los condados de Miami-Dade, Broward y Martin, según informó en su cuenta de X la Oficina de investigaciones del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés).

El miedo se instala en Florida

Las autoridades han sido hasta ahora bien parcas a la hora de difundir cifras y datos de los detenidos, pero el miedo se ha instalado en las comunidades donde viven los inmigrantes indocumentados en Florida, uno de los estados con mayor población de origen extranjero y donde el nuevo presidente cuenta con más apoyo.

El miedo avanza entre los inmigrantes indocumentados, sobre todo después de oír relatos como el de un estadounidense vecino del distrito de Brownsville, en Miami, que contó a la cadena CBS News que a su mujer, de nacionalidad venezolana, se la llevaron de la casa de ambos agentes que aparecieron sin previo aviso.

Fotografía del muro fronterizo este jueves, en Tijuana Baja California (México).

El Gobierno de Donald Trump retomó la reconstrucción del muro fronterizo en la ciudad mexicana de Tijuana

El drama de las detenciones

“Sencillamente, llegaron y se la llevaron”, contó. El hombre aseguró que su mujer llevaba varios años que estaba en el proceso de regularizar su situación. “Ya tenía una cita con el juez y todo estaba bien hasta ahora”, dijo. Las cámaras de seguridad de su vivienda mostraron la llegada de varios vehículos policiales, de los que se bajaron al menos media docena de agentes, algunos con armas de asalto, y procedieron a detenerla a ella y a al menos otras dos personas, dos trabajadores empleados en una obra aledaña.

“Es despreciable lo que nos están haciendo”, indicó el hombre, que pidió al presidente Trump que deje a su mujer quedarse en el país. “Se lo merece”.

900 detenidos al día

Pero no parece que Trump tenga la menor intención. Las autoridades informaron también de que habían capturado a inmigrantes ilegales en el condado de Broward, aunque no dieron cifras ni identidades de los detenidos. A nivel nacional, las cifras publicadas por el Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) muestra que el número de indocumentados aprehendidos cada día se ha triplicado, superando los 900 al día. Uno de ellos fue Wilson Velásquez, un hondureño que fue detenido a la salida de la iglesia de Atlanta en la que asistía a un servicio religioso con su mujer y sus tres hijos.

México

Migrantes deportados saludan en el puerto fronterizo de El Chaparral, este miércoles en Tijuana (México)

Su esposa contó a la BBC que su marido entró clandestinamente en Estados Unidos, pero estaba en el proceso de regularizar su situación y ya había empezado a trabajar en un negocio de recambio de llantas tras obtener el permiso pertinente.

Los vuelos para deportados

No está claro es cuántos de los que como Wilson han sido arrestados en los últimos días serán finalmente deportados. Sea como sea, al ritmo actual, el Gobierno necesitaría cerca de treinta años para cumplir la promesa electoral de Trump de expulsar de Estados Unidos a más de once millones de personas.

Los primeros días de ofensiva antiinmigración no solo han dejado familias rotas y comunidades enteras sumidas en el miedo, con directores de escuelas y líderes religiosos dando directrices a las familias de qué hacer en caso de ser abordados por las agencias de seguridad y cómo hacer valer sus derechos. También han sembrado dudas sobre si la Administración Trump se está centrando primero, como prometió, en los indocumentados con antecedentes penales.

¿Asesinos?

Trump dijo, refiriéndose a los primeros deportados que “son asesinos, esta es gente tan mala como se imaginen, tan mala como nadie que hayan visto”. Añadió que “los estamos echando a ellos primero”. Pero los datos disponibles hasta el momento cuestionan ese relato.

Una de las primeras medidas adoptadas por Trump fue cancelar los vuelos hacia Estados Unidos de docenas de refugiados afganos que habían completado el largo y difícil proceso para que se les concediera asilo en Estados Unidos. Eran inmigrantes legales a los que el Gobierno estadounidense dejó en la estacada en el último momento, poniendo en duda que la política de Trump tenga como objetivo no la inmigración irregular, sino la inmigración en general.

Crisis diplomática

El martes, el Gobierno colombiano informó que ninguno de los más de doscientos deportados que llegaron a Bogotá desde Estados Unidos tenía antecedentes penales, pese a que Trump, que sí los tiene, aseguró en su intercambio en las redes con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, que su país “devolvería a los criminales” que Colombia “metió a la fuerza en Estados Unidos”.

Trump

Fotografía de un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el cual llegaron 80 guatemaltecos deportados este jueves, en la Ciudad de Guatemala

La crisis diplomática abierta entre ambos países después de la negativa de Petro a que aterrizaran en Colombia dos vuelos militares y de que exigiera un trato “digno” para los migrantes parece haberse cerrado con la reanudación de un flujo de deportación que en realidad ya funcionaba con Joe Biden en la Casa Blanca.

Este viernes, Petro ha pedido a los ciudadanos de Colombia que vuelvan a su país. “Le solicito a las colombianas y colombianos sin documentos en Estados Unidos dejar sus trabajos de inmediato en ese país y retornar a Colombia lo más pronto posible”, ha escrito el mandatario en la plataforma X. “La riqueza la produce solo el pueblo trabajador”.

Mientras, la nueva secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, dijo tras participar en un operativo antiinmigración ampliamente publicitado ante los medios de comunicación en Nueva York que “la gente de este país quiere a esa basura fuera”. A juzgar por los primeros días la segunda presidencia de Trump, “esa basura” puede ser cualquiera que no tenga un pasaporte estadounidense.