La insólita propuesta de Donald Trump para la Franja de Gaza consiste en convertir un área reducida a cenizas tras quince meses consecutivos de bombardeos israelíes en “la Rivera de Oriente Próximo”. Un oasis turístico y comercial en la región cuyo control “a largo plazo” pase a estar en manos de Estados Unidos. ¿Cómo? Nadie sabe.
El republicano, además, considera necesaria la expulsión previa de los más de dos millones de palestinos que residen en Gaza porque, según su lógica, ¿quién va a querer vivir en una “zona de demolición”, como el mismo la definió? El inquilino de la Casa Blanca aspira a que Egipto, Jordania u otros países de la región se hagan cargo de los palestinos. A su lado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asiente y sonríe.
¿Qué hay de verdad en todo esto? Sarah Zaaimi, investigadora senior residente en los Programas para Oriente Medio del Atlantic Council, lo analiza en conversación con Artículo14.
![](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/02/Trumpnetanyahu.jpg?x83127)
Trump recibiendo a Netanyahu en la Casa Blanca
–¿Cree que Trump va en serio cuando dice que quiere controlar Gaza?
–Cualquiera que esté familiarizado con el libro del presidente Trump, The Art of the Deal, sabe que sus recientes comentarios sobre el control de Gaza son una mera táctica de negociación que obliga a los países árabes y a Hamás a acudir a la mesa de diálogo en Doha con propuestas más realistas y factibles que estarían más alineadas con los intereses estadounidenses e israelíes. Lo importante con Trump es prestar atención a lo que hace y no a lo que dice como parte de su actuación de negociación populista.
–¿Considera que el plan cuenta con la aquiescencia de Netanyahu?
–Muchos analistas del lenguaje corporal señalaron que el propio Bibi parecía sorprendido por la excentricidad de la propuesta de Trump. Por supuesto, a Netanyahu, que busca una solución absoluta para erradicar la amenaza de Hamás, le conviene la visión de Trump para la región. Sin embargo, él seguramente sabe más que nadie que la historia del conflicto es mucho más compleja y tiene que ver con la identidad de los pueblos indígenas, con una larga historia de conflictos regionales transnacionales, y no con un negocio inmobiliario en Nueva York.
![Donald Trump y Benjamin Netanyahu](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/02/netanyahu-trump.jpg?x83127)
Rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu
–Haría falta una ocupación estadounidense de la zona, que además comportaría la expulsión forzada de los dos millones de gazatíes que residen en la Franja. ¿Qué supondría esto?
–Mi opinión es que Trump está tanteando el terreno en lugar de tener un plan real para desplazar por la fuerza a los habitantes de Gaza en Egipto y Jordania. Trump prometió ser el presidente de la paz y tiene la intención de retirar el Ejército estadounidense de las zonas de conflicto en todo el mundo, incluida Siria, según dijo en su discurso de investidura. También aspira a un Premio Nobel para consolidar su legado político como pacificador. Resulta difícil imaginar desde el punto de vista logístico, jurídico e incluso de cara a la opinión pública estadounidense que Trump vaya a cometer este enorme paso en falso, especialmente dada la firme oposición de Jordania y Egipto, que podría comprometer los acuerdos de paz existentes entre israelíes y árabes.
–¿Cómo pueden influir las declaraciones de Trump a las negociaciones para la segunda fase del alto el fuego?
–Esto debe ser lo que más discutieron Trump y Netanyahu durante su reunión del martes, especialmente dado el temor de Bibi a que Hamás siga prosperando en la Franja y pueda regenerar sus fuerzas. A Trump le gustaría ver a los países árabes más implicados financiera y políticamente en la reconstrucción y la gobernanza de la Gaza de posguerra, de ahí su hiperbólica y propositiva propuesta de anoche.