Venezuela

Rocío San Miguel y las otras seis presas españolas en el intercambio propuesto por Bukele

Entre los 252 presos políticos que ha demandado Bukele a Maduro a cambio de los 252 deportados hay varias españolas

Venezuela
Una mujer llora durante una manifestación de familiares de venezolanos detenidos en una cárcel salvadoreña
Efe

¿Veremos a la activista de Derechos Humanos, Rocío San Miguel, aterrizando en el Aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero, de El Salvador? ¿Será más eficaz la esgrima de mensajes en las redes sociales que las diligencias del Gobierno español en defensa de la conocida abogada venezolana y española, presa del régimen de Nicolás Maduro?

Los observadores lo descartan, pero las gradas esperan la respuesta del dictador Nicolás Maduro, interpelado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

“Señor Nicolás Maduro, -escribió Bukele este domingo 20 de abril, en su cuenta de X- usted ha dicho en numerosas ocasiones que quiere a los venezolanos de regreso y en libertad.
A diferencia de usted, que tiene presos políticos, nosotros no tenemos presos políticos. Todos los venezolanos que tenemos bajo custodia fueron detenidos en el marco de una operación contra pandillas como el Tren de Aragua en Estados Unidos”.

Los presos políticos de Maduro

“A diferencia de nuestros detenidos, -sigue la nota- muchos de los cuales han asesinado, otros han cometido violaciones, y algunos incluso habían sido arrestados en múltiples ocasiones antes de ser deportados, sus presos políticos no han cometido ningún delito. La única razón por la que están encarcelados es por haberse opuesto a usted y a sus fraudes electorales.

Sin embargo, quiero proponerle un acuerdo humanitario que contemple la repatriación del 100% de los 252 venezolanos que fueron deportados, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico (252) de los miles de presos políticos que usted mantiene. Entre ellos, Rafael Tudares, yerno de Edmundo González; el periodista Roland Carreño; la abogada y activista Rocío San Miguel; la señora Corina Parisca de Machado, madre de María Corina Machado, a quien amedrentan a diario […] así como los cuatro dirigentes políticos asilados en la embajada de Argentina y otros venezolanos presos políticos. También se incluirían los casi 50 ciudadanos detenidos de otras nacionalidades: estadounidense, alemana, dominicana, argentina, boliviana, israelí […]. Nuestra Cancillería enviará la correspondencia formal. Dios bendiga al pueblo de Venezuela”.

En suma, el salvadoreño Bukele, quien violentó la Constitución de su país, -cuyo artículo 152 establece que no puede ser candidato a presidente quien haya ejercido esta en el período inmediato anterior-, intenta mangonear a Nicolás Maduro, quien desconoció la derrota electoral del pasado 28 de julio para amarrarse al poder en un tercer periodo. Estamos ante autócratas que juegan duro, que no se cortan ante la posibilidad de dar un rodeo a las leyes y que prefieren las maneras de los pistoleros a los protocolos de los cancilleres.

Trump y Maduro
Las nuevas medidas de Trump tienen atemorizada a la comunidad venezolana en EE UU
KiloyCuarto

Más secuestrador será tú

Un canje de secuestrados (presos políticos de Maduro por supuestos miembros de la banda delictiva Tren de Aragua, fletados por Trump a El Salvador), que es lo postulado por Bukele no es un gesto diplomático ni, en realidad, una iniciativa humanitaria. Es una jugada… hay que admitirlo… brillante, por parte de un mandatario tan crítico de Maduro y sus procedimientos electorales, que calificó los supuestos resultados del 28 de julio de “fraude” y al perdedor, de “ilegítimo”.

Por su parte, Maduro llevaba semanas vociferando “su rechazo” a las deportaciones de venezolanos a la mundialmente célebre prisión salvadoreña; y llegó al extremo de denunciar las infracciones al debido proceso del que han sido víctimas los reos caribeños, injusticia del todo cierta, pero que en boca del tirano Maduro suena a chiste grotesco. Y el fiscal de Maduro, Tarek William Saab, en alarde de cinismo, ha solicitado “fe de vida” de los venezolanos enviados a El Salvador y exigido a las autoridades de ese país información detallada sobre su estatus legal y condiciones de salud. En un comunicado, Saab reclamó saber de qué delitos se acusa a los detenidos, si han comparecido ante un juez, si han tenido acceso a asistencia letrada o se les ha permitido contactar a sus familiares. Baste anotar que la dictadura de Maduro tiene secuestrados políticos que llevan meses sin recibir la visita o una llamada telefónica de sus familiares o de sus abogados defensores.

La bola está en la cancha de Maduro

Si Maduro hizo un show barato al requerirle sus muchachos encadenados a Bukele, este le respondió con un vodevil no menos desflecado al retarlo en público a un intercambio de secuestrados.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele

“Bukele presenta una interesante propuesta”, dice el veterano político Andrés Velásquez. “Maduro recibiría a los detenidos, injustamente enviados al Salvador, y los presos políticos injustamente detenidos en Venezuela, quedarían en libertad. La bola está en la cancha de Maduro”. Un comentario ladino para provocar a Maduro, puesto que a ningún venezolano se le escapa que la pegada de Bukele, por puntería que tenga, utiliza a venezolanos, su destino, sus sufrimientos y dolor de sus familias, como arma arrojadiza.

Nadie se comerá el cuento del autoritario bueno frente al dictador sanguinario, pero una contabilidad sencilla arroja el contraste entre los 252 venezolanos que el carcelero de Centroamérica tiene en sus lúgubres calabozos con los 896 presos políticos de Maduro (88 mujeres, 167 militares, 729 civiles y adolescentes), según los registros de la ONG Foro Penal, a lo que deben sumarse 18.326 arrestos acumulados por protestas y actividades políticas pacíficas; quince fallecidos en custodia del Estado y 875 civiles presentados ante tribunales militares.

Doce presos políticos españoles

En su tuit, Bukele alude a Rocío San Miguel, cuya detención ha generado preocupación en el ámbito internacional por las flagrantes violaciones al debido proceso y los derechos humanos. La inclusión de esta ciudadana española en la “propuesta de canje” subraya que la represión política en Venezuela trasciende afecta a ciudadanos de diversas nacionalidades. De paso, es una bofetada a las autoridades españolas cuyas gestiones en favor de San Miguel no resultan muy visibles que se diga, ni mucho menos eficaces.

Venezuela
El antes y después en “el Helicoide” de Rocío San Miguel
Artículo14

Maduro tiene doce presos políticos españoles, repartidos en distintas cárceles, algunos sin juicio, incluso en lo que se conoce como “desaparición forzosa”, es decir, sin que las autoridades hayan confirmado un destino de forma oficial, como es el caso de los vascos José Basoa y Andrés Martínez.

Los doce españoles, seis mujeres y seis hombres, “privados de libertad” en mazmorras carentes de agua potable y medicamentos, según confirma Foro Penal, dependen de la ayuda exterior, como familiares y amigos, para alimentarse, vestirse y acceder a los fármacos necesarios para dolencias crónicas. Además de los españoles, hay 14 europeos más: cuatro portugueses, nueve italianos y un holandés.

Magalli
Magalli Meda, asilada en la residencia del embajador de Argentina, también tiene nacionalidad española
Efe

A partir de noviembre del año pasado fueron liberados cinco españoles, que estaban encarcelados en Venezuela por protestar contra el fraude en las elecciones presidenciales. Entre ellos, un hombre y una mujer, con nacionalidad española y residencia en Venezuela, dentro de un acto de propaganda del régimen, que incluyó 225 detenidos. “Estas personas son etiquetadas como ‘mercenarios‘ o ‘terroristas‘ sin pruebas sólidas que respalden tales imputaciones”, asegura el “Reporte especial sobre presos políticos con nacionalidad extranjera”, coordinado por Alfredo Romero y Gonzalo Himiob. El español detenido por motivos políticos más antiguo del régimen tiene cuatro años tras las rejas y, desde luego, hay detenidos de otras nacionalidades hispanoamericanas.

Los entendidos apuestan a que Maduro responderá con las groserías habituales y seguirá torturando a los presos políticos de sus espantosas penitenciarías, pero quién sabe si le entrega un lote a Bukele. No sería la primera vez que la dictadura venezolana usa a sus rehenes como moneda de cambio. Benjamin Gedan, director del programa para América Latina del centro de análisis The Wilson Center, ha dicho que los extranjeros detenidos en Venezuela “no son más que secuestrados por el régimen para ser usadas en negociaciones internacionales“. De hecho, Estados Unidos ha aceptado en hacer tratos con un presidente a quien no reconoce para liberar a sus ciudadanos.

Todos los presos, los que están en Salvador, los que siguen en las garras de Maduro, venezolanos y extranjeros, o aquellos con doble nacionalidad, se encuentran en estado de indefensión plena. No por nada son blandidos como proyectil. Sin derechos, sin respeto. Sin alma.